Orar de rodillas
Precioso, grande y liberador signo: orar de rodillas. Es la postura humilde de quien toca el suelo y reconoce que él no es nada, pero que Dios lo es todo.
Orar de rodillas es el reconocimiento del Misterio de Dios y de su Presencia. Es la postura habitual -mortificada, desde luego- para pasar largos ratos de oración ante el Sagrario y ante el Santísimo expuesto en la adoración eucarística. Es la postura obligatoria para los fieles durante la consagración en el rito romano. Se reconoce y se adora.