Jimmy Carter, presidente de Estados Unidos entre 1977 y 1981, ha igualado a la Iglesia Católica con el grupo terrorista de Al Qaeda y con los talibanes. El motivo: su trato a la mujer.

Para el histórico dirigente demócrata la mujer ha sufrido el yugo de la sumisión por parte del hombre de forma similar bajo influencia de la Iglesia Católica como de los violentos grupos islamistas.


En una entrevista para Swampland Times, Carter fue preguntado si la religión puede ser una fuente que aumente los derechos de las mujeres en lugar de una fuente de opresión para ellas. "Creo que hay un movimiento lento, muy lento, en todo el mundo para las mujeres en la igualdad de derechos a los ojos de Dios", dijo el expresidente de Estados Unidos. En su opinión, las religiones han discriminado a las mujeres de manera "muy abusiva" considerándolas "ciudadanos de segunda".

Sin embargo, se centra casi exclusivamente en un ejemplo. "Esto se ha hecho y se sigue haciendo por la Iglesia Católica desde el siglo III, cuando la Iglesia Católica ordenó que una mujer no pueda ser sacerdote, por ejemplo, y el hombre pueda. Una mujer puede ser enfermera o maestra, pero no puede ser sacerdote".

Casi más condescendiente se muestra con el mundo islámico, del que asegura que el trato a la mujer "varía mucho en función del régimen que tenga" dando prácticamente por hecho que en la Iglesia el trato es peor en términos generales que en en países musulmanes.


Aún así, Jimmy Carter afirma en la entrevista que los musulmanes "a veces tratan de imponer la ley de manera muy estricta, citando mal los puntos principales del Corán, y que ordenan que la mujer es inferior intrínsecamente. A los diez años las niñas pueden ser obligadas a casarse contra su voluntad, y las mujeres puedan ser tratadas como esclavas en su matrimonio, y una mujer no puede conducir un automóvil y en algunos países no permiten que voten, como en Arabia Saudí".

Pero para el demócrata todo esto está a la altura de que no haya mujeres ordenadas sacerdotes en el catolicismo.

A pesar de ello, Carter da cancha al islam y afirma que "otros son muchos más moderados. Yo diría que Turquía e Indonesia son más moderados". Igualmente, habla de Libia y Túnez, países que "están tratando de llegar a las mujeres".


Posteriormente, el expresidente estadounidense insiste en que los orígenes del cristianismo, "las mujeres jugaron un papel muy importante, incluso un papel de liderazgo. Pero después, aproximadamente en el siglo III, cuando los hombres tomaron el control de la Iglesia Católica comenzaron a ordenar que las mujeres tuvieran una posición inferior y no pudieran ser sacerdotes".


Por todo ello, Carter considera que la Iglesia vulnera los derechos humanos y discrimina a las mujeres. Y para ello, pone un ejemplo cuando menos curioso. Cuenta que si un empresario es una persona religiosa y ve que él podría ser católico y que un católico no deja a las mujeres ser sacerdotes, "entonces, ¿por qué debería pagar a sus empleadas un salario igual que a un hombre?".

Tras este argumento, el político demócrata de 88 años también pone como ejemplos a Al Qaeda y los talibanes en Afganistán.

A su juicio, este tipo de actitudes contra las mujeres "impregnan la sociedad de una manera muy general" tanto en EEUU como en el resto del mundo. "Hay una sensación de que las mujeres no son iguales a los hombres, tanto en política, como en economía como en términos religiosos".