La transparencia de las entidades católicas
Una de las "asignaturas pendientes" en muchas organizaciones

¿Cómo se construye esa confianza? La respuesta está en la transparencia
¿Realmente tu entidad inspira confianza y transparencia?
Una de las bases del fundraising o de los elementos fundamentales de la recaudación de fondos, es la confianza que inspire tu entidad sin ánimo de lucro en sus donantes actuales o futuros.
Es posible conseguir un donativo puntual sin que conozcan bien tu entidad, pero es imposible construir una relación duradera con tus donantes sin confianza. Pero, ¿cómo se construye esa confianza? La respuesta está en la transparencia.
La Real Academia Española define la transparencia como “que deja ver nítidamente los objetos a través de él”. En el contexto de una entidad sin ánimo de lucro, esto significa que nuestra organización debe ser como un cristal limpio: austera en su manejo de recursos, accesible al público en su comunicación y eficaz en el cumplimiento de su misión. La transparencia no es solo una palabra de moda, es una práctica esencial que debe reflejarse en cada persona y cada acción de tu organización.
Bien sabemos todos que la transparencia sigue siendo, en la mayoría de las instituciones o entidades vinculadas a la Iglesia Católica, una de las grandes “asignaturas pendientes”.
En esta entrada, exploraré los principios éticos del fundraising y las herramientas prácticas para lograr esa transparencia que abre corazones y carteras.
Los tres principios éticos del fundraising
En la recaudación de fondos existen tres principios fundamentales que sostienen la ética de nuestra labor. Estos no son solo buenas prácticas, sino compromisos ineludibles con quienes confían en las instituciones de la Iglesia Católica y en nosotros:
1. Agradecer inmediatamente cada donativo que recibimos
Un “gracias” sincero, personal y oportuno es el primer paso para construir una relación duradera con el donante.
Un correo, una llamada o incluso una nota escrita de agradecimiento, no solo es cortesía o buena educación. Es reconocer que cada céntimo que nos confiaron, lo hicieron por un acto de amor y de fe en nuestra misión, pues este dinero lo podrían haber invertido, haberse dado un gusto o comprado algo, pero, a cambio, logramos moverles el corazón y despertar su generosidad.
2. Respetar la voluntad del donante
Cada donación, por pequeña que sea, representa un acto de confianza. El donante ha depositando su fe en nosotros y nuestra organización. para que empleemos esos recursos para lo que solicitamos en nuestra petición o según su voluntad. Es imperativo que respetemos sus indicaciones sobre cómo invertir ese dinero.
En el caso de campañas permanentes o donativos generales recibidos, por lógica y ética, debemos emplear estos recursos en nuestro fin fundacional, es decir en atender a nuestros beneficiarios o nuestro objetivo general, lo cual incluye, por supuesto, el hacer campañas de sensibilización y de fundraising, para aumentar la base de prospectos y donantes, que garanticen la supervivencia y crecimiento de nuestra entidad.
3. Mantenerlos informados sobre el impacto de su donación
La comunicación constante es clave. Los donantes quieren saber cómo se está utilizando su dinero y qué impacto está teniendo. Mantenerlos informados no solo genera confianza, sino que también los hace sentir parte activa de la causa. Y hay dos mecanismos, fantásticos y arraigados, para cumplir este principio ético básico de nuestra entidad:
• La Newsletter o el Boletín periódico: Normalmente se envía mensual o trimestralmente por correo electrónico. También estas noticias deben ser publicadas en la página web. Publiquemos historias y testimonios, avances de nuestros proyectos, noticias que afecten a nuestra causa, etc. Pero es importante que cada noticia realmente entretenga, forme e informe a nuestros lectores (no a nosotros). Y cada noticia, además de una buena imagen o video, debe seguir el principio AIDCA: Llamar la Atención, despertar el Interés y que la lean completa, suscitar el Deseo de apoyarnos y genera Confianza en nuestra entidad.
• La Memoria Anual: Publicar en tu web la memoria anual, explicando cuánto dinero recibimos el año anterior, a dónde destinamos esos fondos, describiendo los logros, proyectos realizados, historias de nuestros beneficiarios, así como nuestros principales planes para el año siguiente, no solo genera confianza, sino que también crea una sensación de cercanía y responsabilidad con tus donantes. No importa si es del tamaño de una hoja de Word o un documento más extenso
No solo serlo, sino parecerlo
Tú trabajas en tu organización y la conoces a fondo. Estoy seguro de que sabes que cada persona involucrada en ella actúa con honradez, ética y austeridad, movida por un amor desinteresado hacia la causa y nuestro prójimo. Pero quienes están afuera no lo saben. Para ellos, tu entidad -y la Iglesia Católica- es tan confiable como la que ven y perciben. Por eso, no basta con ser transparente; hay que parecerlo.
Sin esa percepción de confianza total, te será imposible construir una relación duradera con los donantes y una base sólida de donantes mensuales o recurrentes. Aquí entran en juego elementos prácticos como la austeridad, el cumplimiento legal y la publicación de códigos o normas de conducta, que desarrollaremos a continuación:
• Austeridad: La austeridad es sinónimo de sobriedad y moderación, no de pobreza. Implica un uso responsable y eficiente de cada céntimo, asegurando que cada inversión esté justificada y que se eviten gastos superfluos. Esta transparencia y compromiso, con la austeridad visible, es fundamental para generar confianza y fortalecer nuestra relación con quienes nos apoyan.
• Cumplimiento de toda la normativa legal de tu país: Operar dentro de la legalidad es innegociable. Esto incluye que nuestra entidad esté constituida y registrada ante los organismos competentes, presentar cuentas e informes según la indica la ley, cumplir con las normativas de protección de datos y todas las regulaciones de nuestro país.
• Disponer y publicar un código ético o de conducta: Seguramente, los principios de conducta ya están implícitos en las constituciones o estatutos de tu entidad. Sin embargo, te invito a extraerlos y complementarlos para que tu entidad disponga y publique en la web, un buen código ético o de conducta. No necesita ser un documento extenso; con un par de hojas sería suficiente par una entidad pequeña. Este código debe ser conocido y aceptado explícitamente por las personas vinculadas a la organización e incluir los principios que guían el comportamiento ético, la forma cómo se consiguen y manejan los donativos, cómo se supervisan los proyectos, cómo se mide su impacto, la austeridad en los gastos administrativos y la forma en que se informa de los resultados.
• Manual de ambientes seguros: Si tu entidad “trabaja” o está directamente relacionada con menores de edad o adultos vulnerables, es indispensable contar con un manual de ambientes seguros. Este documento debe detallar las políticas de prevención y respuesta ante cualquier situación de abuso o riesgo, y debe estar publicado tanto en tu web como en la sede física de la entidad. Además, establecer un canal de denuncias discreto y anónimo (un correo o un teléfono específico), donde se tomarán cada denuncia con la máxima seriedad. Esto no solo protege a los beneficiarios, sino que demostrará a los donantes que el compromiso ético es absoluto.
• Sellos de certificación ética de terceros: Una manera bastante efectiva para fortalecer nuestra credibilidad y la confianza de quienes nos apoyan, es publicando que disponemos de una “certificación ética” de un organismo independiente, especializado. Estas entidades, despues de realizar una exhaustiva “auditoría” y hacer un seguimiento periódico, refrendan nuestro cumplimiento con la transparencia, la responsabilidad y el manejo ético de los recursos. Como ejemplo de lo anterior te invito a descubrir nuestro Sello de Certificación Ética de Donativos. Una certificación expedida por un organismo, de prestigio internacional, como lo es el Instituto de Fundraising Católico.
Una invitación a dar el siguiente paso
La confianza y la transparencia no son solo valores; son herramientas que transforman a una entidad sin ánimo de lucro. En el Instituto de Fundraising Católico, creemos que dominar estas y muchas otras herramientas, es la clave para que cualquier organización, pueda crecer, fortalecerse y perdurar. Te invito a dar un paso más y unirte a nuestro Máster en Fundraising, un programa único y exclusivo que cambia, por completo, el rumbo de tu entidad y tu futuro profesional.