Ecclesia Digital

Un grupo de cuarenta periodistas, agrupados en torno a la figura de Manuel Unciti, sacerdote y periodista de corazón misionero, se reunieron en la basílica de Santa Eulalia, en Mérida, el día 2 de julio, para celebrar una eucaristía en honor de su querido y admirado maestro.

La eucaristía fue presidida por Pedro Jesús Mohedano, exdelegado de misiones de Coria-Cáceres, quien resaltó los lazos que le unían a Manuel Unciti. Un sacerdote de pluma ágil y comprometida, quien siempre optó por una Iglesia abierta a la universalidad y volcada en la defensa de los débiles.

Realizó una encomiable labor al frente de la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol. Durante más de tres décadas fue director de las revistas Pueblos del Tercer Mundo e Illuminare, articulista habitual en publicaciones como El Correo, Ya, Razón y Fe o Ecclesia. Tertuliano habitual en alguna cadena de Radio.

Publicó libros como Sangre en Argelia, África en el corazón, Amaron hasta el final o Teología en vaqueros.

Una bella intuición de Unciti fue la fundación de la Residencia Azorín, cuna formativa de varias generaciones de periodistas cristianos. A ella dedicó redoblados esfuerzos, posibilitando que varios centenares de jóvenes periodistas pudieran ser acogidos y acompañados con especial dedicación y ternura, por el gran maestro.

Murió un gran hombre, pero su mensaje y su pasión misionera perviven en el corazón de sus numerosos discípulos y lectores.