104. 24 de abril. Día del embarque a bordo del "El Kan tara", hacia Port-Vendres. Partida a las seis de la tarde y llegaremos mañana a las quince horas. Recibí esta mañana la bendición de monseñor Leynaud, arzobispo de Argel, en su seminario, que está tan bien colocado bajo los olivares, arriba de Saint Eugene y de Notre Dame des Ravins. Una partida entre el cielo y el mar de una divina dulzura.

105. Port-Vendres, 25 de abril. En un café, no lejos del embarcadero: "Si cuando tomas un refrigerio pensaras en humedecer Mis Labios secos ¡qué alegría tan grande Me darías! Pero una cosa así no la pido de todos."

106. 30 de abril, en el tren de regreso. "Cuando un objeto necesita alguna reparación, se le pone en manos de un obrero. Pon pues tu alma, silenciosa e inmóvil, ante Mis Ojos. ¡Yo reparo!"