Don Demetrio destaca Nicea como un hito: no solo de la Iglesia sino «en la historia de la humanidad»
De izquierda a derecha en la foto: Joaquín Alberto Nieva, deán del cabildo de la catedral de Córdoba; Demetrio Fernández, obispo emérito de la diócesis; y Patricio de Navascués, comisario del congreso sobre el Concilio de Nicea.
Este martes ha comenzado en Córdoba el Congreso Símbolo: Luz de Nicea, que conmemora el 1700º aniversario de la celebración del Concilio de Nicea. Expertos y especialistas en este acontecimiento histórico, que presidió Osio, obispo de Córdoba, en el año 325, presentarán hasta el viernes dieciocho ponencias con el resultado de sus investigaciones sobre un acontecimiento de gran relevancia para explicar el depósito de la Tradición de la Iglesia. En él se formuló la fórmula de fe que todavía se usa en todo el mundo cristiano y se recita en la misa.
Se abordarán cuestiones de índole histórica y arqueológica sobre Osio y las circunstancias que rodearon la convocatoria del Concilio de Nicea. También se tratarán temas de tipo dogmático, como el vínculo del Concilio de Nicea con la doctrina de la salvación del hombre; la necesidad de desarrollar continuamente la doctrina cristiana sin dejar de ser fieles a la tradición; el papel de la Sagrada Escritura o cómo se ha ido recibiendo la herencia del Concilio de Nicea a lo largo de los siglos hasta la Iglesia actual.
El comisario del congreso, Patricio de Navascués, señala que cuando se profundiza en la fe se encuentra “un misterio inagotable, no de oscuridad, sino de luz deslumbrante que no puede absorber por completo”. Los asistentes tienen pues como objetivo también salir fortalecidos en su fe en “Jesucristo luz de luz, Dios verdadero de Dios verdadero”.
La intervención de don Demetrio Fernández
El obispo emérito de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, inauguró el encuentro junto a Patricio de Navascués y el deán del Cabildo Catedral de Córdoba, Joaquín Alberto Nieva.
Responsables y asistentes al Congreso 'Símbolo: Luz de Nicea', en el día del arranque de sus trabajos. En el centro, el obispo emérito de Córdoba, Demetrio Fernández.
En su intervención, don Demetrio calificó el Concilio de Nicea como “un hito muy importante en la historia de la humanidad y especialmente en la historia de la Iglesia”, por lo que Córdoba tenía la “responsabilidad” de celebrar este aniversario, a la espera de que el culto a Osio se extienda a la Iglesia universal.
Explicó que el Concilio de Nicea marcó una pauta fundamental en la revelación de la Palabra de Dios y de la tradición de la Iglesia: “El Credo de Nicea nos une a todos en la misma fe” como signo de la unidad de la Iglesia.
Por su parte, Nieva resaltó la importancia de Córdoba en el Concilio de Nicea, al ser su presidente su obispo Osio.
En ese sentido, está abierta hasta el 5 de julio en la catedral de Córdoba la exposición Símbolo: Luz de Nicea, a través de la cual se puede conocer mejor la influencia del primer Concilio ecuménico de la Iglesia, su valor teológico y eclesial y la dimensión del obispo Osio a través de cuarenta piezas se propone una inmersión histórica, estética y espiritual.
Este martes se rezarán en la catedral de Córdoba unas vísperas en las que participarán, además de la Iglesia católica, autoridades y representantes del patriarcado ecuménico de Constantinopla; del Patriarcado Ortodoxo de Rumanía en España; del Patriarcado de Moscú en España; de la Iglesia Evangélica Reformada de España, que pertenece a la comunión anglicana, y de la Iglesia Evangélica española de la confesión protestante presbiteriana.