San Pancracio, niño mártir. 12 de mayo.

Segundo, veamos quien fue San Pancracio: Según un manuscrito que hay en la basílica de San Pancracio, este era un adolescente, huérfano desde los ocho años y natural de Frigia, desde donde se trasladó a Roma con su tío Dionisio. Allí conoció el cristianismo y, en el 303, cuando estalló la persecución de Diocleciano pues fue llamado como todos a sacrificar, se negó e intentaron convencerle con promesas y amenazas. Ante su firmeza, fue condenado a muerte por decapitación, que se consumó al atardecer del 12 de mayo del 304. El cuerpo fue recogido y preparado por Octavila y enterrado en una catacumba e identificado, luego fue trasladado a su hermosa basílica donde se halla actualmente. Este acta destaca por su sencillez, sin adornos maravillosos ni largos discursos apologéticos, por lo cual es tenida por verdadera y fiel.

Los datos legendarios sobre San Pancracio son del siglo VI, época en la que ya se puede demostrar su culto bastante popular, sobre todo después de la basílica en su honor construida por el papa San Símaco (19 de julio). Estos hechos pues copiaron otras "passio" y se adentraron en detalles y florituras, incluso algunos códices se contradicen entre sí. Así que teniendo la verdad en la mano, por esta vez, silencio a la leyenda.

A San Pancracio se le representa muchas veces vestido de soldado, lo mismo a los niños San Vito (15 de junio y 16 de mayo) y San Venancio de Camerino (18 de mayo), pero no era soldado, ni hay que pensar que estuviera destinado a la carrera militar. Se le viste de soldado por una analogía a su "combate por la fe cristiana", a que es "soldado de Cristo". Además de la etimología de su nombre que, con varios significados, se resume en esta: "el muy fuerte, el poderoso, el vencedor".

Un  atributo característico en el santo es un libro en el que se leen las palabras "VENITE AD ME ET EGO DABO VOBIS OMNIA BONA", que significan: "VENID A MI Y OS DARE TODOS LOS BIENES". Es una invitación del Evangelio, a seguir y confiar en Cristo. Es una invitación del santo a confiar el Señor, dador de todo beneficio y bendición. A la par, es una invitación a esperar en la protección del santo. Y sí, todos las pasan por alto, en gran parte porque no las entienden. Al menos las siguen, porque San Pancracio tiene aún mucha devoción como intercesor ante Dios, ligadas al trabajo y al dinero, pero devoción al fin.