Constatada la verdad de la Religión Católica y que es la única que tiene la respuesta a las Grandes Preguntas (ver post anterior), veamos ahora cuál es esa respuesta, revelada en el Mensaje que nos transmite la Biblia.

La Historia de Dios y la Tierra

Dios, que es infinito (también en el amor) quiere amar y ser amado. Por tanto, crea unos seres que libremente le amen (si no lo hicieran libremente ¿de qué valdría su amor?) y los coloca en la Tierra para que hagan méritos a fin de después otorgarles el Gran Premio.


 

Al principio, en el Paraíso, se portan bien pero luego fallan y son arrojados del Edén y condenados a trabajar fatigosamente hasta el día en que un Enviado los rescate. Y así hacen durante siglos (todo el Antiguo Testamento), hasta que llega el Anunciado, y los libera con la Redención, comenzando así la nueva Era.

Durante el tiempo anterior al Anunciado, Dios no deja abandonados a esos seres sino que por medio de profetas los va aleccionando y guiando, principalmente con el Decálogo y el Templo.

Después del Anunciado, en la nueva Era, lo hace por el Evangelio y la Tradición, interpretados auténticamente por su Iglesia que es la que tiene la facultad de hacerlo (“Tú eres Pedro…”).

 

Los Tres Mosqueteros