Into the woods (En el Bosque) es la última película de Disney. Tiene buena pinta. Actores conocidos, una amalgama de varios cuentos clásicos (Cenicienta, Caperucita Roja, Jack y las judías mágicas y Rapunzel) y buenas interpretaciones de canciones del musical en que está basado. Me imagino que muchos padres se plantearán llevar a sus hijos al cine.

No la he visto, por lo que no puedo opinar más allá de lo dicho hasta ahora y del trailer de la película. Pero acabo de leer los comentarios que Taylor Marshall, una persona con criterio, acaba de hacer tras ir a ver la película con su familia y que se resume en esta apreciación: "se trata de la película de Disney más perniciosa filosóficamente de todos los tiempos". Una advertencia que quería compartir con quienes siguen este blog.

Marshall advierte de varios aspectos inconvenientes:

- la obsesión de la actual moda de aplicar la deconstrucción a todo y de evitar, a toda costa, un final feliz.

- el príncipe de Cenicienta intentando seducir a la mujer del panadero, que acaba de tener un hijo, y besándola explícitamente.

- lo peor: el mensaje, remarcado en la canción final de que no existe nada bueno ni nada malo, sino lo que cada uno de nosotros decide que es bueno o malo. Relativismo en vena, o como dice Taylor Marshall, puro nominalismo sembrado entre nuestros niños. Algo bastante feo, ¿no, Disney?

Bueno, pues quedan advertidos.