Lo describen «con el alma de un misionero, la ternura de un pastor y la claridad de un teólogo»
El «presente y futuro de la Iglesia» celebra a León XIV: lo que África desea en «momentos cruciales»

El Papa León XIV, minutos después de su elección como pontífice.
Si por algo destacó el pontificado de Francisco en el ámbito geopolítico fue por sus continuos llamados a la paz y por impulsar el “poder blando” de las periferias, generalmente ubicadas en lo que hoy se llama sur global. Desde principios de este siglo, África se muestra como la punta de lanza en número de católicos y también de vocaciones, siendo desde hace años el continente que muestra un mayor y más rápido crecimiento sostenido.
A principios del siglo XX, los católicos africanos eran el 1% de los católicos del mundo. Hoy son el 16% y se espera que para 2050 allí resida más de una tercera parte de la Iglesia universal. Entre los factores desencadenantes, la natalidad y un floreciente incremento de las vocaciones son los principales motivos que llevan a la Iglesia a desbordar todas las expectativas incluso cuando es el continente con una persecución más cruenta y numerosa hacia los católicos.
La de África es una realidad tal que ha llevado a obispos como Eduardo Hiiboro Kussala, de Sudán del Sur, a asegurar que el continente no solo representa “el futuro de la Iglesia”, sino directamente, “su presente”.
El cardenal Prevost en África
Se trata de una realidad que Francisco no pasó por alto -visitando 10 países africanos en sus 5 viajes al continente durante todo su pontificado- y que León XIV conoce bien.
Como cardenal Prefecto del Dicasterio de los Obispos y, anteriormente como Prior General de la Orden de San Agustín (OSA), el nuevo Papa ha cultivado una estrecha relación con el continente. Su última visita a Kenia fue en 2024, cuando presidió la dedicación de la Capilla de Nuestra Señora del Buen Consejo en el Monasterio Agustino de Karen (Condado de Nairobi) el 10 de diciembre, donde también había ido en 2011. Dos años antes, en 2009, Prevost visitó República Democrática del Congo como Prior General de la Orden Agustiniana, acudiendo a la Provincia de Bas-Uele y a la capital, Kinshasa, donde inauguró la Universidad Agustiniana.

El cardenal Prevost, ahora elegido Papa, visitó Kenia en diciembre de 2024, donde dirigió la dedicación de la capilla de Nuestra Madre del Buen Consejo en Nairobi.
Las muestras de afecto son de doble sentido. También la Iglesia africana se muestra cercana con el nuevo pontífice, como ha hecho recientemente el cardenal Stephen Brislin, arzobispo de Johannesburgo.
Paz, unidad y respuesta a desafíos "devastadores"
Al ser preguntado sobre el momento de la elección, el cardenal lo define de "extraordinario", subrayando que la elección se dio “gradualmente” y “gracias a una profunda paz y unidad entre los cardenales. No hubo división. Solo oración, reflexión y una clara comprensión de hacia dónde nos guiaba el Espíritu".
“Fue un momento precioso. El Santo Padre nos saludó personalmente a cada uno, sonriendo con serenidad. Creo que este espíritu sereno y humilde marcará su pontificado”, dijo el cardenal.
Brislin se muestra convencido de que la continuidad podría ser un elemento característico del próximo pontificado, si bien entiende esta no como una repetición del pasado, sino como “permanecer fiel al depósito de la fe, discerniendo la mejor manera de responder a los desafíos actuales”.
Para Brislin tampoco pasa desapercibida que León deberá mediar en “tiempos de conflictos devastadores”, confiando que sea “un hombre que trabajará incansablemente por la paz y la justicia en el espíritu de Cristo”.
“El Papa León XIII fue un defensor de la doctrina social católica. Ese legado continúa. El Papa León XIV está comprometido con la dignidad de cada persona y con una Iglesia que camina con los vulnerables”, agrega.
El cardenal se refirió, por último, a la cuestión evangelizadora y a la importancia que cobran las redes sociales como elemento para “proclamar a Cristo”: “También necesitamos guiar a las personas para que reflexionen críticamente sobre lo que consumen en línea. No todo lo que se comparte es cierto y, con demasiada frecuencia, es perjudicial. Estamos aquí para proclamar a Cristo… y todo lo que hacemos, incluida la forma en que nos relacionamos con el mundo moderno, debe llevar a la gente a encontrarlo”.
“Afrontar la situación del mundo”
El sacerdote e investigador camerunés Humphrey Tatah Mbuy, valoró en Catholic World Report la “importancia” que a su juicio tiene la elección del nombre de León por parte de Prevost. Según explicó, el último de los pontífices leoninos fue de los más destacados a la hora de plasmar la situación de los trabajadores, su condición y remuneración, por lo que su elección “es un recordatorio muy serio de que va a seguir los pasos de León XIII”. Por ello, Mbuy confió en que León será “un Papa maravilloso, un hombre de oración” y un hombre deberá “afrontar la situación del mundo”.
Una consideración que también comparte el sacerdote nigeriano Moses Aondover Iorapuu, vicario general pastoral y director de comunicaciones, y párroco de la parroquia del Espíritu Santo en Makurdi. El Papa León XIV, dijo a CWR, “será un Papa de justicia social y un defensor de la paz en el mundo”. Como estadounidense, defenderá los valores de la democracia, pero como peruano, sería “una voz poderosa para los vulnerables, los que no tienen voz y los marginados”.
Hiiboro Kussala, obispo de Sudán del Sur que presume de conocer personalmente a Prevost, dijo que el nuevo pontífice tiene “el alma de un misionero, la ternura de un pastor y la claridad de un teólogo”, y confía en que contribuirá de forma destacada a la “reevangelización del mundo”.
“Estados Unidos cuenta con una sólida tradición católica y una vibrante comunidad de fe. Es una potencia a tener en cuenta, no solo geopolíticamente, sino también espiritualmente”, remarcó.
Necesidad de reconciliación y unidad
Entre otras consideraciones, el obispo de Sudán del Sur incluyó en su lista de deseos que el nuevo pontífice acompañe a los obispos “como aliado en la consolidación de la paz y la justicia”, así como “promotor de las vocaciones, culturas y perspectivas teológicas africanas, afirmando que África no es un campo de misión, sino una fuerza misionera”. Con el objetivo de “dar forma a la Iglesia universal”, desea también que el pontífice despliegue su reiterada -pero no precisamente definida- defensa de la “inclusión sinodal, dando espacio a la juventud, las mujeres, los ancianos y los movimientos laicos africanos”.
Otra de las caras más visibles de la Iglesia africana es la del cardenal Fridolin Ambongo, arzobispo de Kinshasa y presidente del Simposio de Conferencias Episcopales de África y Madagascar, que ya ha formalizado la “Plena comunión y colaboración” de la Iglesia africana con el nuevo pontífice.
La Conferencia de Obispos Católicos de África Meridional (SACBC) también abrazó la elección e interpretó las primeras palabras del pontífice como un “llamado a ser pacificadores y constructores de puentes en un mundo que anhela la reconciliación y la unidad”.
"África no es el futuro de la Iglesia, es su presente"
En este sentido, el arzobispo Zolile Peter Mpambani SCI de Bloemfontein, primer vicepresidente de la conferencia de obispos, reiteró en The Tablet su “apoyo incondicional” al pontífice y expresó su esperanza de que el nuevo pontificado impulse una mayor unidad en la Iglesia y guíe a millones de personas estos momentos cruciales.
En este sentido, el obispo Kussala remarcó en el mismo medio que “África no es solo el futuro de la Iglesia, sino su presente”, lo que el sacerdote Patrick Alumuku, director de la Televisión Católica Nigeria, también transforma en un deseo dirigido al pontífice: “África está enviando misioneros para todo el mundo, y África no puede darse por sentada, así que creo que este nuevo Papa, si quiere tomar en serio la evangelización, prestará atención a África”.
Para Alumuku, “cualquier Papa serio no subestimaría la importancia actual del continente africano en la Iglesia Católica, porque es allí donde la Iglesia crece, es allí donde el entusiasmo de la fe está vivo, es allí donde la Iglesia está dando forma a nuevas ideas, incluso para el futuro”.
Un padre, amigo y hermano que inspire paz y unidad
El arzobispo Ignatius Kaigama, de Abuja, también traslada sus deseos de que el pontífice estreche lazos con “el futuro de la Iglesia” que representa África.
“Solo queremos que sea un padre para todos nosotros, que inspire paz y unidad, y que alce su voz con fuerza en apoyo de África y de los africanos que sufren diversas formas de dominación, discriminación y explotación. Creo que será un padre, un amigo y un hermano para los africanos, y, de hecho, para todos los que están hechos a imagen y semejanza de Dios”, declaró Kaigama.
Augustinas le piden "oración para continuar nuestra misión"
También la Iglesia de África del sur ha celebrado la elección. Destaca la de las Hermanas Augustinas de la Misericordia de Jesús de KwaZulu-Natal. Para la priora de las Hermanas Agustinas de Estcourt (Durban), conocer la noticia “fue increíble”.
“Al ser una joven, no lo recordaba, pero cuando la hermana Stephen dijo que conocía al padre Robert, todas nos alegramos. Que un agustino se convierta en Papa es una gran alegría”, celebró en una entrevista concedida a la Conferencia Episcopal Católica del África del Sur.
Sor Margaret Antony recuerda que estaban esperando el nombre del pontífice tras la fumata cuando escuchó que era un agustino. “Fue sobrecogedor. Siempre veíamos a los papas tan lejos, en el Vaticano, pero ahora era uno de los nuestros. Es profundamente humano”, recuerda.

Prevost, en su época de arzobispo y superior de la Orden de los Agustinos, con el cardenal Wilfrid Napier, hoy de 84 años.
Una de las religiosas, Beata Msomi, lo recuerda como un hombre “tranquilo y de pocas palabras”, pero siempre que hablaban con él, cualquiera “se sentía escuchado”. “Era profundamente compasivo y estaba plenamente presente. No solo era un visitante, era un hermano”, dice la religiosa. Un recuerdo muy similar al de una agustina asentada en Sudáfrica durante medio siglo, Stephen Middleton, que describe a León XIV como “un buen oyente”.
“Eso es lo que más recuerdo. Prestaba atención a lo que hacíamos y a quiénes éramos. Ese espíritu de escucha es la esencia de la Iglesia sinodal”, considera Middleton.
Otras religiosas de su congregación en África también recuerdan de él esa cercanía. La hermana Beata lo recuerda jugando, “sin acobardarse ante el caos ni ante los niños que intentaban subírsele encima” y para la hermana Zonke, compartir familia religiosa con el pontífice es “providencial, como si todo se estuviera alineando”.
Las agustinas son conscientes de que sus vocaciones, como en la mayoría de órdenes y familias, disminuyen, “pero la alegría de tener un Papa de nuestra congregación nos fortalece y recuerda que no nos han olvidado, que seguimos siendo parte de algo más grande”.
Algunas hermanas como Middleton ruegan al pontífice que defienda los derechos de los trabajadores y la gente corriente. Sor Beata cree que será un hombre de paz. Y Sor Margaret asegura que le encomendará en su corazón y sus oraciones, dirigiéndole un último pedido desde la Iglesia africana, pero especialmente como agustiniana: “Que rece por nosotras, para que podamos continuar nuestra misión de misericordia, incluso a medida que disminuimos en número. Y confiamos en que el Espíritu Santo lo guiará”.