Una parroquia viva...
Creo que lo mejor es leer serenamente algunos textos, sin prejuicios y sin proyectar de antemano lo que nosotros podamos creer que es una parroquia.
A partir de ahí es cuando se puede trabajar en una línea común. ¿Qué es una parroquia?
La renovación de una parroquia comienza con católicos -con sus sacerdotes y consagrados- que dóciles al Espíritu Santo, poseen un profundo anhelo de santidad y un impulso espiritual. Entonces, con hombres y mujeres santos, un pequeño núcleo que como levadura lo fermenta todo, una parroquia mostrará el rostro amable de Cristo y lo razonable de nuestra fe y de nuestra esperanza. O dicho de otra manera, asumirá un talante evangelizador nuevo y distinto. Aquí es donde hay que incidir y donde se podrá palpar si una parroquia está viva. Veamos algunos criterios que ofrece F. Sebastián.