Quieren llevar el Evangelio a un «desierto vocacional» con 1.900 fieles por cada ordenado
4 nuevos sacerdotes se ordenan en Zaragoza: ilusión, confianza y acogida sin abandonar la verdad

Los nuevos sacerdotes de Zaragoza, Luis Sierra, David Calvo, Ignacio Álvarez y Giovanny González, en su profesión de fe.
Se llaman Luis Sierra, David Calvo, Ignacio Álvarez y Giovanny González, y desde el pasado 19 de octubre, son los nuevos sacerdotes que pastorearán la archidiócesis de Zaragoza. La ceremonia de ordenación fue presidida por el arzobispo, Carlos Manuel Escribano, y tuvo lugar en la icónica Catedral-Basílica de Nuestra Señora del Pilar.
La ordenación sacerdotal sucede a ceremonias previas como la de ordenación diaconal, que tuvo lugar el 6 de abril de este año en el mismo lugar.
Con motivo de dicha ceremonia, los entonces seminaristas expresaron sus perspectivas a futuro en una breve pero emotiva entrevista concedida a los medios diocesanos. En el caso de Luis, originario de de La Almolda, destacó su servicio como seminarista a la residencia cercana al templo barroco de Santa Isabel, perteneciente a las Misioneras de Nuestra Señora del Pilar.
“Es precioso poder invocarla a Ella cada vez que vamos, habiendo sido infantico a su servicio”, celebró entonces.
Entrega sin reservas
Por su parte, Ignacio admitió haber cosechado una intensa experiencia de pastoral rural como seminarista, especialmente desde que el obispo le encomendó ayudar los domingos que fuese preciso en localidades como Zuera. Allí pudo celebrar la Palabra en varias ocasiones, lo que recuerda como “una experiencia entrañable”.

Luis Sierra, David Calvo, Ignacio Álvarez y Giovanny González, durante su ordenación sacerdotal presidida por el obispo Carlos Manuel Escribano.
Preguntados por sus perspectivas de cara a la ordenación, David subrayó “la confianza puesta en Dios y la esperanza de dar nuestra vida para siempre en esta llamada”. Una vocación que resume como “un camino de entrega a Dios y a los demás”.
Por su parte, Giovanny ya hizo gala entonces de un marcado deseo de comenzar su misión, “con muchos deseos y ganas de entrega sin reservas y sobre todo de servir en nombre de la Iglesia”. Una misión, dijo, que no es otra que “anunciar y llevar el Evangelio al mundo como una propuesta que de sentido pleno”.
"Un acontecimiento para toda la vida"
Luis Sierra no ocultaba su nerviosismo creciente, que por otra parte veía como algo “natural ante un paso tan importante”.
“No pierdo la Paz en el Señor y en la Virgen del Pilar, que jamás me ha abandonado. Se trata de un acontecimiento `para toda la vida´ y espero poder estar a la altura del sueño que Dios tiene para mí. Agradezco contar con la oración y el apoyo de mi familia y mis amigos, así como de tantos sacerdotes ejemplares de los que he aprendido, y espero seguir haciéndolo”, explicó.
Acoger a todos "sin abandonar la verdad"
Ignacio, el cuarto de los sacerdotes recién ordenados, limitó sus palabras a tres súplicas que elevaba a los cielos: “Que me conceda configurarme con Cristo servidor conforme al Corazón de Cristo, que seamos fieles, que amemos a los cercanos y lejanos y [que] sin abandonar la verdad, acojamos a todos”.
Uno de sus últimos episodios públicos antes de ambas ordenaciones fue el juramento de fidelidad, el pasado 4 de abril. Un evento que incluyó la profesión de fe, el juramento de fidelidad y la promesa de celibato, en un acto que los medios recuerdan “sencillo e íntimo”, con los seminaristas rodeados de familiares y amigos en su paso previo a la ordenación diaconal.

Luis Sierra, David Calvo, Ignacio Álvarez y Giovanny González, instantes después de ser ordenados sacerdotes el pasado 19 de octubre, rodeados y abrazados por religiosos y ministros.
Esperanza para un "desierto vocacional"
La Iglesia de Zaragoza celebró el “sí generoso a la llamada de Dios” de los cuatro nuevos sacerdotes, que pasan a engrosar una diócesis que no elude la omnipresente crisis de vocaciones. En sus peores pronósticos, Zaragoza ha llegado a ser incluida entre los llamados “desiertos vocacionales”.
Según cifras de Catholic Hierarchy correspondientes a 2023, la población que se reconocía católica superaba levemente las 875.000 personas sobre un total de 929.000 (94%).
Para pastorearlos, la diócesis contaba aquel año con 459 sacerdotes -entre religiosos y diocesanos-, resultando en algo más de 1.900 fieles por cada sacerdote. Zaragoza contaba, además, con algo más de 1.300 religiosos y 276 parroquias.