Cerro anima a los sacerdotes a vivir la detención de su compañero como una «llamada a la conversión»
El arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, anima a sus sacerdotes a una 'conversión': 'Revisemos nuestras vidas a la luz del Señor'.
La detención del sacerdote Carlos Loriente, de 45 años y ordenado en 2004, ha sumido a la archidiócesis de Toledo en la consternación.
El comunicado del obispado
El domingo 21 de septiembre fue arrestado durante un control rutinario en Torremolinos (Málaga), donde disfrutaba de unas vacaciones. Estaba en posesión de unas papelinas de estupefacientes y en compañía de otros tres hombres.
Tras difundirse la noticia, el miércoles el obispado emitió un comunicado en el que:
- lamentaba los hechos y reprobaba "cualquier conducta delictiva" que hubiera podido cometer el sacerdote;
- expresaba su confianza en la justicia y su "disposición a colaborar con ella";
- informaba de que le había "apartado cautelarmente del ejercicio del ministerio y de su oficio";
- pedía perdón "al Pueblo de Dios por los daños morales" resultantes de la detención de alguien tan relevante.
En efecto, Loriente, licenciado en Teología por la Pontificia Universidad Gregoriana y doctor en esa misma disciplina por la Lateranense, era canónigo de la catedral desde este verano y había sido vicerrector del seminario mayor y secretario general del Instituto Superior de Estudios Teológicos San Ildefonso, además de otros cargos y destinos pastorales.
La carta del arzobispo
De ahí el tono de gravedad que reviste la carta que ese mismo día envió el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, a todos los sacerdotes de la archidiócesis primada.
Se trata de "una situación muy dolorosa", afirma antes de dar una orientación sobre cómo vivirla: "Os invito a que vivamos estos momentos con espíritu de fe, desde la verdad y con entrañas de misericordia. Que este dolor sea ocasión de acoger la llamada a la conversión que el Señor nos hace a cada uno y a nuestra diócesis".
"Ninguno estamos libres de caer", añade posteriormente, "y por eso tenemos que ayudarnos a vivir en santidad, con renovado fervor, nuestro sacerdocio, teniendo como centro a Jesucristo vivo. Revisemos nuestras vidas a la luz del Señor. Dejemos a un lado todo lo que nos aparta de Él".
Y ofrece un consejo a sus sacerdotes: "No dudéis en pedir ayuda si os encontráis en una dificultad porque el enemigo aprovecha la soledad y el aislamiento para envolvernos".
Cerro aprueba la iniciativa de varios sacerdotes de la diócesis que en estos días han quedado para "rezar juntos"; anima a sostener a los fieles "desde la visión sobrenatural que nos impulsa a la oración, al sacrificio y a la intercesión" y les pide que recen por Carlos Loriente y por su familia.
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