Religión en Libertad

Creado:

Actualizado:

Difícilmente, si Cristo fuera un personaje del pasado, podría tocar mi vida en el hoy; sería imposible, si Cristo fuera la proyección de un ideal ético, de moral y de justicia, que comunicase algo de forma real a mi vida; sólo si Cristo hoy está vivo, sólo si Cristo es una Persona y no un fantasma del pasado o la proyección de un ideal, puede tener un contacto real, objetivo, conmigo hoy.

Por su Resurrección y Glorificación, Cristo está vivo, Cristo está actuando hoy, interviniendo hoy, salvando hoy... Es real y posible el acceso a Él porque Él se está dando. Para ello, entregó el Espíritu Santo que continuaría la obra de Cristo, volvería a pasar por nuestros corazones sus Palabras (re-cordar) y tomando de lo de Cristo, nos lo daría ahora, ya que hay una perfecta continuidad entre Cristo y el Espíritu y no una ruptura o un orden económico nuevo. Algunos hoy todavía siguen hablando del Espíritu Santo como si rompiera barreras y fuera más allá de Cristo, actuando por libre... y cualquier impulso o capricho piensan ya que es el del Espíritu Santo... El Espíritu Santo realiza en nosotros una obra peculiar: nos une a los misterios de Cristo, nos asimila a los misterios de Cristo, hace que los misterios de Cristo se reproduzcan en nosotros y cada cual se configure con Belén, Nazaret, Vida oculta, desierto, vida pública, Tabor, Getsemaní, azotes, cruz, Calvario, Resurrección. Esto que fue un punto central de "Jesucristo y sus misterios" en Dom Columba Marmión, lo encontramos en Newman. Dice en efecto:

Esta Presencia de Cristo, tan real, en la existencia del cristiano que vive unido de veras a Él, alcanza un máximo de densidad, por decirlo de alguna manera, en la Eucaristía. ¡Ahí está el Señor! Se da, se entrega, se nos ofrece y con su gracia santificadora, nos comunica de lo suyo y nos eleva a su vida divina:

Sin embargo, Newman nos invita además:

¿Y qué sería de nosotros sin la Persona de Cristo? ¿Qué sería de nosotros sin Cristo? Si hiciéramos esa ficción mental y descubriéramos que todo seguiría igual, sólo con una religiosidad vaga, difusa, entonces es que no hemos conocido a Cristo o éste representa más bien poco. Pero quien ha conocido a Cristo, ¡¡no puede vivir sin Él!!

Suscríbete

y recibe nuestras noticias directamente