Fin de semana para jóvenes que buscan épica, formación clásica y nobles ideas de grandeza y belleza

La Fundación CLE, dirigida por la Dra. Catherine L’Ecuyer, imparte un Posgrado en Madrid que lleva por título: Educación Clasicorrealista y Humanidades. El tema es la vigencia de lo clásico, las humanidades contempladas desde un enfoque realista en el mundo de la educación. Este Posgrado ya inició su segunda edición, tras el éxito abrumador que ha tenido la primera. La fundación, que ofrece también una modalidad de menos dedicación para padres, ofrece ahora una actividad inédita para jóvenes: Lo clásico es épico.

Lo clásico es épico es el título de unas jornadas de formación para jóvenes organizadas por la Fundación CLE acerca de la aventura de una vida inspirada en los ideales clásicos y que se materializa en la cortesía clásica, en los buenos modales, en el hablar con propiedad y en el espíritu de nobleza.

Estamos ante un tema muy actual, dado el desbarajuste de las formas, de las conversaciones y de la brusquedad en el trato diario, que ha ido incrementando con el frenesí de un mundo cada vez más mediado por las pantallas y menos por las relaciones humanas. Ahí crece la necesidad de hablar del rescate de la caballerosidad, de la nobleza de espíritu, de la cortesía, no solo como un modo de presentarse ante los demás sino como una forma íntima de reflejar el respeto que nos inspira cada persona, por el mero hecho de serlo.

El objetivo es repensar cómo alcanzar la más noble versión de nosotros mismos para hacer la vida más agradable y bella a todos en nuestro entorno. Para alcanzar una vida más civilizada en sentido aristotélico: dar paso a una sociedad (polis) de amigos.

En este clima, ser personas distinguidas -interior y exteriormente- es una apuesta novedosa (¡y tan antigua!) a la que todos secretamente aspiramos.

Percibimos una verdadera nostalgia de vivir, en cada detalle, diariamente, la excelencia y la discreción atenta.

Esa excelencia, que se refleja en el trato hacia los demás, cobra también su sentido entre caballeros y damas que cuidan las formas y se relacionan con delicadeza.

Enrique García-Máiquez, ensayista, uno de los ponentes de la jornada, afirma que necesitamos “un renacer de los nobles ideales”. Es así: hemos perdido refinamiento aun cuando nos encanta la suave brisa de las palabras, las formas y la indumentaria adecuada como respuesta a disposiciones interiores que no dejan de ser virtudes. Las virtudes clásicas iluminan el buen trato hacia el otro, no solo por quedar bien y agradar sino por íntima convicción.

El espíritu clásico es el gusto por lo gratuito en el cuidado cotidiano del otro que no se mide en términos de utilidad sino por puro deleite del hacer las cosas bien que, como decía Antonio Machado “importa más que el hacerlas”. Es una forma de realzar las relaciones, siempre más allá de lo vulgar, lo rápido, o lo instantáneo.

Lo clásico es épico acontecerá a lo largo de un día y medio: todo el sábado y mitad del domingo, los días 27 y 28 de septiembre 2025 en el Restaurante La Favorita de Madrid. Están convocados 50 jóvenes entre 20 y 30 años. Habrá un proceso de selección. Para ello, aquellos interesados están invitados a presentar una carta en la que expondrán sus motivos, a jovenes@fundacioncle.org.

El programa consistirá en varias actividades -cena de gala, música en directo, baile para los más atrevidos, etc.- donde destacan las conferencias de la Dra. Catherine L’Ecuyer, Lo que nos impide ser clásicos; del Dr. Alfredo Cruz, Antropología de los buenos modales y Disciplina y compromiso como preámbulo de la libertad; del Dr. Darío Villanueva, Hablar con propiedad y elegancia; y finalmente, de D. Enrique García-Máiquez, El espíritu de nobleza y la caballerosidad y La mujer en Dante.

Que nadie crea que estamos ante una fiesta de apariencias. Se hablará del fondo y de la forma. De la mirada y del contenido. Ante el griterío actual, se hablará de la lucha por preservar la civilidad y evitar la incultura, la brusquedad y la mediocridad. Este encuentro es una apuesta grande por la cultura, el cultivo del alma ciceroniano, la humanidad en su expresión más exigente y bella. Y procurando siempre librarnos de la cursilería y de la pedantería. No es barniz de cultura, es expresión de una vida que desea encontrarse con lo bueno, lo verdadero y lo bello.

Ante la romántica y falsa idea de la ética de la autenticidad, Blaise Pascal señala que: “La cortesía es el arte de aparecer como lo que deberíamos ser”. Es decir, mejores.