Este 2017 ya a las puertas y la ideología de género tiene intención de iniciarlo con una ofensiva total que parece una muestra de cómo será el año venidero. La portada de National Geographic que se publicará este mes de enero es un monográfico sobre la “Revolución de género” y da toda su portada a la fotografía de Avery Jackson, un niño de 9 años que dice ser una niña mientras que la portada alternativa de la revista es la de un grupo de jóvenes etiquetado según su “identidad de género”.

En la portada además de la foto del niño aparece una frase una frase suya: “Lo mejor de ser una niña es que ya no tengo que fingir que soy un niño”.

El objetivo de la publicación pasa por normalizar casos como el de este niño y por tanto la ideología de género. De hecho, la propia editora de la revista, Susan Goldberg, lo dejó muy claro y calificó este número como “un ejemplar histórico”. En sus páginas, este niño relata cómo se produjo su "transformación" y las dificultades que ha vivido como cuando en preescolar se quedó sin amigos porque “a sus madres no les gustó que fuera transgénero” además de afirmar que “todo de ser una chica es bueno”. También se entrevista a otros 80 niños de 9 años de distintos países para que hablen de temas relacionados con el “género”. 

Según la editora, National Geographic quiere mostrar “los aspectos culturales, sociales, biológicos y personales" de toda esta ideología para así “ver cómo funcionan los roles de género tradicionales en todo el mundo, pero también mirar al género como un espectro. Se habla mucho de personas famosas, pero no tanto de personas de a pie”.


El eco mediático de esta portada ha sido global y en todo el mundo se habla ya de este niño transgénero al que quieren poner como ejemplo de normalización.


Este niño está siendo utilizado para "normalizar" y después imponer esta ideología en todo el mundo

Ante esta situación, el Colegio Americano de Pediatras ha alertado de los riesgos de alabar y promocionar casos como el de Avery Jackson. Para Michelle Cretella, presidenta de esta asociación estadounidense, National Geographic está “promoviendo una agenda política” con esta portada aprovechándose de “la ciencia y el bienestar de niños inocentes”.


En su opinión, ‘vender’ de esta manera a los niños transgénero “significa esterilizales tan jóvenes como a los 11 años”.

Basado en su experiencia médica, la doctora Cretella alerta que los bloqueadores de la pubertad y la toma de hormonas provocan “la esterilidad permanente”. Además, asegura que “las niñas que están en ‘transición’ a chicos y están tomando testosterona pueden tener una doble mastectomía a los 16 años".

Del mismo modo, la presidenta del Colegio Americano de Pediatras insiste en que el uso prolognado en el tiempo de tal cantidad de hormonas para provocar el cambio de 'sexo' "pone en riesgo a estos niños de poder sufrir un problema cardiovascular, una enfermedad cardíaca, diabetes, cánceres...".


Según cuentan los padres del niño protagonista de la revista, éste supuestamente se empezó a identificar como una niña cuando un día les pidió que le comprasen un disfraz de princesa. Los padres accedieron sin pensárselo alimentando en el niño esta confusión llegando a ir a la guardería así vestido.

Después llegaron más vestidos, camisones, zapatos brillantes…Y al llegar a la escuela y reunirse con un psicólogo se le permitió ir al centro vestido ya como una niña. Observando lo que todo esto estaba generando en el pequeño decidieron “esconderle” durante un año hasta que le creció el pelo y así “parecerse a la niña que es”, explicaba su madre. De esta manera se ha llegado a la situación actual.


Analizando este caso, la doctora Cretella considera que "es poco ético y muy perjudicial" que los padres tomen este tipo de decisiones con sus hijos porque las estadísticas dicen que en la inmensa mayoría de los casos crecerán fuera de la disforia de género. “Cuando un niño menor de 12 años cree que es del sexo opuesto y se le permite naturalmente llegar a la pubertad, entre el 75-95% de las veces ese niño aceptará su sexo biológico al final de su adolescencia”, asegura este pediatra a LifeSiteNews.

De una manera muy tajante, la presidenta del Colegio Americano de Pediatras sostiene que el apoyo público de "transexualidad" en los niños es equivalente al "abuso infantil". "Cuando las instituciones académicas, médicas y otras de carácter público promocionan la toma de hormonas tóxicas y la extirpación quirúrgica de partes del cuerpo sanas como parte de la asistencia sanitaria para los niños acaban involucrados en el abuso infantil institucionalizado”.


No es la primera vez que el Colegio Americano de Pediatras se manifiesta en estos términos alertando de las graves consecuencias para los niños de este tipo de políticas y de esta propaganda “transexual”. El pasado mes de marzo publicó una contundente declaración que desacreditaba la ideología de género y utilizando argumentos científicos llegaban a la conclusión de que “hace daño a los niños”.


De izquierda a derecha, el Dr. McHugh, la Dra. Cretella y el Dr. Van Meter, autores de la declaración

El inicio del texto ya dejaba muy a las claras su postura urgiendo a legisladores y educadores “a rechazar todas las políticas que condicionen a los niños para aceptar como normal una vida de suplantación química o quirúrgica de su sexo por el sexo opuesto. Son los hechos, y no la ideología, quienes determinan la realidad”.

Y para ello destacaban ocho puntos con argumentos científicos que explicaban por qué la ideología de género no se sostiene:
  1. La sexualidad humana es un rasgo biológico objetivo binario.
  2. Nadie nace con un género. Todos nacemos con un sexo biológico.
  3. La creencia de una persona de que él o ella es algo que no es, constituye en el mejor de los casos, un signo de pensamiento confuso.
  4. La pubertad no es una enfermedad, y los bloqueadores hormonales pueden ser peligrosos.
  5. Según el DSM-V (Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales) , hasta un 98% de niños con género confuso y hasta un 88% de niñas con género confuso aceptan finalmente su sexo biológico tras pasar la pubertad de forma natural.
  6. Los niños que utilizan bloqueadores hormonales para reasignación de sexo necesitarán hormonas cruzadas al final de la adolescencia. Las hormonas cruzadas (testosterona y estrógenos) se asocian con riesgos para la salud.
  7. Las tasas de suicidio son veinte veces mayores entre los adultos que utilizan hormonas cruzadas y sufren cirugía de reasignación de sexo.
  8. Condicionar a los niños a creer que es normal estar toda la vida sustituyendo química y quirúrgicamente su propio sexo por el opuesto constituye un abuso infantil.
Puede leer íntegramente los ochos puntos de esta declaración en el reportaje publicado por Religión en Libertad pinchando AQUÍ.