Dice el Evangelio que después de que las mujeres vieron la tumba de Cristo vacía fueron corriendo a decir a los discípulos que había resucitado. Si los hechos hubieran transcurrido en 2023, quizá hubieran organizado una "Fiesta de la Resurrección" como la que ha tenido lugar en Madrid.

El reloj del majestuoso edificio de Correos, sede del Ayuntamiento de la capital, marca las siete en punto de la tarde, y suenan las campanas, no las de una iglesia, como suelen estar acostumbrados muchos de los presentes, sino las del Banco de España, que está justo en frente. El sol luce radiante… y hace una tarde muy agradable en Madrid. Sin duda, no puede haber mejor plan.

Doble valla de seguridad, al más puro estilo festival. Ni tapones en las botellas ni nada que pueda provocar alguna desgracia. Muchos jóvenes llegan en grupo, vienen caminando desde sus parroquias. El escenario es imponente, como se merece cuando vas a vivir "el momentazo de vuestras vidas", que avisa Nachter, el reconocido cómico de Instagram.

Vista desde arriba de la Plaza Cibeles llena en la Fiesta de la Resurrección.

El influencer, junto con uno de sus hermanos, son los encargados de presentar el concierto.

- Tenemos que agradecer por esta fiesta a la Asociación Católica de Propagandistas: la ACdP -dice Nachter.
- ¡Grupazo, me encanta! -dice su hermano.
- Esos son AC/DC -le regaña el otro, refiriéndose al grupo famoso de rock.

La gente suelta una carcajada. El público está entregado. Hay familias enteras, parejas, grupos de jóvenes… y bastantes niños, para los que, seguramente, sea el primer concierto de su vida.

En las pantallas sobre el escenario pasan constantemente frases de la Biblia celebrando la Resurrección. Resulta admirable la falta de complejos, son citas profundas, necesarias. "¡Jesús ha resucitado!", "Yo hago nuevas todas las cosas", "Muerte, ¿dónde está tu victoria?", "Seamos testigos del amor de Dios", "La muerte no tiene la última palabra".

'Jesucristo ha resucitado', anuncia el escenario en la plaza Cibeles de Madrid.

Acuden decenas de miles de personas, Cibeles acaba llenándose. La organización dirá que llegan a 60.000. A muchas se les nota entregadas, tras la pandemia. Ha sido mucho tiempo conteniéndose la alegría que provoca la fe. Como si fuera una Jornada Mundial de la Juventud, la gente empieza a gritar: "Esta es la juventud del Papa".

Nachter asegura que Francisco lo está escuchando desde su casa, y lee un mensaje del Pontífice, con enseñanzas de San Agustín animando al júbilo y a cantar.

"Si el que canta reza dos veces, el que rapea… reza tres veces", comenta el humorista. Grilex es uno de los raperos católicos más famosos en lengua española. En las mesas del bar que hay en la azotea del Ayuntamiento alucinan viendo a miles de cristianos jugando con versículos de la Biblia para hacerlos rimar.

El rapero entona una canción que habla de la autoestima. "No caigas al vacío de la muerte, sé que te han herido pero tienes que ser fuerte", es el antídoto que Grilex ofrece para una juventud últimamente sumida en la desesperanza. "Estamos aquí para celebrar el acto más bonito de amor, que Alguien murió por nosotros", dice el músico. Anima a todos a abrazar al que está al lado. Por un momento, parece que todo vuelve a lo que un día nos robó la pandemia.

La multitud en Cibeles en la Fiesta de la Resurrección animada con el rapero Grilex.

"La vida es un instante, pero el alma es para siempre", "Él te quiere pese a todo el dolor que lleves por dentro", "Soy feliz porque mi hombre viejo ha muerto", canta Grilex, antes de un "Soy cristiano y estoy orgulloso de contártelo". Es sin duda uno de los grandes momentos de la noche, el público salta y enloquece porque conecta con un gran músico y, sobre todo, con un buen cristiano. El medio es el mensaje que diría McLuhan. "¿Creéis que Cristo ha resucitado?", pregunta Grilex. Y, grita: "Cristo vive, vive…".

Los más jóvenes se empujan unos contra otros, mientras el escenario se va llenando de luces y vapor de agua. La aparición del rapero llega a su fin y quiere decir unas últimas palabras: "Chicos... para Dios no existe edad ni limitaciones. Este mundo necesita amor y para dar se te necesita a ti. Con imperfecciones, pero sin miedo", concluye.

Grilex abre la Fiesta de la Resurrección en la Plaza Cibeles de Madrid.

En cierto momento -aunque aún había sitio- la Policía Nacional bloqueó una de las entradas dejando a cientos de personas sin poder acercarse, por lo que cantaron y bailaron desde lejos como se ve en este vídeo.


Todos los cantantes movieron a los presentes, pero es evidente que Hakuna aportó un público entregado que cantaba con pasión todas sus canciones. 

Niños y jóvenes se saben las de Hakuna

Los padres suben a sus hijos a los hombros porque está a punto de aparecer uno de los grupos favoritos de la gente: Hakuna Group Music. Una niña empieza a enumerarlos uno por uno. Los artistas empiezan con "Sencillamente" y el público canta a la vez. Llega, entonces: "Tú misericordia ha entrado en esta… '¿plaza?'". Es una explosión de alegría constante, el sol se va retirando por un escenario… que es lo único que va quedando iluminado.

"Hoy tenemos que ser especialmente fuego, esperemos que se nos escuche en las Cuatro Torres (una zona de Madrid no muy cercana a Cibeles)", dice una de las cantantes. "Estamos aquí muchos creyentes y otros que no lo son… pero lo importante es ser uno con Él y poder ir juntos al cielo", añade la joven, antes de cantar "Forofos". "Ahora vienen los mercedarios", avisa la niña a su madre. Es increíble, los más pequeños se las saben todas.

Aparece por el escenario el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, e imparte la bendición. Miles de personas inclinan la cabeza en un espacio público como aquel, sin complejos, orgullosos de su fe.

"Gracias por llevar la palabra de Jesús de Nazaret con orgullo, gracias por llevar la noticia de que Cristo ha resucitado", proclamó el cantante jerezano Juan Peña (en la foto). 

A continuación, presentan a Juan Peña, un flamenco que dice que es "jerezano, español… y católico". La gente se pone a bailar con "Una rosa es una rosa" y, al terminar, el artista da las gracias a todos "por llevar la palabra de Jesús con mucho orgullo".

Las pantallas enfocan a una pareja famosa en toda España: Andy y Lucas. "Hemos traído a toda la familia porque hoy es un día para estar en familia", comenta Lucas, y añade, "mi madre me dio la vida y Dios me dio la eternidad". Piden encender los flashes de los móviles y estalla la fiesta. En una de sus canciones más conocidas suben a Edu al escenario, un chaval con síndrome de Down, que se mete al público en el bolsillo. Canta con ellos y termina a hombros como un auténtico torero.

Las monjas y los jóvenes que aparecen en las pantallas, unas aplauden y, los otros, llevan sudaderas con la palabra "God". Hasta en el set de los fotógrafos bailan con el último invitado. Pero, antes, Nachter y su hermano sueltan un cocodrilo hinchable y un pez raya, y montan una improvisada carrera alrededor de la diosa.

Carlos Baute: empezó cantando de monaguillo

Han pasado más de tres horas de concierto y la gente quiere más. Es el momento en el que aparece Carlos Baute. La plaza se convierte en una gigantesca pista de baile. El venezolano canta "Amarte bien" y sale su mujer y le da un cariñoso beso.

Entre canción y canción, Nachter aprovecha para confirmar si fue monaguillo antes que cantante. "Es una bendición, empecé a hacer música gracias a la Iglesia y al colegio… y aquí estoy", comenta Baute. "La vida es como un boomerang, si das una sonrisa, te devuelven la sonrisa. Hay que hacer el bien y no mirar a quién... y eso se te va a devolver", concluye el artista.

La "Fiesta de la Resurrección" llega a su fin, mucho más tarde de lo previsto, no sin antes dedicarle todos los artistas una "Salve rociera" a la Virgen María. Ha sido un éxito rotundo y Nachter confirma que "nos volvemos a ver el año que viene".

Las luces se apagan y los jóvenes comienzan a gritar que "¡Cristo vive!". Termina así una maravillosa tarde de primavera, en la que Madrid, España, y el mundo entero, -y estando delante de la Cibeles- han escuchado que estamos orgullosos de ser católicos… "y nada más, y nada más".

(Fotografías de  Thorun Piñeiro, Miguel Pérez Sánchez, la ACdP y El Debate).