Abrazar con benevolencia es un don de Dios

Este hombre, mientras vive, usa de los amigos para mostrarles su generosidad; de los enemigos, para ejercitar su paciencia; de otros que puede, para hacerles bien; de todos, para abrazarlos por su benevolencia 🔹San Agustín. La verdadera religión 47,91🔹

▶️ En el contexto de la Espiritualidad Católica: Esta frase nos ofrece una perspectiva profunda y práctica sobre cómo relacionarnos con los demás, sean amigos, enemigos o simplemente personas que encontramos en nuestro camino. San Agustín nos invita a trascender las categorías simplistas de "amigo" y "enemigo" y a ver a cada persona como un ser humano único y valioso, merecedor de nuestro amor y respeto. Nos desafía a convertir cada encuentro en una oportunidad para crecer en virtud y para reflejar el amor de Dios en el mundo.

La frase nos recuerda que la vida cristiana no es un camino solitario, sino una aventura compartida. Tristemente, a veces es imposible esta vivencia compartida por la gran cantidad de ideologías que nos separan y enfrentan. Nuestras relaciones con los demás deben ser un crisol donde se forja nuestra santidad. Deberíamos amar a nuestros amigos con generosidad y soportar a nuestros enemigos con paciencia. Deberíamos hacer el bien a todos los que podemos y abrazar a todos con benevolencia, para acercamos cada vez más a la imagen de Dios.

La benevolencia es la culminación de la enseñanza del Señor. Debemos abrazar a los seres humanos con benevolencia, es decir, con buena voluntad, con un deseo sincero de su bien. Si hay diferencias, dejarlas a un lado y centrarnos en Cristo, que es lo esencial. La benevolencia no significa estar de acuerdo con todas las acciones de los demás, sino reconocer su dignidad inherente como hijos de Dios y tratarlos con respeto y compasión. La benevolencia es el fundamento de la paz y la reconciliación, y es un reflejo del amor incondicional de Dios por toda la humanidad. Si actuamos de esta forma quizás, con la Gracia de Dios, escucharán que Cristo llama a su puerta y decidan abrirle. Si tratamos con indiferencia a los demás, esta oportunidad desaparece totalmente.

▶️ En el contexto de la evangelización digital. En las redes existe la posibilidad de contactar con personas con ganas de enfrentamiento. Esto evidencia que detrás hay ideología y ganas de lucha. ¿Qué sucede si respondemos con entendimiento y caridad? Normalmente estas personas se irán porque se sentirán extrañas con alguien que no ataca. Pero, quizás, las redes pueden ser el primer paso para que empiecen a reflexionar. La semilla no siempre cae en tierra fértil, pero para Dios no hay nada imposible.

▶️ Preguntas para reflexionar: ¿Estamos dispuestos a aceptar este desafío de dar bien a cambio de mal? ¿Estamos dispuestos a convertir cada encuentro en una oportunidad para amar y servir a los demás? ¿Tendremos el valor de no luchar o agredir, para que Dios pueda estar presente?

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