Religión en Libertad

La empresa familiar de Wisconsin está profundamente marcada por la tradición y la vivencia de la fe

«Tridentine», la cerveza cristera que arrasa en supermercados: «Una gran oportunidad evangelizadora»

La familia Alcorn, de Wisconsin, nunca imaginó que su cerveza casera terminaría por ser una marca católica de éxito.

La familia Alcorn, de Wisconsin, nunca imaginó que su cerveza casera terminaría por ser una marca católica de éxito.

José María Carrera Hurtado
Publicado por

Creado:

Actualizado:

Muchos se preguntan qué tendrá la cerveza, su historia, producción y consumo para que con frecuencia se asocie a larga tradición cristiana y que, incluso en la actualidad, no sean pocas las iniciativas que la empleen como reclamo evangelizador.

Los casos abundan: desde auténticos manuales de historia católica de la cerveza como The beer option -La opción cervecera- de Jared Staudt, sacerdotes que conversan y evangelizan en mesas y barras con sus feligreses, como Brian Capuano, o incluso prelados que se precian de producir la mejor cerveza del mundo, como el trapense Lode Van Hecke, obispo de Gante.

Y estos no son los únicos. No es raro hallar otras iniciativas que aúnen fe y cerveza al margen de lo divulgativo y lo eclesial. Y mucho menos, que triunfen.

Por eso el caso de Tridentine es llamativo y digno de mención. La marca, cada vez más conocida en Estados Unidos y ya en varios supermercados, es la creación de una familia de Wisconsin, los Alcorn.

Desde hace más de una década, Jeff, Trevor y Cameron recuperaron el legado cervecero de sus raíces familiares y comenzaron a elaborar sus propias producciones en el sótano de su casa por mera diversión.

Al principio del camino que emprendieron entonces, no esperaban que a finales de 2024 sus cervezas estarían en los supermercados y que su teléfono no pararía de sonar, recibiendo continuos pedidos por parte de bares y restaurantes.

Al fin y al cabo, ni la familia puede competir por ahora con grandes artesanales del país como Goldfinger, ni tiene los medios de los que gozan otras grandes artesanales como Jolly pumpkin. Entonces, ¿qué hace a Tridentine tan especial y querida entre los consumidores?

Los Alcorn nunca han ocultado la raíz marcadamente católica de su cerveza. En una de sus últimas entrevistas concedidas a Catholic World Report, siempre fueron ambiciosos con su producción, resignándose a que las marcas de religiosidad le impidiesen llegar a un público global.

El mismo nombre es para ellos una forma de aunar su interés por las formas tradicionales de producción de la cerveza, la liturgia llamada tridentina e incluso por la cultura familiar que la cerveza, bien consumida, puede fomentar.

Su mismo slogan es “Elaboración de cerveza para mayor gloria de Dios”, y los títulos que lleva cada una de sus gamas y modelos no dan lugar a dudas.

Rezando por las almas del purgatorio con la cerveza del juicio final 

Una de las primeras y más conocidas es la Cristeros mexican lager, según su página web elaborada en recuerdo de los hombres y mujeres de México que estuvieron dispuestos a convertirse en mártires para proteger su fe, su iglesia, sus familias, su tierra y libertades frente a la persecución del gobierno y la ley Calles.

“Miles de personas murieron durante la Guerra Cristera entre 1926 y 1929, y en los años posteriores; sin embargo, esto no desanimó su perseverancia en la lucha por los derechos de Dios. ¡Viva Cristo Rey!”, describe el portal de Tridentine.

Descripción de la

Descripción de la "Cristeros mexican lager", uno de los productos pioneros de "Tridentine brewing".

Otra de sus grandes producciones es la Dies Irae Imperial Stout, cuyos envases están plagados de llamados a la oración por los difuntos recordando al ritual católico del réquiem:

“Esta stout imperial almibarada presenta notas de café y un agradable aroma a lúpulo. Dies Irae evoca el Juicio Final en el fin de los tiempos y las postrimerías, muerte, juicio final, cielo e infierno. Que este recordatorio de nuestro fin nos motive a encaminar nuestras vidas hacia Dios y a orar por el descanso eterno de quienes nos precedieron. Al beber esta cerveza, recen por las almas del Purgatorio, para que sean liberadas de sus sufrimientos”.

Hasta 4 horas en coche para comprar Tridentine: "El sueño de cualquier dueño"

Desde hace unos años, Tridentine Brewing se constituyó formalmente y buscó el formato para comenzar a distribuir su cerveza, lo que desde hace algunos meses hacen sin descanso.

Jeff, cabeza de Tridentine, detalla las primeras dificultades a la hora de aplicar las no pocas trabas legales del estado relativas al alcohol, su producción y distribución. Una vez superadas, buscó una gran cervecera con la que asociarse para aumentar su producción en Wisconsin. También tuvo que ampliar su agenda de contactos y ganarse la confianza de los dueños de pequeños supermercados y restaurantes que estaban dispuestos a vender su producto, aunque desconfiaban de su éxito.

Finalmente, uno de los dueños católicos del supermercado que contactó aceptó la comercialización.

Empezaremos poco a poco, con algunos paquetes de seis”, le dijo. Jeff sabía que no sería suficiente y que, con suerte en un par de días tendría que reponer la cerveza. “Al día siguiente recibí una llamada diciendo que se había quedado sin, pidiendo que llevásemos más”. La tienda se quedaba sin cerveza cada dos días y Alcorn tuvo que repetir la operación varias veces durante las siguientes semanas.

Los Alcorn, rezando la oración de bendición de la cerveza presente en el Rituale romanum:

La demanda inicial llegó a tal punto que los clientes conducían hasta cuatro horas y cruzando fronteras estatales para conseguir la cerveza.

“Ese es el sueño de cualquier dueño de tienda. ¡Se estaba agotando antes de que su cheque para mí llegara al banco!”, celebra el emprendedor.

Ampliando los horizontes 

Actualmente, el impulsor de Cervezas Tridentine está estudiando la demanda en los estados donde aún no se vende el producto. Acaba de recibir llamadas de restaurantes en otros lugares pidiéndoles comenzar la distribución que aseguran que estarían dispuestos a asumir cualquier gasto adicional para poder comercializarla pronto.

“Nunca hasta ahora había visto a nadie viajar en `peregrinación´ buscando cerveza”, comenta el gerente de una licorería.

Aunque pueda sonar extraño, para los proveedores de Tridentine brewing tiene cierto sentido llamar “peregrinos” a algunos de sus clientes, pues muchos acuden a adquirir la bebida con un componente no solo recreativo, sino también cultural e incluso evangelizador.

En el caso de Ryan Yang, feligrés de la capilla de la Fraternidad San Pedro de San Francisco de Asís en Lincoln (Nebraska) admite que la marca de cervezas católica despertó su interés al ver algunas de sus campañas promocionales.

“Al principio, pensé que eran solo memes graciosos. Pero cuando un amigo trajo a casa algunas cervezas de su visita a la cervecería, me enganché. La decoración era elegante y la cerveza deliciosa. En nuestro grupo de jóvenes de la Fraternidad de San Pedro, unas cincuenta personas, pudimos probar algunas cervezas antes de Navidad. Nos encantó e hicimos un pedido enorme”, cuenta el joven.

Los no católicos, atraídos por la belleza de su marca

Como parte de ese consumo “militante” en lo religioso o cultural, Ryan también considera relevante ver que las iniciativas católicas empleen una buena imagen y creen obras -productos- hermosos como la cerveza. Me da esperanza que la cultura hiperconsumista no haya profanado por completo el disfrute de las cosas buenas”, menciona.

Antes de concluir, Trevor detalla a su entrevistador, Julian Kwasniewski, la reacción del público no católico ante la marca, que define como “muy positiva”.

“La mayoría de las veces, los no católicos se sienten atraídos por la preciosa labor artística de las latas”, comenta Alcorn, conocedor de que por lo general, el cliente no católico nunca ha rechazado una de sus cervezas por los mensajes, bendiciones o imágenes de los envases. De hecho, esto suele ser motivo de conversaciones espontáneas sobre la fe.

Trevor, Jeffrey y Cameron Alcorn, líderes de Tridentine.

Trevor, Jeffrey y Cameron Alcorn, líderes de Tridentine.

Cerveza Tridentine, ¿una oportunidad evangelizadora?

“Normalmente, sin la presencia de cerveza, no surgen de forma natural temas como los soldados Cristeros o las postrimerías. Sin embargo, cuando hay personas que quieren saber más sobre lo que representa [los gráficos de las latas], se presenta una gran oportunidad para hablar sobre estos temas. En otras palabras, es una gran oportunidad de evangelización para introducir un tema católico y plantar una semilla que pueda madurar algún día”, admite el cervecero.

Por el momento, Cervezas Tridentine vislumbran un futuro prometedor.

Cuentan con una base de clientes amplia y consolidada, su producto “se vende solo” y ya cuentan con tres modelos de cervezas que funcionan como anticipo y una exitosa prueba de lo que serán sus otros dos modelos programados para 2025. Por el momento, Tridentine se vende presencialmente en locales de Wisconsin, pero la familia Alcorn continúa dando pasos para poder enviar su cerveza más allá de las fronteras de Estados Unidos. 

tracking