El cardenal Robert Sarah, prefecto de la Sagrada Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, ha sido muy concreto al señalar la fecha del 27 de noviembre, primer domingo de Adviento, como aquella en la que pide a los sacerdotes que empiecen a celebrar misa ad Orientem, esto es, cara al Señor, de modo que celebrante y fieles estén mirando hacia el mismo sitio.

Fue en la conferencia inaugural del congreso Sacra Liturgia, que se está celebrando en Londres entre el 5 y el 8 de julio, una iniciativa debida en buena parte al obispo de Fréjus-Toulon (Francia), Dominique Rey, organizador de las anteriores ediciones en 2013 y 2015. Se autodefinen como "conferencias internacionales de formación litúrgica a la luz de la Nueva Evangelización", y en la edición de 2016, además del cardenal Sarah y de monseñor Rey, intervienen, junto a otros expertos y monjes benedictinos, el arzobispo de San Francisco (Estados Unidos), Salvatore Cordileone y el obispo de East Anglia (Inglaterra), Alan Jones.


El cardenal Sarah, a la derecha, en el congreso Sacra Liturgia acompañado del arzobispo de San Francisco, Salvatore Cordileone.


En ese contexto, el cadenal Sarah destacó que “es muy importante que volvamos lo antes posible a una orientación común, con los sacerdotes y los fieles todos en la misma dirección: hacia el Oriente o al menos hacia el tabernáculo, hacia el Señor que viene".

"Os pido que implementéis esta práctica en donde sea posible", continuó el purpurado guineano, con "prudencia" y con la necesaria catequesis, pero "con la confianza de que es algo bueno para la Iglesia, algo bueno para nuestro pueblo": "Vuestro propio juicio pastoral determinará cómo y cuándo será posible, pero comenzando quizás el primer domingo de Adviento de este año, cuando esperamos 'al Señor que viene' y que 'ya no tardará'".

Además, el cardenal Sarah desveló que el Papa Francisco le ha pedido estudiar una "reforma de la reforma" para "enriquecer las dos formas, ordinaria y extraordinaria, del rito romano". La "reforma de la reforma" es un proyecto que se remonta al pontificado de Benedicto XVI, con la intención de mejorar la continuidad litúrgica en la oración de la Iglesia tal como se ha transmitido antes y después del Concilio Vaticano II. Se trata de llevar a pleno cumplimiento la constitución conciliar Sacrosanctum Concilium, pues "los padres conciliares no pretendieron una revolución, sino una evolución", dijo el cardenal. 


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"La liturgia no va de ti y de mí", continuó: "No es donde celebramos nuestra identidad o idiosincrasia o donde exaltamos o promovemos nuestra cultura o nuestras costumbres religiosas locales. La liturgia va, ante todo y sobre todo, de Dios y de lo que Él ha hecho por nosotros".

El cardenal Sarah también animó a arrodillarse en la consagración y para comulgar: "Allí donde han desaparecido la genuflexión y el arrodillarse, deben ser restaurados, en particular al recibir al Señor en la Santa Comunión".


Tras la intervención del cardenal Sarah, monseñor Rey (uno de los obispos más activos en la Nueva Evangelización en Francia) anunció que dirigirá en breve una carta a los sacerdotes de su diócesis en el sentido expresado por el prefecto del Culto Divino, y él mismo empezará a hacerlo en su catedral.

Al fijar una fecha tan concreta, el 27 de noviembre, y tan apropiada para el gesto litúrgico de celebrar "cara al Señor" (el primer domingo de Adviento), el cardenal Sarah da un paso más en un punto en el que está siendo cada vez más específico: en una reciente entrevista concedida a Famille Chrétienne, señalaba ya que el sacerdote se orientase ad Orientem en al menos tres momentos: el rito penitencial, el canto del Gloria y la plegaria eucarística.

Varios obispos están empezando a poner estas reformas en práctica, como hace unos días el arzobispo de Parakou (Benín), Pascal N'Koue, quien ya en 2013 publicó en la página web de su diócesis (en español) un completo directorio sobre El arte de celebrar bien.

Aunque, por el momento, las indicaciones del cardenal Sarah no se han traducido en disposiciones de su dicasterio, y expresan solamente su deseo personal, vienen respaldadas por su cargo como prefecto de la Sagrada Congregación para el Culto Divino, y sobre todo por el anuncio realizado este martes del encargo del Papa Francisco de estudiar la "reforma de la reforma".