Lo que damos a los demás, puede venir de vuelta

Ponte de acuerdo contigo mismo. Si no quieres ser engañado, no engañes; no hagas lo que no quieras sufrir 🔹San Agustín. Sermón 306, 9🔹

▶️En el contexto de la Espiritualidad Católica: Esta frase no habla de la coherencia interna como regla de oro. No generes dolor si no quieres recoger dolor. Pero también puede ayudarnos a darnos cuenta de lo complejo que es amar verdaderamente al prójimo. ¿Podemos mostrar al nuestro prójimo que sus acciones generan dolor? ¿Podemos mostrar el dolor que producen otras personas en nosotros? Muchas personas pensarán que no damos bien a cambio de mal, siendo justamente lo contrario. Mostrar las consecuencias de los actos de los demás es amarles. Sobre todo porque les ponemos un espero delante para que se vean.

San Agustín nos invita a la coherencia y a la armonía interna. Esto implica una honesta introspección y un alineamiento entre nuestros pensamientos, palabras y acciones. Significa vivir de acuerdo con nuestros valores más profundos y ser auténticos en nuestra forma de ser. Es un llamado a la integridad personal, a no vivir una vida dividida o hipócrita. Si sonreímos cuando nos apuñalan, pensarán que nos hacen bien y que estamos de acuerdo en ser apuñalados. Otra cosa es no devolver mal, que sería apuñalar a quien nos apuñala.

San Agustín también establece una conexión directa entre nuestras acciones y sus consecuencias. El mal, el engaño, escomo un boomerang, siempre regresa. Si sembramos la desconfianza a través del engaño, cosecharemos la desconfianza en nuestras propias vidas. Esta parte de la frase subraya la importancia de la honestidad y la transparencia en nuestras relaciones. Nos invita a ponernos en el lugar del otro y a evitar causarle daño o sufrimiento que le haga mal. Implica tratar a los demás como nos gustaría ser tratados, con respeto, compasión y justicia. Justicia, que como hemos dicho, no es sonreír cuando nos apuñalan.

La paz interior se encuentra en vivir con coherencia entre lo que pensamos, decimos y hacemos. Cuando vivimos en contradicción con nuestros valores, experimentamos conflicto interno y sufrimiento. La coherencia interna nos libera de esta tensión y nos permite vivir una vida más auténtica y plena. Siempre tenemos una profunda responsabilidad por las consecuencias de nuestras acciones. No podemos esperar recibir un trato justo y honesto si nosotros mismos no somos justos y honestos con los demás. Somos arquitectos de nuestra propia realidad y cosechamos lo que sembramos. Pero, no esperemos trato justo siempre que nosotros lo ejerzamos. A veces, hacer el bien se paga con indiferencia o resentimiento.

La integridad es un testimonio de nuestra fe. Cuando vivimos de acuerdo con nuestros valores cristianos, reflejamos la luz de Cristo en el mundo. Nuestra coherencia interna se convierte en un ejemplo para los demás y les inspira a buscar la Verdad y la Justicia.

▶️ En el contexto de la evangelización digital. Al evangelizar en las redes, nuestra actitud debe ser coherente con el mensaje que compartimos. Pero seamos conscientes que no se trata de aparentar como no somos para "vender" el mensaje que no es verdaderamente nuestro. Debemos vivir lo que predicamos y ser un ejemplo de honestidad, compasión y justicia. Podemos utilizar las redes sociales para compartir relatos que reflejen lo que somos y muestren que es posible superar la hipocresía y han encontrar la paz en la coherencia interna. Podemos ofrecer recursos y herramientas para el crecimiento personal y la sanación espiritual. El hashtag que proponemos es #MirarseAlEspejo

▶️ Preguntas para reflexionar: ¿Estamos viviendo en acuerdo nosotros mismos y con Cristo? ¿Hay áreas de nuestra vida en donde abunda la contradicción o hipocresía? ¿Qué pasos podemos dar para vivir una vida más auténtica y coherente? ¿Sabemos dar un verdadero bien a cambio del mal recibido?

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