1500. 7 de marzo.

¿No es verdad que te he guiado bien? Recuerda de dónde vienes; antes eras descuidada, pero ahora, ¿dónde estás? Cerca de Mí, sobre Mi Corazón, con todos los mimos
delicados de un familiar de la casa. Todo esto lo encuentras bien simple y, sin
embargo, toda tú eres una respuesta a la Misericordia.

¿Qué serías tú ahora si Yo no te hubiera ayudado en tal y tal circunstancia? ¡Aun en el terreno de lo material! ¿Te acuerdas tú ahora seguido de eso para agradecérmelo? Aunque solamente lo hicieras una vez al día, como si quisieras coleccionar los motivos de amarme.

No te dejes fácilmente invadir por el sueño del alma; haz fervorosos actos de deseo, deseo de escalar el amor para alcanzarme de más cerca.

Cuando estés, por así decirlo, al alcance de la Mano de tu Señor, verás cómo todo cambia para ti.

Verás cuánta será la intensidad de tu vida espiritual y cómo la Tierra se irá muriendo para ti en cumplimiento de lo que Yo dije: 'nadie puede servir a dos señores'. ¿Estás bien segura de haber escogido tu Señor? Entonces, en este tiempo de Cuaresma, haz penitencia y únete a lo que Yo hice en el desierto y tu penitencia valdrá mucho.

Imagínate lo que puede ser quedarse cuarenta días sin alimento, sin casa, sin compañía, en
oración constante, de día y de noche... ¿No crees que en Mis Mortificaciones hay Méritos
suficientes como para cubrir la multitud de los pecados del Mundo?

Únete a Mí, fraterniza conmigo ofreciéndome algunas penitencias escogidas por ti misma. Me gustarán simplemente por haberlas escogido tú. Siempre Me agrada más lo que viene de vosotros. Porque cuando hacéis lo que tenéis mandado, aprecio en vosotros la docilidad; pero cuando Me dais algo espontáneamente, esto lo aprecio como amor. No temas imaginarte qué cosas podrían darme gusto: busca bien.

Eres Mía de noche, lo mismo que durante el día. Cuando respiras, ya sé que es
para Mí ¿te agradaría vivir un solo instante en que no fueras Mía?

El Loira, que corre a tus pies, está todo el prometido al océano; así tú, derrámate toda y expándete en el Infinito. No te detengas en el proceso de nuestra intimidad, hunde tu alegría en Mí; siempre tengo una felicidad nueva que ofrecerte, que tú no conoces y que nadie
más sería capaz de darte.

 

  

 Gabriela Bossis (1874-1950) fue la menor de cuatro hijos en una familia católica francesa que la educó cristianamente. Se diplomó en enfermería y sirvió como tal en las misiones de Camerún, por lo que fue condecorada. Fue una persona abierta y comunicativa muy entregada a Cristo, pero que no sintió la vocación religiosa. En 1923 escribió su primera comedia, alcanzó celebridad por obras entretenidas y edificantes que se estrenaron en  numerosos países, incluso interpretando ella algún papel. En 1936 comenzó a transcribir sus diálogos con el Señor, una experiencia mística que vivió durante años. Fue dirigida espiritualmente por varios sacerdotes, que dieron luego testimonio de su paz interior. En uno de sus cuadernos escribe las siguientes palabras que escuchó de Cristo: "Tú has estado siempre bajo mi dirección". Todos esos escritos se agruparon en volúmenes agrupados bajo el título Él y yo. Murió después de experimentar durante varios meses dolencias respiratorias y pérdida de visión, que sobrellevó con el mismo espíritu de conformidad con la voluntad de Dios que guió toda su vida.