Bien, seguro que he captado la atención de más de uno con el título de este post, ese era exactamente mi propósito.
 
En medio de la efervescencia de noticias acerca del Valle de los Caídos quisiera proponer, al amable lector, contemplar todo este asunto desde otro punto de vista, tan oculto aunque tan obvio, que me atrevo a afirmar, sin sombra de dudas, que el actual Gobierno, en particular, y todos aquellos que trabajan por erradicar el cristianismo en general, han conseguido una gran victoria que les acerca a su objetivo final. Y ello aunque reabran el Valle de los Caídos el día 16 de diciembre, tal y como anuncia el Confidencial Digital citando fuentes de Patrimonio Nacional.
 
    A nadie se le escapa que Francisco Franco murió hace treinta y cinco años. La pasada semana cierto dirigente socialista reclamaba una visión histórica, separada cronológica y emocionalmente, de los hechos, delictivos, cometidos por el gobierno de Felipe González a los que, él mismo, hacía referencia en una entrevista, ¿Cómo reclamar una visión con perspectiva histórica de unos hechos acontecidos en los años 90 mientras se trata a Franco como si estuviese asesinando demócratas, cada noche, en la Puerta del Sol?
 
El como si lo sabemos: manipulando, mintiendo y reescribiendo la historia, que viene a ser lo mismo, a través de los medios de comunicación, el sistema educativo, las leyes etcétera. Pero lo importante no es el como, sino el por qué.
 
Las izquierdas laicistas, mejor dicho anti-teas, lo tienen muy claro y saben de la importancia de la propaganda a la hora de forzar la realidad para crear ese paraíso terrenal, ateo y totalitario con el que quieren endulzarnos nuestro paso por este valle de lágrimas. Propaganda es lo primero que empleo Satanás a la hora de hacer caer a nuestros primeros padres, sabía muy bien que no podía proponer el pecado sin más, antes había que manipular y emplear de memoria histórica con Adán y Eva para convencerlos de lo malo que había sido Dios con ellos, pero disquisiciones sobre esto mejor se lo dejo a teólogos más sesudos que yo. Lo que está claro es que han aprendido la lección.
 

   El actual proceso de ingeniería social pasa por la denostación de Franco, su régimen y en especialmente de la guerra civil que lo alumbró. El esquema es muy sencillo, como debe ser en cuestiones propagandistas. El esquema y el razonamiento es el siguiente:
 
Franco fue un militar, (son importantes todas las notas que señalo), católico, fascista, tradicionalista que ilegalmente se alzó en armas contra el legítimo gobierno republicano y contra el pueblo, propiciando asesinatos, odios y venganzas. Fue, en último término, un genocida que contó con la aquiescencia de la Iglesia Católica que encontró en sus delirios totalitarios la herramienta eficaz para mantener su estatus opresor sobre el sufriente pueblo español.
Demonizado a Franco se trata de demonizar a la Iglesia, a medio pueblo español, al ejército y a cualquier cosa que huela a tradición judeo-cristiano-romana.
 
 
¿Qué han conseguido?
 
Que nosotros, con este complejo que nos han creado, del cual somos tambien culpables, nos llenemos la boca con invocaciones a la libertad personal, a la libertad de culto y a que se yo que legitimas cosas, pero ya a nadie se le ocurre ver como un ataque contra la libertad que no se permita celebrar misa en el Valle con una bandera española, requeté o de falange, ya nadie se atreve a defender el derecho que pueden tener unos señores a depositar, en el aniversario de su muerte, una corona en la tumba de Franco o José Antonio.
 
¡Claro que lo principal es que el Valle de los Caídos es una Basílica Católica y como tal debe ser respetada!, ¡claro que cualquier persona debe tener derecho a libremente visitarlo dentro del debido respeto!. Pero en el fondo el mensaje que estamos lanzando es más o menos el siguiente:
“si, ya sabemos que Franco fue malísimo ¡oiga!, y ojala le saquen pronto del Valle y lo despoliticen, nosotros solo queremos oír, tranquilamente, la misa”
 
Como Católicos y Españoles podemos tener la opinión respecto a Francisco Franco que mejor nos parezca, es legítimo que oscile desde el odio al amor pasando por el desinterés, pero lo que debemos defender es la verdad de lo que aconteció hace ya muchos años: “Franco encabezó un movimiento de salvación nacional formado por muchos hombres y mujeres que no se resignaban a la muerte ni a la esclavitud comunista y que se alzaron en armas contra un gobierno que ilegítimamente exterminaba a sangre y fuego al adversario político y a la Iglesia católica” y si a algún cristiano le caben dudas que lea la Carta Colectiva del Episcopado Español de 1937.
 
Muchos han definido la Transición como un punto de encuentro entre las dos españas, pero nada más lejos de la realidad. Un punto de encuentro es un lugar común donde dos o más se ponen de acuerdo, con sacrificios y renuncias mutuas y leales, para vivir en el respeto. Pero mientras que para la derecha, acomplejada, heredera del régimen de Franco, la Transición era un punto de llegada, para la izquierda era tan solo un punto de partida, y en eso estamos.
 
Parece que no aprendemos ¿acaso no han hecho igual con el tema del aborto, obsesión satánica contra la vida de los inocentes?. ¡Claro que al pueblo Español no se le podía proponer el aborto sin más!, mejor empezar por algo tan “inocente” como el “destape”, ¡total por enseñar algún que otro hermoso pecho!, pero el destape allanó camino para la pornografía más dura para llegar al mayor desenfreno moral y desembocar, así en el divorcio que es la antesala de todas las ruinas patrias coronadas por el aborto. (Propiciado, el divorcio, además por democratas crsitianos, que ni lo uno ni lo otro eran)
 
Y lo peor de todo es que para que estas cosas funcionen hacen falta dos: el malo y el tonto, solo así se puede hacer palanca y remover la pesada realidad, la pesada verdad.
 
Si no somos capaces de proponer una cultura nueva, la cultura de la vida y el Evangelio, si no somos capaces de ofrecer a nuestros contemporáneos toda una cosmovisión generadora de una Vida auténtica, si solo pedimos por favor nos dejen llegar vivos al próximo segundo, si solo hablamos de gestión económica, de respeto a las libertades individuales sin proclamar la autentica fuente de estas y todo ello sin renunciar, por frio cálculo o desánimo, a nuestra historia, no solo habremos perdido esta batalla sino la guerra.
 
Porque cuando proponen la maldad de Franco, realmente, lo que está proponiendo es la maldad de la Iglesia de y los que no pensamos como ellos (seamos franquistas, anti-franquistas o a-franquistas)
 
 
Con respecto al tema del Valle y a la memoria de Francisco Franco expreso mi deseo, con palabras de José Antonio, para que ojala y de una vez por todas “se abra una brecha de serena atención entre la saña de un lado y la antipatía del otro:”
 
 
Germán Menéndez