El Papa Francisco ya está en Chile tras aterrizar a las 19.13 hora local en un viaje de cuatro días que le llevará a tres ciudades chilenas antes de proseguir su viaje a Perú. En el aeropuerto fue recibido por la todavía presidenta Michelle Bachelet, por el arzobispo de Santiago, el cardenal Ezzati; y por el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Santiago Silva Retamales.

Al bajar de las escalinatas, dos menores en trajes típicos le entregaron un ramo de flores. Más adelante Constanza, una pequeña niña, le dedicó el canto chileno "Buenas noches Mariquita".


Lo primero que hizo el Papa tras salir del aeropuerto de Santiago fue visitar la parroquia San Luis Beltrán, donde rezó unos minutos frente a la tumba de Enrique Alvear Urrutia, el llamado “Obispo de los pobres”, cuya causa de canonización está abierta.



Según informa Aciprensa, monseñor Alvear destacó por su labor con los más necesitados y por su defensa de los derechos humanos. Nació en 1916 y fue ordenado en 1941. Fue formador y director espiritual en el Seminario de Santiago así como profesor de teología en la Pontificia Universidad Católica.

Su ardor misionero y su amor a los pobres lo llevó a crear comunidades cristianas en la periferia de Santiago. Fue nombrado vicario general  y con el encargo de atender a los sectores más desfavorecidos de la Archidiócesis.


En 1963 fue nombrado obispo por san Juan XXIII y eligió como lema episcopal, “El Señor me envió a evangelizar a los pobres”. Durante su vida manifestó un amor preferencial por los pobres: los obreros, los campesinos, los pobladores, las víctimas de las violaciones de los derechos humanos, sin descuidar la atención y la visita a las personas, cualesquiera fuera su condición social.



Murió el 29 de abril de 1982 y sus restos fueron sepultados en el Santuario de Lourdes. El 13 de abril de 2008 fueron trasladados a la Parroquia San Luis Beltrán, en la comuna de pudahuel.


Tras rezar brevemente ante  su tumba, el Papa Francisco se dirigió a la Nunciatura Apostólica para descansar antes de empezar la intensa agenda de los próximos días.

A la entrada a la Nunciatura cientos de personas le esperaban para darle la bienvenida por lo que el Papa se acercó a ellos para bendecirlos y saludarlos, mientras muchos fieles le obsequiaban con distintos regalos.

Al llegar al lugar alrededor de las 20.30, el Pontífice recibió unas flores de dos niños con los que conversó brevemente y a quienes bendijo.

La llegada de Francisco estuvo acompañada por los cantos de los coros de los colegios Villa Maria Academy y Verbo Divino, en el que participaron unas 50 personas.