Ha empezado este jueves 23 en Córdoba el I Congreso Internacional sobre Cultura Mozárabe (www.congresoculturamozarabe.es), promovido por el Foro Osio, que cuenta con más de 600 inscritos de una docena de nacionalidades.  Está dirigido a estudiar lo mozárabe, afrontándolo desde diferentes ámbitos como la Liturgia, Historia, Literatura y Lengua, Música, Arte o Arquitectura entre otros.


Los mozárabes eran los cristianos que vivieron bajo dominación musulmana en Al Andalus, la España islámica. Se les permitía el culto católico pero solo dentro de sus templos, sin expresiones públicas en las calles; tenían que pagar unos enormes impuestos en ceremonias humillantes, no podían poseer armas ni caballos ni proponer su fe a los musulmanes. 


   El obispo Demetrio de Córdoba, en el rezo con los delegados de las iglesias siríaca, greco-ortodoxa, armenia y ortodoxa rusa; todas ellas veneran también a los mártires de Córdoba

Eran cada vez menos, porque muchos, cansados de la opresión y humillaciones, huían a los territorios cristianos, mientras que otros se convertían al Islam para mejorar su posición social. Un musulmán podía tener esposas o concubinas cristianas, pero los hijos de ellas serían musulmanes. Ni el esposo musulmán ni la ley permitían a una madre cristiana transmitir su fe a sus hijos en un matrimonio mixto. 



Un cristiano no podía tener esposa musulmana, ni tampoco criados musulmanes. Si un cristiano mataba a un musulmán, sería ejecutado. Si un musulmán mataba un cristiano, la pena era una multa (la multa por matar a un varón cristiano era equivalente a matar una mujer musulmana). En un juicio, la palabra de un cristiano contra la de un musulmán no valía nada: el cristiano sólo podía ganar presentando testigos musulmanes (a menudo pagados). 

En ese contexto, los cristianos mantuvieron su liturgia de la época visigótica, en latín, su identidad y costumbres, presionados por el contexto islámico en el que se encontraban. La mayoría, una vez se vieron en minoría, adoptaron la lengua árabe para la vida cotidiana y la vestimenta oriental. 




Al abrir la sesión académica del Congreso, el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, ha destacado que este encuentro internacional también ha de "servir de acicate y estímulo para el presente".

Ha explicado que el Cabildo de la Catedral de Córdoba, antigua mezquita sobre el antiguo templo visigótico, "custodia el principal templo de la Diócesis, ya que la Catedral no es algo muerto, sino que está vivísima en aspectos como el culto y la cultura".

Por su parte, el deán-presidente del Cabildo, Manuel Pérez Moya, ha afirmado "que este congreso internacional nos ayudará a interpretar los verdaderos cimientos de nuestra sociedad actual" y ha abogado por llegar a entender el hecho mozárabe. 


  El obispo siríaco inciensa la urna con las reliquias de los mártires de Córdoba del siglo IX

El director académico del congreso, Manuel González López-Corps, ha instado, por su lado, a "bucear en la historia para fundamentar la propia identidad" y ha adelantado que este encuentro internacional "debe servir para definir la existencia de la cultura mozárabe" y, una vez identificada, ha alertado sobre la necesidad de entenderla.

En cuanto a las ponencias, el sacerdote y escritor Jesús Sánchez Adalid, uno de los especialistas que toman parte en el congreso, ha hecho un recorrido por la cultura hispánica de la sociedad de la época, como autor de la novela 'El Mozárabe', y ha desvelado que en su acercamiento a la época medieval hispana pronto detectó "que faltaba algo", señalando que ese vacío lo llena un pueblo que construye su identidad con la base de la fe cristiana, el pueblo mozárabe.

Por su parte, el director emérito del Archivo del Cabildo Catedral, Manuel Nieto Cumplido, ha repasado el marco jurídico de la sociedad musulmana durante su presencia en Córdoba en el siglo X, estableciendo "que el 'Estatuto de Mahoma' estuvo vigente muy poco tiempo, sustituyéndose por otro de carácter más rígido" (es decir, un conjunto de reglas más opresivo para los cristianos).



Después, los técnicos arqueólogos responsables de la intervención en la puerta de la nave 17 de la Mezquita-Catedral de Córdoba, la llamada segunda puerta, han adelantado en el congreso las conclusiones de su trabajo y que se darán a conocer en enero del próximo año. Tras sus inspecciones han constatado los niveles de uso de la primitiva mezquita, otros pavimentos previos, así como reformas ocurridas durante el XV.

El padre Shnorhk Souin, archimandrita de la Iglesia Apostólica de Armenia ha afirmado en su intervención que el armenio es el pueblo cristiano más antiguo del mundo y se ha detenido en la descripción del genocidio de los años 1915 a 1921, cuando el pueblo armenio "confió la conservación de su identidad en la lengua y en la fe". En su propia familia, ha explicado, solo sobrevivieron dos personas de 20 y ha defendido la permanencia en la fe cristiana de su sociedad.


  La urna con las reliquias de los mártires mozárabes de Córdoba

El deán-presidente de la Catedral de Toledo, Ferrer Gresneche, ha explicado que, "gracias a la eucaristía, toda la riqueza mozárabe se volcó en la liturgia, lo que permitió conservar su identidad cultural y el latín como lengua".


Por la noche, las reliquias de los Santos Mártires cordobeses salieron en procesión por el Patio de los Naranjos de la Mezquita- Catedral en un acto organizado por la hermandad de la Misericordia. 

Las reliquias, que normalmente se veneran en la basílica de San Pedro, procesionaron con solemnidad en su urna sobre una sencilla parihuela exornada con rosas rojas y portada por hermanos de la corporación del Miércoles Santo.



Los mártires de Córdoba fueron 46 cristianos de toda condición -clérigos, laicos, hombres y mujeres- ejecutados en distintas ocasiones por la autoridad islámica entre el año 850 y el 860, teniendo todos posibilidad de apostatar y negándose a hacerlo. (Más datos aquí).  Los cristianos lograron conservar los huesos de unos 28 de ellos, que son los que procesionaron este jueves.

En la procesión participaron un nutrido número de hermanos de la Misericordia, además de la Agrupación de Cofradías, representada por su presidente, Francisco Gómez Sanmiguel. Cerraba el cortejo el obispo de la diócesis, Demetrio Fernández; Juan José Asenjo arzobispo de Sevilla, y los seminaristas.

La prosesión claustral partió poco antes de las ocho de tarde del interior de la Catedral y recorrió el perímetro del Patio de los Naranjos entre un gran recogimiento y los acordes de la capilla musical de la Misericordia y un quinteto de viento de la banda de la Esperanza, que interpretaron principalmente motetes del Renacimiento.



La comitiva hizo su entrada en la Catedral por la Puerta de las Palmas, para dirigirse al altar mayor del templo. A continuación, dio comienzo el primer día del triduo con el rezo del lucernario (la oración de vísperas del rito visigótico) en memoria de los Santos Mártires de Córdoba. El acto estuvo presidido por el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo Pelegrina, y acompañado musicalmente por un grupo que interpretó música medieval bajo la dirección del popular especialista en música antigua Eduardo Paniagua.

 Vídeo de 2 horas 45 minutos con los actos de la tarde: la procesión de reliquias, el rezo del lucernario y el concierto de música antigua