Hay grandes santas que en vida también fueron reinas. Santa Isabel de Portugal, Santa Isabel de Hungría, Santa Matilde o Santa Margarita de Escocia son un ejemplo. ¿Algún día engrosará esta lista la gran Isabel de Castilla, conocida como Isabel La Católica? Sería la santa que de forma más activa ejerciera como reina, pues fue ella la que tomó gran parte de decisiones que cambiarían la historia de España y de la cristiandad.

La reina Isabel es, sin ningún género de dudas, uno de los personajes más importantes de la historia de España. Culminó la Reconquista, descubrió América dando inicio a la evangelización de todo un continente, y junto a su marido Fernando de Aragón unificó a través de su matrimonio los reinos españoles. Además, inició la reforma de la vida de la Iglesia en España, adelantándose décadas a Trento.

Su fe siempre estuvo presente en todas sus decisiones políticas, económicas y familiares. Era parte de su ser, y por ello comprendió que sus acciones, como tras el descubrimiento de América o la Reconquista, eran parte de una misión también evangelizadora.

Pese a su fama de santidad y ser “sierva de Dios” desde hace casi 50 años su causa de beatificación ha quedado paralizada en Roma, aunque desde Valladolid se está intentando impulsar nuevamente una causa que convierta en beata a la reina más importante de la historia de España.

Índice para conocer mejor la figura de Isabel la Católica

-¿Quién fue Isabel la Católica?

 -¿Cómo era la fe de la reina Isabel de Castilla?

-¿Por qué Isabel y Fernando son los “Reyes Católicos”?

-¿Por qué Isabel la Católica no es santa?

-La Reina Isabel y la expulsión de los judíos.

-¿Qué dice el testamento que dejó escrito Isabel la Católica?

-Cronología de la vida de Isabel la Católica y de los hechos más relevantes de su vida.

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-¿Quién fue Isabel la Católica?

Isabel I, conocida como Isabel la Católica, título concedido por la bula papal Si convenit, es considerada como la monarca más importante de la historia de España y un ejemplo de vida cristiana. Esta mujer castellana no estaba llamada a ser reina, pero fue protagonista de episodios que cambiarían la historia. Hija del rey Juan II de Castilla y de Isabel de Avís, que pertenecía a la Casa de Braganza, nació en la tarde del Jueves Santo de 1451 en la residencia aneja al convento de Madrigal de las Altas Torres (Ávila).

Era la tercera en la línea de sucesión al trono de Castilla tras sus hermanos Enrique IV y Alfonso. Pero tras sus muertes y haber pasado por grandes dificultades, esta mujer, dotada de gran inteligencia, energía y sobre todo piedad, llegaría a ser reina en dos continentes.

Casada con Fernando de Aragón, ambos reinos quedarían unidos por su matrimonio. Fue reina de Castilla desde 1474 hasta su muerte en 1504. También fue reina consorte de Aragón (1479) y de Sicilia (1469). Los Reyes Católicos tuvieron cinco hijos: Isabel, Juan, Juana, Catalina y María. Sería finalmente su nieto Carlos, hijo de Juana, quien se convirtiera en rey de España y emperador del Sacro Imperio.

Durante el reinado de Isabel hubo una fecha que marcaría la historia, 1492. Ese año culminó la Reconquista tras siglos de invasión mahometana y Cristóbal Colón, en nombre de la corona, descubría el continente americano. Desde un principio, inició una misión evangelizadora para los pobladores de estas nuevas tierras descubiertas. Asimismo, no dudó en apoyar la lucha contra los otomanos que amenazaban a la Iglesia.

Pero su profunda vida de fe y de piedad le hicieron llevar a cabo una importante pero no tan conocida obra, una reforma fundamental de la vida de la Iglesia en Castilla. Un cometido fundamental para el que contó con la inestimable ayuda del cardenal Cisneros, confesor y consejero de la reina, y que acabaría aplicando aquello que Isabel había sabido ver de manera providencial. La historiadora Angela Pellicciari lo explica así: “En la segunda mitad del siglo XV la Iglesia tiene una necesidad absoluta de reforma e Isabel la impone anticipándose más de sesenta años al Concilio de Trento. La reina consigue que se nombren obispos y sacerdotes cultos y moralmente irreprochables y obliga a los religiosos a respetar la regla de sus respectivas órdenes. La reforma de la Iglesia que ella promovió convirtió la España del siglo XVI en una tierra de santos, y de grandes santos. En cuanto al papel de la cultura, fundamental para la formación de una clase dirigente digna de tal nombre, Isabel favorece el nacimiento de una red de instituciones de enseñanza de gran excelencia, que compiten unas con otras, formando una generación de ‘letrados’ provenientes de la clase media que, tras reducir los privilegios nobiliarios, administran de forma moderna y eficiente el Estado que se preparaba para convertirse en el más poderoso del mundo”.

Pese a sus grandes hazañas, su vida no estuvo exenta de sufrimiento, no sólo antes de ser reina al ser perseguida por su hermano. En sus últimos años sufrió grandes desgracias familiares. La muerte de su único hijo varón y el aborto de la esposa de este, la muerte de su primogénita y de su nieto Miguel, quien estaba llamado a unificar los reinos de los Reyes Católicos con el de Portugal le afectaron profundamente. Pero no menos la presunta "locura" de su hija Juana, y los desaires de Felipe el Hermoso. Pero también la marcha de su hija María a Portugal tras casarse con Manuel I de Portugal y la incertidumbre de su hija Catalina tras la muerte de su esposo inglés sumieron a la reina en una tristeza que hizo que vistiera de riguroso luto el resto de su vida.

En 1504 cayó enferma e intuyendo que la muerte se acercaba dejó un testamento que es una joya por su contenido. Muestra a la perfección su fe y su amor a los indios americanos. Finalmente acabaría falleciendo en Medina del Campo el 26 de noviembre de 1504 a los 53 años de edad.

-¿Cómo era la fe de la reina Isabel de Castilla?

La reina Isabel de Castilla era una mujer profundamente religiosa, piadosa y temerosa de Dios. No sólo era católica de tradición, sino que su fe venía atestiguada por sus obras, sus decisiones y por la coherencia del conjunto de su vida.

Teleserie española sobre Isabel en la que se muestra la importancia de la oración en la vida de la reina.

Son muchos los aspectos que se pueden destacar de Isabel la Católica, como su persistencia en la Reconquista, la protección de los indios tras el descubrimiento de América, o la protección de la Iglesia frente a los otomanos. Pero hay un aspecto que de manera muy particular muestra el profundo amor de esta reina por la Iglesia: su empeño en reformar la vida de la Iglesia en España para que viviera más acorde a los Evangelios. Así cuando décadas más tarde explotó la Reforma protestante que se llevó media Europa por delante en España apenas afectó pues la reina había liderado una reforma, pero bien realizada.

En el Simposio Internacional dedicado a la reina Isabel la Católica, expertos españoles e internacionales destacaban los motivos de su santidad explicando dichos motivos.

Un aspecto fundamental de la religiosidad de esta sierva de Dios era su profunda vida de oración. Podía orar y meditar apartada del mundo durante horas. La vida espiritual de la reina fue el hilo conductor de todos sus actos, y muestra de ello eran las muchas horas en oración que empleaba desde la infancia. Estos expertos rescatan un ejemplo: a pesar del precepto de clausura, entraba con frecuencia en conventos y monasterios, donde “la veían las monjas cual estatua orante, incansable y de rodillas junto al sagrario, pidiendo la luz del Señor. Fue su profunda fe y compromiso cristiano los que hicieron de la reina la primera mujer evangelizadora de América".

De entre todas sus devociones, además del rosario, destaca la Eucarística. La reina siempre impuso en su vida "la regularidad sistemática de una religiosa, con una piedad firme y sincera", en la que "la profunda devoción eucarística" tenía un papel preponderante, así como una caridad "siempre discreta y muy activa" con los pobres. 

Pese a su inmenso poder y posición, Isabel siempre fue profundamente modesta y humilde, sin querer hacer ostentación de riquezas o de poder. Quedaba claro en su correspondencia, pero también en la austeridad con la que vivía, en comparación con otros monarcas. Todo ello venía alimentado con una piedad religiosa con la que creció como niña y siguió manteniendo como reina.

Su propio testamento muestra esta fe y la devoción que sentía por los santos. En él encomienda su vida a Cristo, a quien le pide misericordia, y solicita la intercesión de la Virgen, santos y arcángeles. Destaca especialmente María Magdalena, a la que dice tener por abogada, y los arcángeles san Gabriel y San Miguel, al que valora como excelente príncipe de la iglesia y la caballería angelical. También era especial devota de San Juan, tanto del Bautista como sobre todo del Evangelista. Pero también lo era de Santiago y de San Francisco, del que admiraba su caridad.

Toda esta profunda vida interior tuvo históricas consecuencias externas. Ella estaba convencida de que la fe, la devoción, una buena instrucción religiosa y la educación humanística iban a contribuir de manera decisiva en la perfección moral de los pueblos. En su vida tuvo que tomar muchas y difíciles decisiones, y para ello recurrió siempre a la oración, a sus confesores y a personas de fe que le ayudasen a ser “un instrumento de la Providencia”.

De ahí que la reina Isabel de Castilla tuviera la preocupación constante por la salvación del alma de sus súbditos, incluidos al final de su vida también los indios americanos. Su condición de reina estaba unida a la de una misión evangelizadora y de guardiana de la fe. Evangelizar a aquellos que no conocían a Dios y proteger la fe de su pueblo. Y todo ello estaba por encima de los intereses económicos o políticos de su reino.

Este hecho quedó claramente reflejado en la gesta americana. La reina dio precisas instrucciones a Colón antes de su segundo viaje: "Deberá hacer todo lo posible para convertir a los indígenas, precisando que estos deberán ser bien y amorosamente tratados sin causarles la menor molestia, de modo que se tenga con ellos mucho trato y familiaridad".

La idea de cristianizar a los habitantes de las indias no solo inspiró el inicio de la gesta sino que la impregnó por entero. Incluso en contra de las conveniencias económicas y políticas de la potencia descubridora, a la que probablemente le hubiera resultado más fácil haber actuado como los conquistadores del norte americano. Es por ello que desde un inicio misioneros franciscanos, dominicos, jesuitas y agustinos crearon hospitales, escuelas, universidades y misiones.

-¿Por qué Isabel y Fernando son los “Reyes Católicos”?

El título de Reyes Católicos, gracias al cual han pasado a la historia los monarcas Isabel la Católica y Fernando el Católico, les fue otorgado por la bula Si convenit del Papa Alejandro VI, fechada el 19 de diciembre de 1496.

La bula reconoce los grandes méritos de los monarcas en su defensa y promoción de la fe católica y de la defensa de la Iglesia que habían realizado. Reconocía así la unificación de los reinos, la reconquista de Granada y con ella la catolicidad completa de la península, los esfuerzos contra los otomanos musulmanes, la liberación de los Estados Pontificios y del Reino de Nápoles y también la expulsión de los judíos.

En la parte final de esta bula escribe el Papa: “Decretamos llamaros en adelante, por especial prerrogativa y privilegio Católicos y señalar y honrar con este título peculiar en nuestras inscripciones a vuestras personas a las cuales en uso de nuestro oficio apostólico por las presentes señalamos, honramos y nombramos con este tan ilustre título. Pues, ¿a quién cuadra mejor el título de Rey Católico, que a vosotros, defensores de la fe católica, y de la la Iglesia Católica, a la cual se esfuerzan continuamente Vuestras Majestades en defender y propagar con las armas y con la sangre?”.

Fernando de Aragón e Isabel de Castilla, los Reyes Católicos.

-¿Por qué Isabel la Católica no es santa?

La reina Isabel está en proceso de beatificación, ya es “sierva de Dios” y su proceso está desde hace décadas en Roma, donde ha quedado paralizado a la espera de que sea analizado por el dicasterio correspondiente y posteriormente aprobado por el Papa. Debido a implicaciones políticas y a la leyenda negra que se ha establecido en torno a la monarca castellana este es un proceso complejo que debe superar numerosos escollos, especialmente por el episodio de la expulsión de los judíos de su reino en 1492, aunque también por la relación de España con los indios americanos tras el descubrimiento de América. Episodios ambos, que tanto historiadores como desde la propia causa han clarificado ya.

Aún así, monseñor Luis Argüello, nuevo arzobispo de Valladolid, diócesis desde la cual se inició la causa de beatificación, ha pedido públicamente reactivar la causa, para lo que además es importante que se difunda la devoción a Isabel de Castilla, algo que en los últimos años se ha producido con gran éxito.

La causa se inició en 1958 en la Archidiócesis de Valladolid siguiendo las normas de la Iglesia que indican que estas causas deben iniciarse en la diócesis donde se produjo el fallecimiento, en este caso en la localidad vallisoletana de Medina del Campo.

Desde la Comisión archidiocesana que promueve este proceso, “la causa está suficientemente avalada por su vida de fe, su compromiso con Dios y con el prójimo, su austeridad, su afán evangelizador y su lucha por los derechos humanos”.

De este modo, la causa concluyó su fase diocesana en 1972 y fue trasladada a Roma para su estudio por la Congregación para la Causa de los Santos.  En 1974 se produjo la aprobación de la Positio super scriptis, por la cual la reina fue declarada “Sierva de Dios”.

Después de haber aprobado el examen de los historiadores aún no ha tenido lugar el decisivo dictamen de la Comisión Teológica, que ha sido pospuesto "para un mayor estudio y reflexión". Si es favorable, su dictamen pasaría a la Congregación de Cardenales y Prelados, que informaría al Papa, para su decisión final, sobre la heroicidad de las virtudes y la declaración oficial de Venerable.

En estos momentos el postulador de la causa en Roma es el religioso español Javier Carnerero, que ya ha recibido testimonios de gracias, así como supuestos milagros y curaciones inexplicables por intercesión de Isabel de Castilla.

-La Reina Isabel y la expulsión de los judíos.

La reina Isabel nunca fue antisemita. Esto queda patente en que sus médicos personales y altos cargos administrativos de la Corte eran judíos. No fue la única que, por razones de Estado, decretó su expulsión. En 1492 España era para ellos lugar de refugio y también de graves alteraciones del orden y de la convivencia. La “supresión del permiso de residencia de judíos en Castilla y León” se realizó con normas humanizadoras por parte de la Reina.

La decisión tuvo estrictamente un cariz político y administrativo, y no racista ni antisemita. Además, los judíos fueron expulsados de España siglos después que otros países. Así por ejemplo Francia expulsó a sus judíos en 1182 y confiscó todos sus bienes, como lo haría Inglaterra en 1290, y luego los principados alemanes, Austria en 1421 y después los principales ducados italianos.

Tras investigar los hechos, el historiador José Javier Esparza recuerda que España fue la última en hacerlo y pudieron vender sus bienes antes de marchar. Esparza explica la razón: "Los Reyes Católicos, en su proyecto político, aspiraban a una sociedad unificada. La unidad en la fe católica era el objetivo. Para ello tenía que lograrse la integración plena de los judíos conversos, pero esta se veía dificultada porque gran parte del pueblo los consideraba sospechosos. ¿Por qué? Por su proximidad a los judíos observantes. De manear que había que deshacerse de estos si se aspiraba a una integración total de los conversos. Por otro lado, las sospechas populares se traducían en un estado permanente de tensión civil".

José María Zavala, que ha publicado un libro sobre Isabel la Católica y ha estudiado su Positio de canonización, afirma que “en la expulsión, a diferencia de lo que sostienen algunos, no existió motivo alguno racista o antisemita; sencillamente, porque el racismo como tal no existía entonces sino que es un fenómeno actual. Tampoco hubo codicia alguna de riqueza, puesto que para la corona la medida supuso la pérdida de ingresos para sus arcas. Además, la situación legal de los judíos de Castilla era la de “extranjeros tolerados”, de modo que no fue propiamente una expulsión”.

-¿Qué dice el testamento que dejó escrito Isabel la Católica?

El 12 de octubre de 1504 Isabel firmó su testamento, y posteriormente el 23 de noviembre de ese mismo año, apenas tres días antes de fallecer firmó en Medina del Campo en presencia del mismo notario y de varios de los testigos un codilicio.

Su testamento muestra qué tipo de mujer era la reina Isabel y cuáles eran sus preocupaciones. En él la fe es un elemento esencial, así como su preocupación de poder ir al cielo. Estos son algunos fragmentos del testamento:

Inicio de su testamento

“En el nombre de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas y una esencia divina, Creador y Gobernador universal del Cielo y de la Tierra [...] y de la gloriosa Virgen María, su madre, Reina de los Cielos y Señora de los Ángeles, nuestra señora y abogada, de aquel príncipe de la Iglesia y caballería angelical san Miguel, y del mensajero celestial el arcángel san Gabriel y [...] especialmente de aquel santo precursor de nuestro redentor Jesucristo, san Juan Bautista, y a los muy bienaventurados príncipes de los apóstoles san Pedro y san Pablo con todos los otros apóstoles señaladamente del muy bienaventurado san Juan Evangelista […], al cual santo apóstol y evangelista yo tengo por mi abogado especial en esta presente viday así lo espero tener en la hora de mi muerte, y en aquel terrible juicio y estrecho examen, y más terrible contra los poderosos cuando mi alma será presentada ante la silla y trono real del Juez Soberano […], que según nuestros merecimientos a todos nos ha de juzgar, en uno con el bienaventurado y digno hermano suyo el apóstol Santiago […], con mi bien amado y especial abogado san Francisco, con los gloriosos confesores y grandes amigos de nuestro señor san Jerónimo, doctor glorioso, y santo Domingo [...] y con la bienaventurada santa María Magdalena a quien asimismo yo tengo por mi abogada; porque si es cierto que hemos de morir, es incierto cuando y donde moriremos, por ello debemos vivir y estar preparados como si en cualquier momento hubiésemos de morir”.

Su preocupación por la vida eterna

“También mando que después de cumplidas y pagadas las deudas, se digan por mi alma en iglesias y monasterios observantes de mis reinos y señoríos veinte mil misas, en aquellos que mis albaceas consideren oportuno, y que den a dichas iglesias y monasterios las limosnas que consideren apropiado [...]”.

“También mando que una vez pagadas las deudas, se distribuya un millón de maravedíes para casar doncellas pobres y, otro millón de maravedíes para que doncellas pobres puedan dedicarse a la vida religiosa, y que en ese santo estado quieran servir a Dios”.

“También mando que se vistan doscientos pobres para que sean especiales rogadores por mi alma”.

“También mando que en el año de mi fallecimiento sean redimidos doscientos cautivos necesitados, que estén en manos de infieles”.

Sobre América y los indios

“También mando que en cuanto que el Papa nos concedió las Islas y Tierra Firme del Mar Océano descubiertas y por descubrir [América y las islas cercanas], y como fue mi intención procurar, inducir y atraer a los pueblos que las pueblan a la fe católica, y enviar a las Islas y Tierra Firme prelados y religiosos y clérigos y otras personas doctas... para instruir a los moradores de aquellas tierras en la fe católica, y enseñarles buenas costumbres. Además suplico al rey mi señor muy afectuosamente, y encargo y mando a la princesa, mi hija, y al príncipe, su marido, que así lo hagan y cumplan, y que esto sea su principal fin y en ello ponga mucha diligencia, y que no consientan ni den lugar a que los indios, vecinos y moradores de las Indias y Tierra Firme, ganadas y por ganar, reciban agravio alguno en sus personas ni bienes, antes al contrario que sean bien y justamente tratados, y si han recibido algún agravio que lo remedien y provean para que no se sobrepase en cosa alguna lo que en las cartas apostólicas de dicha concesión se mandaba y establecía”.

-Cronología de la vida de Isabel la Católica y de los hechos más relevantes de su vida.

La Comisión Isabel la Católica para la causa de beatificación de la Reina, del Arzobispado de Valladolid, ofrece esta cronología de la vida de la “sierva de Dios” que permite contextualizar la vida y obra de uno de los personajes más importantes de la historia de España:

1451 (22 de abril): Nace la Infanta Isabel en Madrigal de las Altas Torres, que será Isabel I de Castilla.

1453 (11 de mayo): El matrimonio de Enrique y Blanca es declarado nulo (sin descendencia, después de 12 años y 8 meses de casados).

1453 (13 de noviembre): Nace el Infante Alfonso hermano carnal de Isabel en Tordesillas (Valladolid).

1453 (20 de diciembre): Capitulaciones matrimoniales de Enrique IV con doña Juana de Portugal.

1454: Comienza la vida de Isabel en Arévalo con su madre y su abuela, que se prolonga hasta 1461.

1454 (8 de julio): Testamento de don Juan II por el que en defecto de sucesión legítima de Enrique o Alfonso, heredará la Infanta Isabel.

1454 (21 de julio): Muerte en Valladolid del rey don Juan II.

1455 (25 de febrero): Matrimonio de Enrique IV en segundas nupcias con doña Juana de Portugal celebradas por poder en Lisboa.

1461: Traslado de los Infantes Isabel y Alfonso a la Corte de Enrique IV en Segovia.

1462 (28 de febrero): Nacimiento de Juana, llamada “la Beltraneja” o “la hija de la Reina”.

1462 (9 de mayo): Jura de Juana como princesa heredera en las Cortes de Madrid.

1464 (25 de octubre): Designación del Príncipe don Alfonso como heredero del Reino de Castilla.

1464 (30 de noviembre): Capitulación del Rey y los Nobles en las Vistas entre Cabezón y Cigales.

1464 (4 de diciembre): Real cédula de Enrique IV declarando al Príncipe don Alfonso heredero y sucesor suyo en el Trono de Castilla.

1465 (1 de enero): Residencia de la Princesa Isabel en casa propia en Segovia, que se prolonga hasta 1467.

1465 (5 de junio): Ruptura de Enrique IV de la concordia pactada en las Vistas entre Cabezón y Cigales.

1465 (6 de junio): “Farsa de Avila”. Destronamiento simbólico de Enrique IV y división del Reino en dos obediencias con la proclamación del Príncipe Alfonso como Rey de Castilla.

1465 (14 de julio): Carta de Enrique IV al Papa Paulo II dándole cuenta del “auto de Avila” y pidiendo el castigo de los culpables.

1465 (12 de noviembre): Capitulaciones entre Alfonso V, Rey de Portugal, y la Reina de Castilla doña Juana, su hermana, concertando el posible matrimonio de aquél con la Infanta Isabel de Castilla.

1466 (29 de enero): Envía el Papa a Castilla su Nuncio y Legado “a látere” Lianoro de Lianoris.

1467 (18 de abril): Misión del nuevo Nuncio y Legado “a látere” en la persona del Obispo de León, Antonio Jacobo de Veneris.

1467 (11 de mayo): Nuevas facultades del Papa a su Legado para procurar la paz con plenos poderes.

1467 (20 de agosto): Batalla de Olmedo entre los del Rey y el partido de don Alfonso.

1468: En julio, carta conciliadora y de agradecimiento de Enrique IV a la Princesa Isabel.

1468 (4 de julio): Carta de la Infanta Isabel al Concejo de Murcia en vísperas de la muerte de su hermano Alfonso.

1468 (5 de julio): Muere el Príncipe don Alfonso en Cardeñosa con Isabel a su lado.

1468 (6 de julio): En los días siguientes a la muerte de don Alfonso los partidarios de este quieren proclamar a Isabel, Reina; ella se opone mientras viva Enrique IV: Princesa sí, Reina no.

1468 (8 de julio): Nueva carta de Isabel al Concejo de Murcia solicitando el nombramiento de Procuradores.

1468 (20 de julio): Nombramiento de mayordomo y contador mayor de su casa hecho por la Princesa Isabel en la persona de don Gonzalo Chacón.

1468: Durante julio y agosto, negociaciones de concordia en Madrid y Avila entre representantes del Rey y partidarios ahora de Isabel.

1468: La fuga de la Reina doña Juana, encinta pero no del Rey, del castillo de Alaejos.

1468 (17 de agosto): Durante seis días, Junta de Castronuño para un acuerdo informal de los partidos en preparación de la concordia formal

1468: Desde septiembre hasta mayo de 1469, estancia de la Princesa en la Villa de Ocaña con su hermano el Rey. Allí se trama por una parta su matrimonio con Alfonso V de Portugal (19 de septiembre, 1468) por ella rechazada, y por otra, con el Nuncio, el matrimonio con Fernando de Aragón (diciembre, 1468).

1468 (18 de septiembre): Se formaliza el Acta de concordia con el acatamiento del Rey y la declaración de heredera a favor de Isabel: Madrid-Avila.

1468 (19 de septiembre): Vistas y conciliación solemnes en Guisando, con lectura del Acta, etc., en presencia del Legado Pontificio Antonio Jacobo de Veneris.

1468 (23 de septiembre): Isabel ratifica la comunicación del Rey a los Nobles no presentes en Guisando.

1468 (26 de septiembre): Comunicación conjunta de Enrique IV e Isabel al Reino de lo acordado en Guisando.

1468: Ruptura de la concordia en la Junta de Villarejo; se trata de casar a Isabel con Alfonso V de Portugal.

1469 (7 de enero): Capitulaciones matrimoniales de la Princesa Isabel de Castilla con el Príncipe don Fernando de Aragón.

1469 (30 de abril): Alfonso V de Portugal firma una alianza con Enrique IV de Castilla para expulsar del Reino a Fernando e Isabel si llegan a contraer matrimonio.

1469 (15 de mayo): Mediado el mes de mayo, Isabel sale de Ocaña camino de Arévalo y Madrigal cuando el Rey emprende su viaje por Andalucía.

1469: En agosto llega a Valladolid la Princesa Isabel.

1469 (8 de septiembre): Carta de Isabel a Enrique IV acatando su autoridad; por ella sabemos que trató de apresarla. Explica la conveniencia del matrimonio con don Fernando.

1469 (19 de octubre): Matrimonio de Isabel con Fernando de Aragón, con previa dispensa privada en el fuero interno extra-sacramental por el Legado Pontificio Antonio de Veneris, e inmediata comunicación al Rey protestando amor y obediencia.

1469 (11 de diciembre): Toma de posesión de la Ciudad de Medina del Campo por Isabel.

1470: En febrero, base de paz y negociación propuesta al Rey Enrique IV por los príncipes Fernando e Isabel.

1470 (1 de octubre): Nace en Dueñas la Infanta Isabel, hija primogénita de Fernando e Isabel.

1470: En octubre, carta de los Príncipes al Rey ofreciendo acatamiento, amor y obediencia y propuesta de una amplísima consulta que resolviese el conflicto hereditario.

1470 (25 de octubre): Desheredamiento de la Princesa Isabel en Val de Lozoya y juramento a favor de Juana “la hija de la Reina”, y comunicación al Reino.

1470 (28 de octubre): Carta del Papa Paulo II a Enrique IV negándose a conceder lo que pedía, el desheredamiento de Isabel que trató en Val de Lozoya.

1471 (1 de marzo): Carta circular de Isabel al Reino rebatiendo todas las acusaciones de su hermano contra ella.

1471 (20 de julio): Muerto el Papa Paulo II, es elegido el 9 de agosto el Cardenal Della Rovere, Sixto IV.

1471 (1 de diciembre): Bula del Papa Sixto IV dispensando públicamente el impedimento de consanguinidad de los Príncipes Isabel y Fernando.

1471 (20 de diciembre): Breve del Papa Sixto IV a la Princesa, o “Confesional”.

1472: De mayo a septiembre de 1473, Legación pontificia de Rodrigo de Borja. Trabajó por la concordia y a favor de Isabel.

1473 (28 de diciembre): Reconciliación de Enrique IV e Isabel por obra de Andrés de Cabrera y Beatriz de Bobadilla en el Alcázar de Segovia. Allí permanecerá Isabel esperando los acontecimientos.

1474 (11 de diciembre): Muere en Madrid el Rey Enrique IV.

1474 (13 de diciembre): Proclamación de la Princesa Isabel como Reina de Castilla en Segovia y consagración del Reino a Dios.

1474 (27 de diciembre): Carta de Alfonso V de Portugal al Marqués de Cádiz sobre su proyecto de invadir Castilla.

1475 (1 de enero): Es reconocido Rey de Castilla don Fernando.

1475 (15 de enero): Escritura de concierto y concordia sobre el modo de gobierno. Fernando es declarado conregnante en Castilla. Más tarde (28 abril 1475) Isabel ampliará notablemente sus poderes, y Fernando por su parte (13 abril 1481) la hará corregente de Aragón.

1475: En abril, comienzan los amagos de guerra de Alfonso V de Portugal, que la Reina intenta evitar con una intensa acción diplomática. El Arzobispo de Toledo abandona airado a la Reina.

1475: En abril, perdón general de los Reyes a todos los Grandes del Reino que se han unido o están a punto de unirse al invasor portugués.

1475 (30 de mayo): Manifiesto de Plasencia declarando Reyes de Castilla a Alfonso V de Portugal y a Juana “la Beltraneja”.

1475 (25 de noviembre): Carta de Isabel a su suegro Juan II de Aragón pidiéndole mande embajadores para tratar una paz con Francia. (Se firmará el 9 octubre, 1478)

1476: Entre 1476 y 1478, la Reina va concediendo el perdón uno tras otro a todos los traidores (Conde de Plasencia, Marqués de Villena, Arzobispo de Toledo) y reintegrándolos en sus puestos sin venganzas ni castigos, para la paz con Portugal.

1476 (28 de enero): Se rinde a la Reina el castillo de Burgos.

1476 (1 de marzo): Derrota decisiva del ejército portugués en la batalla de Toro (Zamora). En conmemoración de esta victoria los Reyes hicieron construir el monasterio toledano de S. Juan de los Reyes, primero de una serie de monumentos de los que esta representa el modelo del “estilo isabelino”.

1476 (2 de abril): Llega a Valladolid el nuevo Legado Pontificio Nicolás Franco.

1476 (8 de mayo): Isabel es confirmada y jurada heredera de Castilla-León por las Cortes de Madrigal.

1476 (5 de junio): La Reina solicita de Sixto IV la autorización para entrar en la clausura de S. Benito el Real de Valladolid y de la Cartuja de Miraflores (Burgos).

1477: Entre octubre y junio de 1478, una Comisión de letrados del Consejo de Castilla estudia y afirma los derechos de la Corona sobre las Islas Canarias. Inicia la ocupación en 1478 y se concluya en 1492 y 1496, aplicando la Bula “Pastoris aeterni” de 1472 y dándole el carácter de “conquista evangelizadora” con el sistema de “las paces” para evitar el hacer esclavos. Inocencio VIII aprueba en 1486 la campaña y concede el derecho de regio patronato junto con el de Granada en vías de reconquista.

1477 (25 de diciembre): Primera providencia de la Reina a favor de la imprenta apenas inventada, favorecida en todo su reinado en todos los modos posibles. Se implantó progresivamente en las ciudades principales y en muchas otras no principales. No nos sorprende saber que el primer libro impreso en España fue una compilación de canciones en honor de Nuestra Señora.

1478 (28 de junio): Nace en Sevilla el Príncipe heredero don Juan.

1478: En julio y agosto, Congregación general del Clero de Castilla en Sevilla, base de la reforma eclesiástica y de las órdenes religiosas del Reino perseguida durante todo el reinado.

1478 (9 de octubre): Firma de la paz con Francia.

1478: En noviembre, Bula de Sixto IV sobre la fundación de la Inquisición en Castilla. La Reina la retiene durante casi dos años mientras se hace una intensa campaña catequística.

1479: En junio, carta de perdón de los Reyes a todos los castellanos en servicio del Rey de Portugal.

1479 (6 de noviembre): Nace en Toledo la Infanta doña Juana.

1480: Los primeros meses del año, cortes de Toledo en que se planea toda la reorganización del Reino. En ellas la Reina libró una suma a Fr. Hernando de Talavera para descargos de su conciencia y satisfacer deudas de la Administración. Aquí nace el Libro de los descargos de la conciencia de la Reina Isabel, que se convertiría en Audiencia de los descargos con bastante personal adicto. Funcionó hasta 1532.

1480 (4 de mayo): Cédula Real acerca de los profesores y hacienda universitaria de la Universidad salmantina, proscribiendo las nóminas sin grados, imponiendo la gratuidad para los pobres, etc. Es quizás la primera de una serie de providencias que elevan el nivel universitario a cuotas desconocidas. Más adelante creó el fuero universitario.

1481 (8 de marzo): Bula de Sixto IV confirmando la paz entre Castilla y Portugal.

1481 (26 de diciembre): Comienza la Reconquista y evangelización de Granada. La primera etapa duró de 1481 a 1484. La segunda tuvo cuatro fases, 1ª, 1484-1485, cae el Oeste del Reino con Ronda como centro; 2ª, 1485-1487, cae el centro-oeste con Málaga, Loxa, Illora, Vélez, Gibralfaro, Vélez Málaga...; 3ª fase, 1488-1489, se conquista Baza, (4 diciembre, 1489) en que aparece la Reina como una visión, Guadix, Almería, Alpujarras...; en esta fase es cuando empeñó la Reina sus joyas; 4ª fase, 1490-1492, se establece el campamento de Santa Fe para el cerco de Granada, en donde acontece el incendio de la tienda de la Reina (14 julio, 1491). El 2 enero 1492 se entrega la capital. El mismo día lo comunica la Reina a Guadalupe y el Rey al Papa.

1482 (29 de junio): Nace en Córdoba la Infanta doña María.

1483 (25 de febrero): Sixto IV escribe a la Reina animándola a seguir con la Inquisición. Con Inocencio VIII las relaciones, al principio normales, después resultaron tensas pues daba crédito a los calumniadores; ello provocó varias cartas de los Reyes poniéndole de frente a sus responsabilidades (6 octubre, 1490; 26 enero, 1491; 27 marzo, 1491).

1484: Este año, bajo los auspicios de la Reina se funda en Valladolid el Colegio Mayor de Santa Cruz, al que seguirá una larga lista de Colegios Mayores o Estudios Generales: Sigüenza, S. Gregorio de Valladolid, Sevilla, Valencia, Zaragoza, Cuenca, Oviedo, Salamanca con 4 Colegios Mayores, Toledo, Santiago de Compostela, Sto. Tomás de Avila, etc. De ellos saldrá una pléyade de doctores en todas las ciencias.

1485 (15 de diciembre): Nace en Alcalá la Infanta doña Catalina.

1486: Hasta abril de 1487, reuniones de letrados, cosmógrafos y marineros con Colón en Salamanca; “los más de ellos tuvieron por imposible el proyecto”.

1486 (20 de enero): Primera audiencia de Cristóbal Colón con los Reyes en Alcalá de Henares. En ella les habla del Gran Khan de la India que espera misioneros cristianos: idea clave en la mente y corazón de la Reina.

1486 (8 de febrero): Inocencio VIII anima a la Reina a proseguir sus esfuerzos por la conquista de Granada.

1487: Pese a los expertos, la Reina acoge a Colón en la corte, suspendiendo la decisión mientras dura la guerra de Granada, y le ayuda económicamente. A principios de 1488 Colón ofrece su proyecto al Rey de Portugal, sin éxito, y vuelve a Castilla; lo ofrece al duque de Medinaceli, que acepta, pero la Reina dice que es empresa para Reyes y sigue sosteniendo a Colón. Al Duque le paga los gastos hechos para el proyecto de Colón.

1489 (12 de mayo): Es acogido Colón en la corte con la categoría de Consejero real.

1490 (18 de abril): Matrimonio de la Infanta Isabel con el Príncipe don Alfonso de Portugal.

1492: Algunos días después de la toma de Granada, la Reina reunió una magna Asamblea para estudiar el proyecto; “las opiniones estaban divididas”, la decisión fue negativa y Colón fue despedido. En esta Asamblea Colón comenzó a pedir cosas exorbitantes. Pero la Reina dio en llamarlo de nuevo mandando al Secretario Coloma preparar las Capitulaciones para el viaje descubridor.

1492 (31 de marzo): Decreto de expulsión de los judíos, o suspensión del permiso de permanecer en los Reinos de Castilla y de Aragón. Habían precedido la separación de judíos y cristianos decretada en las Cortes de Toledo (1480) en ejecución de leyes y cánones ya existentes; el establecimiento de la inquisición (1478-1480) y la expulsión de Andalucía (1483).

1492: En abril, provisión para que los de Palos de Moguer entreguen a Colón las dos carabelas con equipaje, como les está mandado por el Consejo.

1492 (17 de abril): Capitulaciones de Santa Fe con Cristóbal Colón.

1492 (3 de agosto): Zarpan las tres naves, La Niña, La Pinta, y La Santa María, del puerto de Palos.

1492 (12 de octubre): Descubrimiento del Nuevo Mundo.

1492 (7 de diciembre): Atentado sufrido por el Rey don Fernando en Barcelona.

1493 (19 de enero): Tratado de Barcelona para la devolución de Rosellón y la Cerdaña por Carlos VIII de Francia a Aragón (hipotecados en 1463) y tratado de paz para 101 años.

1493 (15 de marzo): Arribo de Colón al puerto de partida, de regreso de su primer viaje explorador.

1493 (27 de marzo): Alejandro VI concede a los Reyes amplias facultades para la reforma de conventos femeninos en Castilla, León y Aragón.

1493 (30 de marzo): Carta de los Reyes a Colón (supone la de éste a ellos, que no se conoce) complaciéndose del feliz retorno y ordenándole su pronta ida a la Corte.

1493 (13 de abril): Recibimiento de Colón en Barcelona, en donde se encontraban los Reyes.

1493 (3 de mayo): Bula “Inter cetera” con mandato evangelizador y asignando las tierras descubiertas y por descubrir a Castilla-León.

1493 (29 de mayo): Instrucciones a Colón relativas a evangelización..., para la 2ª expedición, en la que iría un Delegado apostólico y algunos misioneros. En este mes reciben el bautismo siete indios traídos por Colón en el primer viaje: las primicias de América.

1493 (27 de julio): Bula de reforma general concedida a los Reyes por Alejandro VI.

1493 (5 de septiembre): Carta de la Reina a Colón enviándole un traslado del libro de su “Diario de a bordo”, pidiéndole la Carta de marear, y “que no dilate su partida a las Indias”.

1493 (25 de septiembre): Zarpa de la bahía de Cádiz la 2ª expedición de Colón con el Delegado apostólico y cuatro misioneros.

1493 (20 de diciembre): Carta de la Reina al Obispo de Barcelona rogándole apoye a los reformadores e impida a ciertos canónigos entrar en los conventos de monjas.

1494 (30 de enero): Colón desde La Isabela escribe a la Reina enviándole unos 500 esclavos, que llegan a Cádiz a principios de abril.

1494 (16 de abril): La Reina manda suspender la venta de los esclavos y encarga a una Comisión de teólogos y canonistas estudiar “si con buena conciencia se pueden vender”.

1494 (17 de diciembre): Bula de Alejandro VI otorgando a los Reyes una prórroga de la indulgencia a los que combatiesen contra los musulmanes de África.

1495 (20 de enero): Capitulación para el matrimonio de Felipe de Austria con Juana de Castilla y del Príncipe don Juan con Margarita de Habsburgo.

1495 (13 de febrero): Promulgación de una Bula concediendo a los Reyes la conquista de África y se les hace investidura de todos los Reinos y Señoríos de ella, para sí y para sus sucesores.

1495 (31 de marzo): Se firma la Liga Santa preparada por los Reyes entre España, Austria, Milán y Venecia con los Estados Pontificios y Nápoles contra el turco y para impedir la invasión del Reino de Nápoles por Carlos VIII de Francia.

1495 (1 de junio): Alejandro VI pide a los Reyes que declaren guerra a Carlos VIII de Francia que estaba invadiendo el Reino de Nápoles vasallo de la Santa Sede y había tomado ya la plaza fuerte de Ostia. Insiste el 6 de agosto y el 20 de octubre de 1495. Después de haber agotado los recursos diplomáticos, el Gran Capitán reconquistó para el Papa las tierras ocupadas por Carlos VIII.

1495 (5 de noviembre): Desposorios de la Princesa doña Juana con el Archiduque de Austria Felipe el Hermoso.

1496 (18 de enero): Cédula real sobre la gran flota para llevar a Flandes a doña Juana y de retorno traer a la Princesa doña Margarita.

1496 (15 de agosto): Muere en Arévalo doña Isabel, la madre de la Reina Católica.

1496 (20 de octubre): Matrimonio de doña Juana con don Felipe el Hermoso en Lila.

1496 (19 de diciembre): Alejandro VI otorga a Isabel y Fernando el título de “Reyes Católicos” en una bula papal “Si Convenit”.

1497 (3 de abril): Matrimonio del Príncipe don Juan con Margarita de Austria en Burgos.

1497 (30 de septiembre): Segundas nupcias de la Princesa doña Isabel de Castilla con don Manuel Rey de Portugal.

1497 (3 de octubre): Muere en Salamanca el Príncipe heredero don Juan.

1498 (26 de marzo): Son jurados don Manuel y doña Isabel Reyes de Portugal, en Toledo Príncipes herederos de Castilla tras la muerte del Príncipe don Juan, y en mayo son jurados en Zaragoza herederos de Aragón.

1498 (23 de agosto): Isabel, la primogénita, muere dando a luz a Miguel de la Paz. Nace en Zaragoza el Príncipe Miguel de la Paz. En el parto muere la madre, la Reina de Portugal, doña Isabel, primogénita de los Reyes Católicos.

1498 (22 de septiembre): Es jurado el Príncipe Miguel de la Paz por las Cortes aragonesas presididas por los Reyes en Zaragoza. En enero siguiente, es igualmente jurado heredero de Castilla-León en las Cortes de Ocaña.

1499 (15 de noviembre): Nace la Infanta Leonor, nieta de los Reyes Católicos.

1500 (3 de enero): Cédula Real para poner de acuerdo a Fr. Hernando y Cisneros en base a que no su fuerce en manera alguna la conversión de los moros. Hay varios documentos muy expresivos de los años 1500-1501 a este respecto.

1500 (20 de junio): La Reina, sin más esperar respuesta de la Comisión, manda recoger y repatriar a todos los esclavos antedichos y otras remesas de ellos: todo a sus expensas. Y a Colón le inculca terminantemente en las instrucciones para el siguiente viaje: “Y no habéis de traer esclavos” (9 mayo, 1502).

1500 (20 de julio): Muere en Granada el Príncipe Miguel de la Paz heredero de todos los Reinos de la Península y de sus imperios.

1500: En septiembre-octubre, matrimonio de don Manuel de Portugal con doña María, hija de los Reyes Católicos.

1500 (5 de octubre): La Reina escribe a los Obispos solicitando envíen sacerdotes al Reino de Granada. Escribe a algunos más en particular.

1501 (8 de mayo): La Reina escribe al Corregidor de Córdoba que no se use ninguna premia con los musulmanes para que se conviertan.

1501 (15 de julio): Nacimiento de la Infanta Isabel nieta de los Reyes y Reina de Dinamarca.

1501 (17 de agosto): Carta de la Reina a los Obispos del Reino interesándoles por el debido culto al Santísimo Sacramento.

1501 (3 de septiembre): Provisión de la Reina nombrando gobernador de las Indias al Comendador Fr. Nicolás de Ovando.

1501: En octubre, matrimonio de la hija Catalina con Arturo de Inglaterra; en 1503 se casó con Enrique VIII, que después la repudió.

1501 (12 de octubre): Carta real para que sean quemados los ejemplares del Corán y demás libros religiosos musulmanes en poder únicamente de los convertidos al cristianismo.

1502: Son jurados en Toledo y Zaragoza herederos de Castilla y Aragón doña Juana y don Felipe el Hermoso, en mayo y octubre, respectivamente.

1502 (2 de enero): Carta de la Reina al General de los Franciscanos sobre la edificación del monasterio de la Concepción de Granada.

1502 (12 de febrero): Expulsión de Castilla y Granada de los musulmanes no convertidos al cristianismo.

1502 (9 de mayo): Zarpa Colón del puerto de Sanlúcar de Barrameda rumbo a las indias en su cuarto y último viaje.

1503 (10 de marzo): Nace en Alcalá de Henares el infante don Fernando, Emperador de Romanos.

1503 (30 de mayo): Carta de la Reina al Papa suplicándole imponga silencio a cuantos “sean osados de contra decir a lo de la Concepción”. También, la Reina ayuda a Santa Beatriz de Silva fundar una nueva Orden en honor de la Inmaculada Concepción (Las Concepcionistas Franciscanas) en 1484, siglos antes de la declaración del dogma.

1503 (20 de diciembre): Carta de la Reina al Gobernador de los indios, sobre su libertad: debe convencer y apremiar a los dichos indios a tratar y conversar con los cristianos; que no anden vagabundos, que trabajen y se les pague el jornal, como personas libres, como lo son, y no como siervos, y que no dé lugar a que ninguna persona les haga mal, ni daño ni otro desaguisado; y que los días de fiesta y días que pareciere se junten a oír y ser doctrinados en las cosas de la fe, etc.

1504 (1 de marzo): La Reina acompaña hasta Laredo a su hija Juana, a quien vio por última vez embarcar rumbo a Flandes.

1504 (12 de octubre): Otorga Isabel su testamento en su casa real de Medina del Campo, hoy Palacio Real Testamentario.

1504 (23 de noviembre): La Reina dicta su codicilo en el mismo lugar.

1504 (26 de noviembre): Al filo del mediodía de un miércoles otoñal: “Desde el puerto de Medina / dejando estela inmortal / partió en su Santa María / a ser segunda en los cielos / la primera en Castilla” (José Fuentes Ruiz).

1504 (27 de noviembre): Acompañado de mucha gente es llevado el cadáver de la Reina a sepultar a Granada.

1504 (18 de diciembre): Llegan a Granada los despojos mortales de la Reina Católica y son inhumados según su última voluntad en el convento de San Francisco de La Alhambra de Granada.

1521 (6 de noviembre): Traslado del cuerpo de la Reina a su sepultura actual en la Capilla Real de Granada, al lado de su esposo.