5 claves necesarias para evangelizar a los jóvenes: de ir a donde están a que se sientan escuchados

Las Células Parroquiales de Evangelización, Premio ReL 2023, nacieron en Milán en 1987 y actualmente están en decenas de países de todo el mundo. Basada en la adoración eucarística, el discipulado y la formación de líderes, esta iniciativa renueva a las parroquias convirtiendo a sus miembros en evangelizadores.

A través de pequeños grupos de no más de diez personas, las células se reúnen preferentemente en casas e invitan a los alejados a acudir a ellas para hablar del Evangelio. Cuando se superan los diez integrantes, la célula se "multiplica" y los miembros sobrantes crean otra célula nueva, autónoma y con el mismo objetivo. 

Una explosión espiritual

Hace unos días, las Células Parroquiales de Evangelización –coordinadas en España por el sacerdote Fernando Manó– organizaron un webinar sobre evangelización en los jóvenes, que contó con la presencia del movimiento eclesial brasileño Colo de Deus. Una comunidad evangelizadora católica con más de 20 años de experiencia. 

El carisma y la misión que tiene Colo de Deus es llevar de nuevo al corazón de la Iglesia a los alejados de la fe, los jóvenes, generando una explosión espiritual al estilo de María en Pentecostés. Proponen una evangelización creativa que destaca por su originalidad, música, artes, redes sociales.

Jhenifer Ferreira es miembro de esta comunidad y enumera las necesidades de los jóvenes actuales a la hora de ser evangelizados:

1) Ir a donde están  

El joven es el corazón de Dios y estamos trabajando para que tenga los oídos atentos y pueda escucharnos, para que sepa lo que hacer cuando se encuentra con el Evangelio.

Tenemos una identidad carismática propia, y nos gusta mucho evangelizar a través de la música, de las canciones, de los eventos. Tenemos que hacer que el joven entienda el mensaje, y, por eso, tenemos que estar presentes en las redes sociales, entender todas las características de los jóvenes. 

Tenemos que saber que hoy hay muchas influencias para nuestros jóvenes. Si estamos llamados a evangelizar, necesitamos que nuestra propia vida esté en contacto con estos joven.

¿Dónde está este joven? Estará en las escuelas, en Internet, en las tiendas..., en fin, en todas partes. Colo de Deus tiene un sistema de evangelización en el que todos los días tenemos que estar en contacto, debemos ser agentes de evangelización. 

Trabajamos muchísimo con la música, porque es un vehículo, es la puerta de entrada que lleva al joven a acercarse más a Dios, y que muestra lo que el joven siente en su alma. La música es una gran compañera para el joven, bien sea en su trabajo, en sus estudios o en sus fiestas.

Miramos todo lo que el joven mira, espera, siente de la vida, y nos insertamos en todos los ambientes de la sociedad. Tenemos una red para que los jóvenes puedan acceder a la Palabra de Dios, con más de un millón de seguidores. Tenemos TikTok y otras redes sociales, que facilitan que el mensaje del Evangelio llegue al joven.

Todos los meses hacemos un encuentro para jóvenes en unos 15 estados de todo Brasil, que reúnen a entre 700 y 1.000 personas. También hacemos un encuentro grande anual en donde los jóvenes puedan encontrarse unos con otros para saber que no están solos, que pueden crear vínculos con otros jóvenes que viven cerca y que también quieren tener a Dios.

Esos encuentros son una estrategia de evangelización, ahí los jóvenes se encuentran y podemos mirar a este joven, entender su necesidad, lo que está buscando y acercarlo a nuestra comunidad. Para nosotros es muy importante el sistema de células.

Estamos empeñados en que este sistema se multiplique en Brasil porque recibimos testimonios de personas que han empezado a participar en una célula y que son mucho más felices. Y que, después, se vuelven nuevos evangelizadores.

2) Que sea un lugar acogedor

Es importante mirar al joven y saber que tiene una voz, que le gustaría ser escuchado y poder hablar de lo que está viviendo en un ambiente seguro. Una de las estrategias que considero más importantes es que nuestras células tienen que ser acogedoras. Si yo no me siento bien, el joven tampoco se va a sentir a gusto.

El ambiente tiene que ser bonito, agradable. Tengo que preparar ese ambiente como una auténtica anfitriona. El anuncio del Evangelio no solo está presente en la formación sino, también, en cada detalle. Si un joven llega a mi casa, automáticamente, yo soy para él una referencia, soy alguien en quien puede confiar. 

3) Formar líderes

Nosotros trabajamos con los líderes de las células, que son muy importantes en nuestro sistema. Son acompañados para que aprendan, les pasamos contenidos y son un referente para el joven que va a acudir, para que éste pueda estar cada vez más inmerso en el Evangelio y en la vida espiritual.

Después viene una segunda etapa, que es cuando el joven participa en un encuentro en casa con entre cinco y doce personas, nunca son más. Es importante que cada persona pueda tener una oportunidad de expresar sus opiniones.

4) Que los jóvenes se sientan escuchados

Hablamos de la vida en la Iglesia, hablamos de la vida con Dios, de la vida sacramental, de la vida en comunidad. En cada uno de estos encuentros semanales, cada ocho días, habrá una catequesis para que el joven pueda volverse un católico de verdad. 

Las preguntas que proponemos a los jóvenes son muy comunes: ¿por qué Dios me ha creado? ¿qué tiene Dios para mí? Que serán respondidas en el grupo. Intentamos formarle para que no piense únicamente en sí mismo, sino en la vida de comunidad.

Lo que hacemos es construir una nueva mentalidad y, después, decirle al joven: ¿y si empiezas a servir en tu parroquia o abres una célula? Le hacemos sugerencias y vemos qué es lo más eficaz. Buscamos que este joven esté en contacto con otros jóvenes enamorados de Dios, del Evangelio y que le estimulen a cada vez más.  

5) Que se sientan llamados a salir y servir

Hoy el secreto mayor para evangelizar a un joven es que no podemos evangelizar a ese joven sin conocer su realidad. Es imposible evangelizar a alguien sin mirar como Cristo mira a esta persona. Miramos al joven para intentar llevarle a una vida totalmente diferente de la que ha conocido.

La creatividad, la excelencia, la adoración a Dios, la vida en la Iglesia y todos esos pilares que son parte de nuestra vida. Cuando un joven encuentra eso, percibe que también puede encontrar un Dios que él no conocía y que Dios tiene una vocación, un llamado para él en este mundo.

Puedes ver aquí completo el webinar sobre evangelización.

Él joven percibe que es llamado a ser hijo de Dios y no a interesarse solo por cosas materiales. Esto le lleva al corazón de Dios y a abrirse a la sociedad, a no encerrarse en una cerrazón en contra del otro, del prójimo. Es transformar una parroquia en una parroquia evangelizadora. Intentar que las personas encuentren a otras personas y se queden insertas en un ambiente sacramental.