Aunque no lo creamos, vivir coherentemente evangeliza

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Amad a Cristo; desead la luz que es Cristo. Si él deseó la luz corporal, ¡Cuánto más debéis desear vosotros la luz del corazón! Gritémosle no con la voz, sino con las costumbres.🔹San Agustín. Sermón 349, 5🔹

▶️En el contexto de la Espiritualidad Católica: San Agustín comienza su pensamiento con una doble llamada para que reflexionemos: debemos amar verdaderamente a Cristo y a desear la Luz que Él encarna. Este amor no es un sentimiento superficial romántico, como nos han hecho creer. Amar es una profunda interconexión con Dios en todo lo que nos rodea. Es una conexión que transforma nuestra vida. Esta "Luz" aquí no es la luz física, sino la iluminación espiritual del entendimiento, la sabiduría del Espíritu Santo, la Verdad y la Gracia que emanan de Dios. Es la Luz que disipa la oscuridad que rodea la vida cotidiana cuando olvidamos a Dios. Es la Luz que nos hace darnos cuenta del pecado, la ignorancia y el sufrimiento, que nos rodea. Es desear la presencia de Cristo en nuestras vidas, la guía de su Espíritu Santo y la transformación que sólo Él puede obrar.

El camino a la santidad, en el plano material, se anda cuando anhelamos la luz espiritual. Si alguien busca la luz física para ver, para trabajar, para vivir en el mundo físico, ¡Cuánto más urgente y necesario es buscar la Luz de Cristo, para iluminar nuestra alma, para guiarnos en el camino de la salvación, para vivir en la Verdad y el Amor! Esta es una invitación a priorizar lo espiritual sobre lo material, lo eterno sobre lo temporal.

San Agustín nos advierte contra un falso amor a Cristo. Un amor puramente, aparente, verbal o superficial. No basta con profesar nuestra fe con palabras. El verdadero amor a Cristo se demuestra con acciones, con nuestras "costumbres" cotidianas, con la forma en que vivimos nuestra vida día a día. Es un llamado a la coherencia entre lo que decimos creer y lo que hacemos. San Agustín indica algo esencial: "Gritarle con las costumbres", que significa vivir de acuerdo con los valores del Evangelio, practicar la caridad, buscar la justicia, perdonar, amar al prójimo y, en definitiva, seguir el ejemplo de Cristo. Resumiendo, la frase nos recuerda la importancia de priorizar la búsqueda de la Luz espiritual por encima de las aparentemente bellas sombras materiales que nos ofrecen en cada esquina.

▶️En el contexto de la evangelización digital. Esta frase habla de la actitud que debería conducirnos en las redes sociales. Es un llamado a vivir una fe auténtica que muestre al mundo el ansia que nos lleva a la constante búsqueda de la iluminación espiritual. En un mundo y redes sociales, cada vez más secularizadas, evangelizar necesita una actitud constante que sea incómoda y haga pensar a quienes vean nuestra actividad en las redes. Podemos crear contenido que muestre cómo el amor a Cristo se manifiesta en acciones concretas y que inspire a otros a seguir el ejemplo de Jesús. No es sencillo e incluso generará indiferencia y rechazo, pero eso es evangelizar. El vacío "jiji jaja" sólo puede ser una escusa para no evangelizar realmente. Como hashtag les proponemos este: #VivirEvangeliza

▶️Preguntas para reflexionar: ¿Estamos buscando la Luz de Cristo en tu vida? ¿Sentimos que hacerlo incomoda? ¿Estamos viviendo nuestra fe con coherencia y autenticidad? ¿Estamos permitiendo que el amor a Cristo transforme nuestra vida y el mundo que te rodea?

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