Este viernes se celebra la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, momento para mostrar al mundo la importancia de ésta en la  vida de la Iglesia y también para hacer balance de su estado en un momento de gran secularización en Occidente.

La crisis vocacional afecta y mucho a la vida consagrada aunque no todo son malas noticias pues se ha detectado un leve “repunte” de nuevas vocaciones, que rompe con la dinámica de caída en la llamada a la vida religiosa. Aun así, estas cifras no son suficientes para compensar la caída general del número de religiosos y religiosas en España.


Según los datos facilitados por la Conferencia Española de Religiosos (Confer), el número total de religiosos tanto masculinos como femeninos ascendía en 2017 a un total de 41.184, un 3% menos que en 2016, cuando eran 42.460. Es decir, en un año la cifra ha bajado en 1.276 personas.

De los datos se desprende que el 75,7 por ciento de los 41.184 religiosos son mujeres (31.201 frente a los 9.983 hombres). Además, en España hay un total de 406 congregaciones, de las cuales 298 son femeninas y 108 masculinas. En todas ellas, se celebrará este viernes 2 de febrero el Día de la Vida Consagrada.

"Hay una cierta disminución, el número de los que se incorporan es inferior al del que fallecen, es la causa fundamental", ha analizado en una entrevista con Europa Press la presidenta de CONFER, María Rosario Ríos, que también ha achacado este descenso a un reflejo de la sociedad española con una baja natalidad y un envejecimiento poblacional.




Si bien, Ríos considera que, por otro lado, se apunta "un cierto repunte" de vocaciones a la vida consagrada, algo que atribuye a que "hay jóvenes que están buscando sentido a la vida". En esta línea, ha puesto de relieve que muchos encuentran la vocación religiosa al hacer voluntariado o al conocer a religiosos en contacto con realidades de pobreza.

También apunta que una nueva vía de la que disponen para evangelizar y acercarse a los jóvenes son las redes sociales y asegura que están trabajando para formarse en el uso de estos nuevos lenguajes.

"Sí, nos estamos planteando el uso de las redes sociales de distintos modos, por ahí se está haciendo camino de formación, de implementación", afirma. Si bien, precisa que no pueden hacer "cualquier uso" de estos nuevos canales sino uno que sea "coherente" con lo que son los religiosos y lo que quieren transmitir.


Por ello, cree que no se puede hablar de un total "desierto vocacional", aunque reconoce que las nuevas vocaciones son "muy inferiores con respecto a hace 50 años". En concreto, en los institutos religiosos que comprende Confer hay actualmente 417 novicios y 770 religiosos de votos temporales, es decir, más de 1.100 jóvenes que han entrado en los últimos dos años.

En todo caso, precisa que las vocaciones no son solo las nuevas sino también "las que ya son", las 54.792 que hay --si se suman los monasterios de vida contemplativa, las nuevas formas de vida consagrada y los institutos seculares- y eso, según advierte, a veces, "no se valora".




Por otro lado, sobre los "procedimientos de clonación" de los que advirtió el obispo de Málaga y presidente de la Comisión Episcopal de Vida Consagrada, Jesús Catalá, durante la apertura de la XXIV Asamblea General de Confer, Ríos ha precisado que desde hace tiempo ya se está poniendo en valor en las congregaciones la "personalización" y el "acompañamiento", con "creatividad" para ofrecer itinerarios que respondan a la realidad de cada persona.

"Me parece que el cambio que se va dando es entender que los procesos no son lineales, aunque hay que tener algo grupal; no diría que es clonación, porque la experiencia de fe también es una experiencia de comunidad y de grupo", ha matizado.

Atendiendo al contexto sociocultural en España, la presidenta de Confer señala que "hay cosas que no favorecen" como "las imágenes estereotipadas de la vida religiosa" y "factores culturales" que hacen "difícil" no solo la vocación a la vida religiosa sino también ser cristianos e incluso "crecer como personas".

"Muchas veces se priva el yo, el individualismo, la imagen, la satisfacción inmediata", advierte. También apunta que algunos tipos de educación pueden dificultar la apertura a la trascendencia. "Hay propuestas educativas que ayudan más a esto que otras", insiste.

No obstante, Ríos se muestra convencida de que "en cualquier realidad, Jesús sigue llamando" y, por ello, invita a no mirar el contexto como "algo negativo" y a no esperar a que este cambie, sino a buscar en él "las vías para anunciar el Evangelio".


Sobre los estereotipos o prejuicios que aún perviven sobre la vida religiosa, Ríos puntualiza que suelen estar presentes en personas que "hablan de oídas o que no conocen". Los más comunes son, según apunta, sobre "la no realización personal", sobre las mujeres, pues "no se descubre todo el potencial que hay en la vida religiosa femenina" o sobre el "poder o el dinero".

Ríos desmonta los mitos y asegura que sí se realizan personalmente, que las mujeres son capaces de realizar grandes proyectos y que todos los bienes que tienen en las congregaciones los ponen en común y al servicio de la misión.

Precisamente, acerca de la presencia femenina, la presidenta de Confer pide distinguir el papel de la mujer en la Iglesia de ocupar cargos. En todo caso, reconoce que, si hay mujeres con puestos de responsabilidad en la Iglesia, también pueden aportar mucho y ayudar a "visibilizar" a las religiosas.


"Nos vamos animando. A veces, las mujeres vivimos con esas autoexigencias para asumir un tipo de papel público, aunque luego sí tenemos muchísimas responsabilidades de gobierno, quizá no tanto en la imagen externa, pero vamos caminando", ha señalado.

De cara al año que ha comenzado, Ríos anima a los religiosos y religiosas españoles a seguir viviendo "con pasión y esperanza", a avanzar en "caminos intergeneracionales cada vez más amplios" y en "procesos de misión compartida" también con los laicos. Además, de cara al Sínodo de Obispos de octubre que tratará sobre los jóvenes, espera que esta sea una ocasión para responder a su llamada de anunciar el Evangelio "con fuerzas renovadas".