Año del Señor 2022
22 de julio
 
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día. 
 
POR SUS FRUTOS, NO POR SU ASPECTO
 
Hace unos días, cogí una naranja para el postre de la comida. Ni me había dado cuenta de su aspecto, pero, cuando la fui a pelar, pensaba que me habían gastado una broma y me la habían cambiado por un limón. Y hasta le comenté a la hermana que se sienta a mi lado que quién me ha puesto ahí ese limón.
 
Es que realmente la naranja no parecía naranja, era amarilla por fuera. Pero otra hermana que me vio dudosa, se acercó a mí y me dijo que no me fijara en lo de fuera, que la probara y ya vería. 
 
Así que le hice caso y comencé a abrirla. Por dentro su color ya era normal, y, al probarla… ¡estaba buenísima! 
 
Pues mientras la terminaba me vino aquella cita: “Por sus frutos los conoceréis”. Sí, por sus frutos, no por su aspecto exterior. Y es que en realidad un fruto solo se sabe cómo está al probarlo, de nada vale solo mirarlo. Es más, muchas frutas, cuando tienen ya un peor aspecto por fuera, es entonces cuando están más buenas y dulces. 
 
Lo que me planteaba el Señor era muy claro: “¿Cómo está tu interior? Eso es lo que realmente importa”. A veces te encuentras con personas a las que aparentemente parece que todo les va genial, y, sin embargo, nunca llegas a su interior, son inaccesibles. En cambio veo a personas hacerse mayores y enfermar, y, sin embargo, conservan toda la vitalidad en su espíritu, hasta el punto de que son capaces de hablarte de Cristo en tan solo unos minutos, con más profundidad que en otras etapas de su vida. 
 
Jesús, en el evangelio, se acerca a todos, hasta a aquellas personas a las que nadie se atrevía a acercarse. Y precisamente Él lo que iba a haciendo a su paso era no solo curar, sino sobre todo restaurar el corazón de aquellas personas para devolverles su dignidad, su fe. Y así, que creyendo en Él, se convirtieran en Sus testigos. 
 
Hoy el reto del amor es descubrir el interior. En este tiempo de vacaciones no te olvides del interior. Cómo dice la cita: “Sobre todo, cuida tu corazón, porque en él está la fuente de la vida” (Prov 4, 23). Sé transparente ante el Señor, y deja que Él haga de tu vida “un buen fruto” para los demás. Entonces te dará más igual todo lo exterior, y disfrutarás más con las cosas profundas. 
 
VIVE DE CRISTO
 
¡Feliz día!
 
©Producciones es El- Vive de Cristo (Dominicas Lerma)

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