Casi siete meses después dimitir como cardenal el pasado mes de julio, la Santa Sede ha anunciado que Theodor McCarrick ha sido reducido al estado laical.

Según un comunicado de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el decreto de conclusión del proceso penal canónico contra el arzobispo emérito de Washington se promulgó el 11 de enero, declarándole "culpable de los siguientes delitos perpetrados como clérigo: solicitación en confesión y violaciones del sexto mandamiento con menores y adultos, con el agravante de abuso de poder".

El 13 de febrero, en sesión ordinaria, la Congregación "examinó los argumentos presentados en el recurso del recurrente y decidió confirmar el decreto", lo que le fue comunicado a McCarrick el 15 de febrero": "El Santo Padre ha reconocido la naturaleza definitiva, según la ley, de esta decisión, que convierte el caso en res iudicata [cosa juzgada], esto es, no sujeta a ulterior recurso". 

El ex cardenal McCarrick, ordenado sacerdote en 1958 y consagrado obispo en 1977, fue elevado al cardenalato en 2001 por San Juan Pablo II. Participó, por tanto, en los cónclaves que eligieron a Benedicto XVI y Francisco.

La decisión de que abandone el estado sacerdotal lleva fecha del miércoles 13 de febrero, aunque se dio a conocer este sábado. Esto implica que a partir de ahora es un laico más y queda excluido de cualquier derecho u obligación ligados al sacerdocio. Sin embargo, dado que el sacramento del orden imprime carácter en el alma, no perderá nunca la posibilidad de consagrar válidamente (aunque sería sacrílego que lo hiciese) y de absolver los pecados (aunque solo sería válido para un moribundo y en ausencia de sacerdote).

McCarrick ha sido encontrado culpable de múltiples abusos sobre menores de edad y de comportamientos inapropiados con seminaristas y sacerdotes jóvenes. El 20 de junio del año pasado se hizo pública una denuncia por violación a un adolescente en 1977, cuando aún era sacerdote, poco antes de ser consagrado obispo. La polémica sobre cuándo conoció la Santa Sede los comportamientos desviados de McCarrick estalló tras el testimonio en agosto pasado del arzobispo Carlo-Maria Viganò, antiguo gobernador del estado vaticano y ex nuncio en Estados Unidos.