La IA debilita la creatividad, el pensamiento crítico y la libertad de espíritu, avisa el Vaticano
La centralización del poder es uno de los riesgos básicos de la inteligencia artificial.
Preservar las voces y rostros humanos es el tema elegido por León XIV para la sexagésima Jornada Mundial de las Comunicaciones Humanas de 2026.
Con ese motivo, el Dicasterio para la Comunicación, del que es prefecto desde 2018 el periodista laico Paolo Ruffini, dio a conocer este lunes un comunicado en el que lanza serias advertencias sobre los riesgos de la Inteligencia Artificial (IA).
"La tecnología influye en las interacciones como nunca antes", afirma la Santa sede: "Desde los algoritmos que seleccionan los contenidos en los feeds de noticias hasta la inteligencia artificial que redacta textos y conversaciones completas". Pero, junto a las posibilidades que eso supone, su eficiencia y alcance, no pueden reemplazar "las capacidades exclusivamente humanas de empatía, ética y responsabilidad moral".
"La comunicación pública requiere juicio humano, no solo patrones de datos", y por tanto el desafío del futuro es que "las máquinas" sigan siendo "herramientas" al servicio del hombre, y no "fuerzas que erosionen la voz humana".
"Los riesgos son reales", añade, porque "la inteligencia artificial" puede:
- "generar contenidos atractivos pero engañosos, manipulativos y dañinos";
- "replicar prejuicios y estereotipos presentes en los datos de entrenamiento";
- "amplificar la desinformación mediante la simulación de voces y rostros humanos";
- "invadir la privacidad y la intimidad de las personas sin su consentimiento".
Por ese motivo, señala el dicasterio, "una dependencia excesiva de la IA debilita el pensamiento crítico y las habilidades creativas" y su "control monopolístico" es preocupante por su influencia en "la centralización del poder y las desigualdades".
El comunicado concluye afirmando que es "urgente" introducir la "alfabetización mediática" en los sistemas educativos, para que los jóvenes "adquieran la capacidad de pensar críticamente y crezcan en la libertad del espíritu".
Una constante en las inquietudes del Papa
Se ha comentado que la primera encíclica de León XIV, que habría comenzado a preparar este verano, podría versar precisamente sobre la IA y sus desafíos antropológicos y éticos.
De hecho, la revista Time ya sitúa al Papa entre las cien personalidades relevantes del mundo en inteligencia artificial, y no por su capacidad para impulsar su desarrollo tecnológico sino por estar dispuesto a dirigir una reflexión mundial sobre sus límites y peligros.
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El propio Robert Prevost, el 10 de mayo, apenas 48 horas después de su elección, explicó que había escogido León como nombre en homenaje a su predecesor León XIII, que afrontó una revolución industrial cuyo impacto es como mínimo comparable al actual "desarrollo de la inteligencia artificial".
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Como ha recordado el sacerdote Ignacio Amorós, el Papa ha abordado la cuestión en tres ocasiones principales:
- En su primer discurso a los cardenales ese 10 de mayo: "Los avances en la inteligencia artificial plantean nuevos desafíos para la defensa de la dignidad humana, la justicia y el trabajo".
- En su mensaje a los participantes en la Segunda Conferencia Anual sobre IA el 17 de junio de 2025: "La urgente necesidad de una reflexión seria y un diálogo continuo sobre la dimensión ética inherente de la IA, así como sus implicaciones para el futuro de la humanidad".
- En un mensaje dirigido a líderes corporativos en IA el 20 de junio de 2025: "La inteligencia no consiste en acumular datos, sino en buscar el verdadero significado de la vida, no en tener montones de información".
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