El «no, gracias» de Cyrano de Bergerac, lección para los católicos hoy.
Gérard Depardieu, de actualidad por su enfrentamiento con el gobierno francés, interpretó en 1990 al célebre héroe de Edmond Rostand. La escena en la que proclama su negativa a adular a los poderosos, despojada de sus dosis de voluntarismo libertario, es un clamor contra los respetos humanos que pueden paralizar nuestra acción evangelizadora.