El Center for Medical Progress (CMP), dirigido por David Daleiden, sigue destapando más escándalos si cabe de Planned Parenthood, la multinacional abortista que vendía partes de bebés abortados.

En un nuevo vídeo hecho público aparece una exdirectiva de Planned Parenthood justificando el infanticidio pues por ley debe transportar a un hospital a un bebé que nazca vivo de un aborto. Sin embargo, ella dejaba caer que no siguen el reglamento afirmando que “necesitas prestar atención a quién está en la sala” para decidir si hacerlo o no, dando así a entender que el bebé es secundario.

Se trata de la doctora DeShawn Taylor, exdirectora médica de la filial de Planned Parenthood en Arizona y durante años médica abortista en Los Ángeles.

De este modo, en el vídeo Taylor confirma que realiza abortos electivos a fetos saludables hasta las 24 semanas y cuyas partes son susceptibles de venta. Y consultada directamente sobre si obtiene  órganos fetales intactos ella asegura que “no se trata de cómo me siento sacándolos intactos, sino que me debo preocupar por mi personal y los sentimientos de las personas sobre que salga pareciendo un bebé”.



Sin embargo, lo más grave del vídeo tuvo que ver con los bebés que nacen vivos. Ella misma reconoce que “en Arizona, si el feto sale con algún signo de vida, se supone que debemos transportarlo al hospital”. Pero cuando es preguntada sobre si existe algún procedimiento estándar para verificar señales de vida en el bebé es cuando confiesa aunque sin decirlo explícitamente que no hacen nada por esos niños: “Bien, la cosa es, me refiero  a que lo clave es, necesitas prestar atención a quién está en la sala, ¿correcto?”.


En el vídeo, Taylor igualmente reconoce que fue entrenada por la doctora Deborah Nucatola, ex directora principal de los Servicios Médicos de Planned Parenthood a nivel nacional, y que fue protagonista de uno de los vídeos hechos públicos por David Daleiden.

En aquella grabación, Nucatola afirmaba que en Planned Parenthood “nos hemos vuelto muy buenos en sacar corazón, pulmón, hígado, porque sabemos eso, así que no voy a aplastar esa parte, voy básicamente a aplastar más abajo, voy a aplastar más encima, y voy a ver si puedo tenerlo todo intacto”. Tras el escándalo, esta mujer ha sido trasladada a la filial de la empresa abortista en Hawaii.


Para David Daleiden, que destapó  estos escándalos, esta grabación hecha pública ahora “muestra a una antigua doctora abortista de Planned Parenthood dispuesta a vender partes de un bebé para obtener ganancias, usar métodos criminales de aborto para obtener más partes intactas del cuerpo e incluso encubrir el infanticidio”.

“Esta doctora fue entrenada por la Directora Principal de Servicios Médicos, y alentada por ella a participar en el mercado de parte de cuerpos de fetos”, señaló, tal y como recoge Aciprensa.

“Esta grabación es solo una vista previa de las admisiones condenatorias e incriminatorias de líderes de Planned Parenthood en nuestras nuevas cintas inéditas, que están siendo censuradas por una orden de mordaza de un juez federal en San Francisco”.


Daleiden demandó a las autoridades estadounidenses a “dejar de obligar a los contribuyentes a subsidiar el negocio criminal de aborto de Planned Parenthood, y el Departamento de Justicia debe abrir inmediatamente una investigación completa y procesar a Planned Parenthood con todo el peso de la ley”.

En Estados Unidos, la venta o compra de tejido fetal es un crimen federal, que puede castigarse con hasta 10 años de cárcel o una multa de hasta medio millón de dólares.