Beato Gerardo de Claraval, abad.
Beato Gerardo.
Beato Gerardo de Claraval, abad. 13 de junio.
La infancia de Gerardo queda en la oscuridad, pues solo conocemos que fue hijo de los Beatos Aleydis y Tescelin (4 de abril) y hermano de San Bernardo (20 de agosto), Santa Humbelina (21 de agosto), San Nivardo (7 de febrero) y de los Beatos Andrés, Bartolomé (ambos a 9 de diciembre) y Guido (11 de mayo), y como estos nació en el castillo familiar de Fontaines, en 1088.
Cuando en 1098 los santos Roberto de Molesmes, Esteban Harding y Alberico (26 de enero) inician la reforma benedictina conocida como “El Císter”, Bernardo y varios hermanos, cuñados y amigos se unen a la vida monástica, dando Bernardo un impulso tremendo a la obra. Sin embargo, nuestro Gerardo no siguió la invitación de su hermano, y prefirió continuar la carrera militar que había comenzado, y con éxito al servicio del duque de Borgoña. La leyenda áurea cuenta que dos días antes San Bernardo le había dicho: "Una tragedia te llevará al arrepentimiento y te dará oídos para oír". Y mientras le tocaba el pecho, añadió: "Pronto vendrá el día en que una lanza perforará tu corazón, para que tomes el consejo que ahora rechazas". Al cabo de los dos días, Gerardo fue herido por una lanza en el pecho, el sitio a Grancy, y herido precisamente en el sitio que Bernardo había señalado. Fue apresado y arrojado en una cárcel, donde Bernardo fue a visitarle, pero no le dejaron entrar. Entonces el santo gritó para que Gerardo pudiera oírle: "Gerardo, poco esfuerzo has de realizar para ir a mi monasterio". Y esa misma noche, apenas hizo un movimiento Gerardo para levantarse, se rompieron los grilletes, las puertas de la prisión se abrieron y el antes soldado corrió a Claraval y pidió el hábito cisterciense.
En el monasterio se le dio el cargo de "cellerarius", o sea, el monje encargado de proveer que a los demás no falte lo necesario: hábitos o calzado, y lo mismo para el monasterio: cera, pergaminos, grano, etc. Es el monje encargado del trato con los comerciantes y proveedores y suelen ser monjes con habilidades técnicas, artísticas o manuales. Además, en el caso de nuestro Beato, desempeñó labores de albañil, y fue zapatero y tejedor. Toda esta vida activa no le privaba de una intensa vida mística, de penitencia y oración. En 1137 acompañó a su hermano a Roma, pero al llegar a Viterbo enfermó de muerte, librándose de esta solo por un milagro de Bernardo. Al año siguiente volvió a enfermar, esta vez definitivamente. El 13 de junio de 1138, a medianoche, tuvo un éxtasis y dijo: "¡Cuán bueno es que Dios sea nuestro Padre y cuánta gloria tenemos en ser hijos de Dios!", y expiró dulcemente. En ocasiones es llamado santo, pero el Martirologio Romano le llama Beato. Y aunque su memoria es a 13 de junio, litúrgicamente la orden del Cister lo traslada al 14 por el 13 ser memoria obligatoria de San Antonio de Padua.
San Bernardo, como su hermano y abad, celebró sus funerales, y le menciona con dolor y esperanza en sus sermones sobre el Cantar de los Cantares:
Fuentes:
-"Año cristiano o Ejercicios devotos para todos los días del año". Junio. R.P. JUAN CROISSET. S.J. Barcelona, 1862.
-"Liturgia de las Horas de la Orden Cisterciense". Año 1990.
A 13 de junio además se celebra a San Antonio de Padua, religioso franciscano.