Hemos tenido ya ocasión de analizar los aspectos y consecuencias de tipo ético que acompañan las peticiones colectivas de perdón, en nombre de una comunidad que va más allá del que pide perdón, y cuya representación éste invoca (pinche aquí si le interesa el tema). Toca hoy entrar en las consecuencias de tipo menos poéticas y más prosaicas que el hecho puede traer consigo.

             Leo que Polonia se plantea ya el exigir a Alemania una indemnización de nada menos que 1,35 billones de euros (para que se haga Vd. una idea, euro más euro menos, un completo PIB español, lo que todos los españoles somos capaces de producir durante un entero año) por los daños producidos a los polacos durante la Segunda Guerra Mundial. Lo que no termino de entender es por qué esa petición no va acompañada de otra a la Unión Soviética, que también invadió la parte del territorio polaco que le correspondía por virtud de la Alianza Nazi Soviética firmada en 1939 por Vasily Molotov y Joachim Von Ribbentrop (pinche aquí si quiere conocerlo todo sobre ella). Y ya puestos, por la tiranía comunista a la que la sometió durante cuarenta y cuatro años. A lo mejor semejante "propuesta" sirve para hacerle pasar un ratito divertido a Putin, que anda, como todo el mundo sabe, algo ajetreado últimamente y muy necesitado de que alguien le saque una sonrisa.

             Aquí en España, -como siempre un pasito por delante-, ni siquiera es necesario esperar a que nadie (todavía) nos pida indemnización, sino que, directamente, la ofrecemos nosotros, y ahí tenemos a ERC proponiendo en la nueva Ley de Memoria Democrática que España indemnice a Marruecos por los daños producidos en la Guerra del Rif (y digo yo, ya puestos, por qué no también por la toma de Tetuán en 1859, o hasta por la invasión de los vándalos en 429). Lo que me extraña es que el siempre “divertido” y “juguetón” diputado Rufián no se le haya ocurrido que indemnicemos también a todas las repúblicas hispanoamericanas, por los trescientos años que los anduvimos “exterminando” y “robando el oro”. Todo se andará. Y si no, al tiempo, no lo fío para largo, con un poco de suerte hasta me está leyendo el diputado Rufián e incorpora mi idea en la próxima ley de memoria que hagan, que debe de ser la quinta o la sexta ya (he perdido la cuenta).

             Sigan, sigan los grandes dirigentes mundiales jugando al divertido jueguecito de pedir perdón por los pecados de la creación, ya van a ver Vds. cómo termina esto. Como acostumbra a decirse, siempre “se tira bien con pólvora del rey”, ¿verdad?, es decir yo tiro, pero pagas tú, vamos, yo pido perdón, tú indemnizas, que la verdad, cada día está más claro que a ellos las consecuencias de sus actos les importan poco... ¡con tal de pasar un ratito divertido haciendo el indio...!

             A lo mejor se acababa con todo esto estableciendo la responsabilidad personal de los políticos por sus obras y sus declaraciones. Se lo pensarían más antes de hacer y decir alguna tontería, incluso de esas que quedan "tan bien" para la foto, que vaya fotos que estamos viendo últimamente.

             Que hagan Vds. mucho bien y que no reciban menos.

 

 

            ©Luis Antequera