1492. 17 de enero. Hora Santa.

¿No entiendes, hija, que todo lo tienes que hacer en espíritu de Fe? Fe en la realidad de Mi Presencia en ti y Fe en que todo lo preside el Amor. ¡Qué cambios habrá en tu vida, hija Mía, cuando te persuadas de que realmente el Autor vive en ti!

Ya sabes que hay su diferencia entre un viaje solitario y un viaje en compañía de un amigo querido o de un esposo. Son cosas que no admiten comparación; pues bien, cuando Me hayas dado la alegría y Me hayas concedido el honor de compartirlo todo conmigo presente en ti, tu alma se verá como duplicada por otro Ser, que es el Mío.

Trabaja por la conquista del espíritu de Fe habitual. Es un ejercicio que conviene hacer varias
veces al día. A ti te gusta que no te falte ni la lana ni el lino para tus tejidos y sabes prever con eficacia esta clase de necesidades de la Tierra y, ¿cómo podrías hacer la travesía de la existencia, de duración tan corta, sin el elemento necesario de la santidad y del espíritu de Fe, del que brota directamente el amor?

Y ya sabes bien que el Amor es el único objetivo de la vida que todo nos debe conducir a El. Sabes, asimismo, que una obra mínima se convierte en grande si lleva al Amor, al paso que una obra grande se anula cuando no conduce a El. 

¡Oh, la humildad, la contrición! ¡Qué fuerzas serán las vuestras sobre el Corazón del Hombre--Dios si el amor os anima!

Por otra parte, ¿cómo podrías tú amar si no creyeras en el Amor presente en ti? Yo habito en tu corazón.

 

 

 Gabriela Bossis (1874-1950) fue la menor de cuatro hijos en una familia católica francesa que la educó cristianamente. Se diplomó en enfermería y sirvió como tal en las misiones de Camerún, por lo que fue condecorada. Fue una persona abierta y comunicativa muy entregada a Cristo, pero que no sintió la vocación religiosa. En 1923 escribió su primera comedia, alcanzó celebridad por obras entretenidas y edificantes que se estrenaron en  numerosos países, incluso interpretando ella algún papel. En 1936 comenzó a transcribir sus diálogos con el Señor, una experiencia mística que vivió durante años. Fue dirigida espiritualmente por varios sacerdotes, que dieron luego testimonio de su paz interior. En uno de sus cuadernos escribe las siguientes palabras que escuchó de Cristo: "Tú has estado siempre bajo mi dirección". Todos esos escritos se agruparon en volúmenes agrupados bajo el título Él y yo. Murió después de experimentar durante varios meses dolencias respiratorias y pérdida de visión, que sobrellevó con el mismo espíritu de conformidad con la voluntad de Dios que guió toda su vida.