Año del Señor 2023

22 de septiembre 
 
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día. 
 
ORGANIZACIÓN DESORGANIZADA
 
Cuando comienza el día, procuro presentar ante el Señor las cosas que tengo que hacer. Así, juntos organizamos más o menos para evitar que las horas pasen sin hacer lo que realmente tenía que hacer.
 
Pero me he dado cuenta de algo curioso. Calculo el tiempo necesario para realizar una tarea en particular, pero cuando siento que el tiempo es insuficiente, surge la misma tentación: terminarla pero dejar la limpieza para más tarde, con el objetivo de pasar rápidamente a la siguiente tarea.
 
Sin embargo, luego, cuando llega el momento de la recogida, se vuelve aún más pesado. No obstante, he experimentado que si guardo cada cosa en su lugar en el momento, volviendo a dejar todo como estaba, me siento descansada, sin tareas "a medias". Entonces, me preocupa menos si tengo más o menos tiempo para la siguiente tarea.
 
Esto mismo me sucedió ayer, y mientras estaba recogiendo lo que había dejado por en medio, el Señor me hizo comprender que esto se asemeja a las circunstancias que cada uno de nosotros experimentamos. Las circunstancias, lo que estamos viviendo en el presente, son el puente por el cual el Señor entra en nuestras vidas. Él no suele hablarnos de altas teologías, sino de nuestra vida concreta, de lo que sucede en nuestra historia.
 
Así como me ocurre con la organización, también podemos hacer lo mismo con las circunstancias de nuestra vida: dejar las cosas a medias sin descubrir lo que el Señor nos quiere mostrar... o bien, sumergirnos completamente en Su Palabra y permitir que, a través de esas circunstancias, Él nos transforme. "Para los que aman a Dios, todo les sirve para el bien" (Romanos 8, 28).
 
Hoy el reto del amor es preguntarle al Señor cuál es mi circunstancia actual, aquella en la que Él quiere hablarme. Jesucristo es la Palabra eterna del Padre y, por lo tanto, siempre tiene una palabra específica para tu vida. A veces, se necesita tiempo para entender lo que Él quiere decir, mientras que otras veces Su luz nos ilumina en un instante. Pero nunca olvides que Él te ama y nunca te abandonará a la suerte de tus circunstancias.
 
VIVE DE CRISTO
 
¡Feliz día!