Religión en Libertad

Barbastro y la pila bautismal de su Catedral (y 2)

por el Dr. Martín Ibarra Benlloch

Milicianos en Barbastro en 1936

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2. Sobre la suerte de la pila bautismal durante la Guerra y la posguerra.

Hubo destrozos importantes durante la guerra civil de 1936-1939, especialmente durante los meses de julio y agosto de 1936. Fue terrible la noche del 25 de julio, cuando llegó la columna anarquista de Ascaso [7].

En el informe sobre la dominación marxista de Barbastro, se lee refiriéndose a la catedral: Entre las Imágenes profanadas y destruidas, merecen especial mención por su valor artístico, el Santo Cristo de los Milagros, por su antigüedad, valor artístico y devoción; tenía las terminaciones de la Cruz, Corona, e Inscripción de plata; la de nuestra Señora de El Pueyo, por su antigüedad y veneración, así como por la cantidad y valor de sus alhajas; y las del Ecce-Homo; la de Nuestra Señora del Carmen y Desamparados; la de nuestra Señora de los Dolores, también por su valor y veneración; mantos y alhajas, entre los cuales había un collar de oro, imperdibles de oro, platino y diamantes.- Entre los Vasos Sagrados, profanados y robados se pueden citar los siguientes; cuarenta y ocho cálices, entre ellos alguno de oro y varios con esmalte; veintisiete copones; catorce píxides; veinte custodias, algunas grandes y de plata repujadas y varias pequeñas también de plata; varios juegos de vinagreras, lavabos, cetros, mazas, seis ánforas grandes para los Santos Óleos; cinco báculos de plata, algunos de verdadero mérito, doce incensarios con sus navetas y cucharillas; Sacros, atriles, campanillas; varios faroles, uno de ellos de gran mérito y la arquilla del Monumento; varios candeleros de metal y palmatorias; varias vinajeras, lámparas y campanillas; veintiuna campana; varios incensarios, navetas y crucifijos de metal; diez Palios; muchos frontales y grenciales; un Pontifical completo, bordado en oro; cuarenta y un ternos; ochenta capas, doscientas casullas, algunas de ellas bordadas en oro y plata y un número muy elevado de albas, manteles, corporales y purificadores; dos órganos; nueve armonios; todos los confesionarios y sillas de las distintas iglesias; todos los Pasos y enseres de la Procesión del Santo Entierro; sesenta Misales y libros del Coro y varios estandartes [8].

En el informe del agente Claudio Villacampa, de 13-XII-1944, se lee: que en los archivos de esta Comisaría existen antecedentes de Bernardo Sánchez Subías, de 57 años de edad, casado, labrador, natural y vecino de Barbastro (Huesca), con domicilio en la calle de la Encomienda nº 4; siendo estos los siguientes: Pertenecía a Izquierda Republicana y era uno de los más significados izquierdistas de la localidad; ha intervenido en diversos hechos durante el periodo rojo, entre ellos se cita que fue a destrozar la Catedral, rompiendo a golpes de martillo la Pila Bautismal. En julio de 1933 ya intervino en los sucesos que terminaron con el asalto al Seminario y en el cual el informado fue de los que empujaron con un madero derribando la puerta. El primer matrimonio civil verificado en Barbastro fue el de una hija del informado” [9]. Este asalto al Seminario de Barbastro es el que realizó el alcalde Pascual Sanz –del PRRS y luego de Izquierda Republicana-, secundado por concejales y afiliados de su partido, con el conocimiento del gobernador civil de Huesca, que dio orden de la Guardia civil de no intervenir ante el asalto y solo si los que se hallaban dentro –seminaristas y profesores- se defendían. Se celebraba en todo el mundo el Día Rojo, creado ese mismo año en la Unión Soviética, la noche del 1 al 2 de agosto de 1933 [10] .

Don Segundo García de la Sierra y Méndez fue obispo de Barbastro de 1954 a 1959. Él vivió las cambios de límites diocesanos, con la incorporación de veintiún parroquias y 6500 fieles. Barbastro crecía: en 1952 se inauguró la iglesia de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados; en 1954 lo hizo el Seminario Conciliar; en 1955 se abrieron la estación de autobuses y el nuevo colegio de las Escuelas Pías; en 1956 se acabó el puente de las Pilas sobre el río Cinca y comenzaron las obras del pantano de El Grado . Fue en octubre de ese año 1956 cuando se realizó la descubierta del santuario de Torreciudad por parte del catedrático de Geografía Juan Manuel Casas Torres, el catedrático de Historia del Derecho José Orlandis Rovira y don José María Hernández Garnica. Es el inicio del nuevo Torreciudad y una recuperación del trato y amistad con don Santos Lalueza, canónigo que fue muchas ocasiones vicario general de la diócesis de Barbastro.

Entre don Santos Lalueza y el fundador del Opus Dei, san Josemaría, se mantuvo una buena amistad, que comenzó con la solicitud de apoyo en el año 1943, para mantener la diócesis y evitar su desaparición . Desde entonces, san Josemaría que en estos años cincuenta ya se había establecido en Roma, colaboró siempre a favor de sus condiocesanos.

En una de estas visitas del catedrático y sacerdote don José Orlandis, le preguntó por la antigua pila bautismal que había en la parroquieta. Así lo escribe don Santos: [don José Orlandis le visitó y] “le preguntó por la antigua pila bautismal que había en la Catedral –en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción- y que había sido sustituida por una nueva porque la vieja se encontraba totalmente cuarteada y llena de grietas. Había estado en uso aún después de la guerra, hasta hacía poco tiempo, pero muy mal sostenida con pegotes de cemento. Los restos, considerados inservibles, se habían echado al río”. “Así se lo dije a don José: “Allí estarán si no se los ha llevado una riada”. Fuimos entonces a ver a Clavería y que había sido el encargado de llevarlos al río. Me confirmó que efectivamente los trozos seguían aún en el cauce del Vero y se podían identificar bien porque la pila había estado esculpida en piedra de Zaidín, una piedra caliza, muy distinta de la de aquí, que es arenisca”. Y continúa: “Después de comprobar que eran efectivamente restos de la antigua pila bautismal de la Catedral, el mismo Clavería se ocupó de llevarlos al huerto del Palacio episcopal y el carpintero -Antonio Durán- se ocupó de embalar aquellos pedruscos. Recuerdo bien que aquel carpintero no entendía por qué era necesario embalar y enviar a Madrid una cosa de ningún valor: “Estas piedras no pueden interesar a nadie”, decía .

Así que la pila bautismal vandalizada se utilizó durante unos años, hasta que el cabildo catedral decidió su sustitución. La solución más rápida fue encargar a Clavería que echara la pila al cauce del río Vero. Al caer al cauce, quedó en trozos, debido a su pésimo estado a consecuencia de los martillazos de 1936. Pudo ser unos días antes de esta decisión de tirarla al cauce del río, cuando el canónigo organista don Julio Broto la pudo ver en el jardín del Palacio Episcopal . Aunque también la pudo ver antes de que fuera echada al cauce del río.

Los restos de la pila bautismal llegaron a Roma. San Josemaría escribió al obispo García de la Sierra agradeciéndole el obsequio de la diócesis y del cabildo. “Acaban de llegar a Roma los restos de la fuente bautismal de la Catedral de Barbastro, que Vuestra Excelencia y el Excelentísimo Cabildo han tenido a bien regalar al Opus Dei, y no puedo dejar de agradecer al Señor Obispo –como lo haré también directamente al Cabildo- esa delicadeza, que tanto me ha conmovido. Esas piedras venerables de nuestra Santa Iglesia Catedral, bien restauradas aquí en Italia por estos hijos míos, ocuparán un puesto de honor en esta Casa Generalicia. Gracias de nuevo, Excelencia, por esa amabilidad que siempre recordaremos con profundo reconocimiento” . Estos restos fueron restaurados y ampliamente completados, colocándose la nueva pila bautismal a la entrada de la iglesia de Santa María de la Paz, como pila de agua bendita, con una inscripción .

Así que los restos de esta pila bautismal, dejados en el jardín del Palacio Episcopal de Barbastro y echados al cauce del río Vero, volvieron a tener un lugar y un uso adecuado .

Santa Rita, Santa Rita…

Misa de campaña en la ermita de Santa Orosia, invierno de 1938. Celebra don Santos Lalueza