Año del Señor 2023

2 de octubre
 
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día. 
 
QUÉ PILLADA
 
Los primeros y terceros viernes de mes tenemos el Santísimo expuesto. Cuando llega mi turno de vela, me gusta mucho colocarme justo detrás del altar, bajo la Presencia del Señor. Pero claro, en esa posición, las personas que entran en la iglesia no me ven.
 
El último día, mientras estaba orando, vi que una persona abría la puerta de la sacristía y se metía dentro. Me levanté y le comenté con cariño que aquel era un sitio privado.
 
La verdad es que me entró la risa, porque estoy convencida de que pensaba que estaba sola. Seguramente si hubiera visto que había alguien más no se hubiera atrevido.
 
Aquello me dio para orar todo ese rato. Cuántas veces hacemos un “discernimiento” rápido e inconsciente para hacer algo o no hacerlo, teniendo como criterio salvaguardar nuestra imagen.
 
Al principio me surgió una frase que decía: “no hagas a solas lo que no harías cuando hay alguien contigo”. Sin embargo, el Señor me fue llevando más allá. Aquella frase era muy moralista, pues desde esa perspectiva, lo que mueve a la persona a hacer el bien es mantener esa imagen, tanto en público como en privado.
 
Sin embargo, el Señor no quiere movernos a hacer el bien solo porque eso es lo bueno, Él quiere movernos a hacer el bien por el Amor. Porque Su Amor nos ha dado una dignidad de un altísimo valor.
 
Experimentar cuánto valemos para Él lo cambia todo. Él ha pagado un alto precio por nosotros, así nos ha tasado Su Amor. Y nos ha elevado a una dignidad tal, que nosotros solo podemos agradecer y acoger con todo nuestro corazón y nuestras fuerzas.
 
Jesús no quiere que seamos aparentemente perfectos, Él nos quiere hacer íntegros, personas que le hemos entregado todo el corazón y que nos vamos dejando modelar por Su Amor. Así nuestros actos irán manifestando, cada vez más, la dignidad de nuestro valor. Por eso los santos llaman tanto la atención, porque su vida denota algo mucho mayor.
 
Hoy el reto del amor es pedirle al Señor que te regale experimentar cuánto vales para Él. Todas las virtudes humanas se cuelgan de Su Amor. Porque es el Señor, el que al amarnos nos hace buenos.
 
VIVE DE CRISTO
 
¡Feliz día!