Tras el iCongreso 2014 y la iParty 2015, llegó la iJornada 2016: el pasado sábado se celebró en dependencias de la Universidad CEU San Pablo de Madrid la tercera edición de iMisión. Doscientas cincuenta personas trabajaron durante todo el día en torno a dos conferencias plenarias y cuatro talleres a escoger libremente entre una oferta de veintiuna posibilidades (gestión de páginas webs, blogs, apps, marca personal, gestión colaborativa de proyectos, entre otros). Las conferencias corrieron a cargo de Gustavo Entrala, creativo y ceo de la agencia de publicidad 101.es, y Juan Manuel Mora, vicerrector de comunicación de la Universidad de Navarra.


El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, es un habitual de los encuentros que convoca iMisión.

El evento busca "quitar al miedo a las redes sociales, crear sinergias entre proyectos de realidades eclesiales y ofrecer una formación de calidad", según sus promotores Xiskya Valladares, Daniel Pajuelo y Susana Herrera. Todos coincidieron en que la Iglesia debe realizar un continuado esfuerzo por adaptar su lenguaje a su misión evangelizadora.


Xiskya Valladares, religiosa experta en evangelización a través de Twitter, es una de las promotoras de iMisión.

Como colofón a la Jornada, los organizadores sintetizaron varios puntos útiles para la evangelización en internet.

1. Aprovechar "la figura relevante del Papa como comunicador”. Francisco es "una marca de gran eficacia que debe ser más aprovechada por las instituciones que trabajan en la evangelización". Su eficacia comunicativa se debe a que "al comunicar emociona, compromete y mueve a la acción, no deja a nadie indiferente”, y por eso es "una figura escuchada y seguida, fruto de que practica lo que dice".

2. La evangelización digital supera los condicionantes  geográficos, "lo que facilita la relación con otros y la creación de sinergias entre proyectos de realidades eclesiales que afiancen factores de comunión con la alegría, la autenticidad y la propuesta en positivo", más que una imagen de mera "resistencia".



3. La trascendencia de la misión evangelizadora junto a la competitividad y dificultad del ambiente piden la consecución de una formación de calidad y la necesidad de “hacer bien el bien”. Es necesaria una formación de calidad y continuada en todos los agentes implicados, con "actividades que combinen el debate de ideas con el uso de las herramientas digitales más modernas".



4. La misión evangelizadora de la Iglesia debe realizar "un continuado esfuerzo por escuchar y adaptar su lenguaje, de forma que conecte con las grandes aspiraciones de la audiencia". Hoy la plaza pública es digital, "por tanto el lenguaje será moderno y pegado a la realidad, transparente y accesible".