La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH, que forma parte de la Organización de Estados Americanos, OEA) ha difundido un comunicado exhortando a Nicaragua a que cese sus "constantes ataques contra la Iglesia católica y sus integrantes".

La CIDH menciona específicamente la última detención de un sacerdote católico, el padre Osmán José Amador, que era responsable de Cáritas en la diócesis de Estelí (antes de que el Estado prohibiera Cáritas en el país). Fue detenido el 8 de septiembre. "Hasta el momento no se ha informado sobre los motivos de la detención, la situación jurídica ni el paradero del sacerdote", denuncia la CIDH pasada más de una semana desde la detención.

La CIDH también se muestra preocupada por el total de ocho sacerdotes que "permanecen privados de libertad. Entre ellos, monseñor Rolando Álvarez, quien se encontraría en condiciones deplorables de detención, incomunicado y con afectaciones a su salud, como quedó evidenciado en la visita de sus familiares el pasado 25 de marzo".

Recuerda la CIDH que entre los detenidos están los sacerdotes Eugenio Rodríguez Benavides y Leonardo Guevara Gutiérrez, que también habían trabajado en Cáritas Estelí.

Osman José Amador, sacerdote de la diócesis de Estelí, implicado en Cáritas diocesana, retenido sin acusación alguna por el régimen nicaragüense desde el 8 de septiembre.

Detención arbitraria, expulsiones, expropiaciones...

La CIDH considera que que la persecución contra entidades católicas "continúa agudizándose en un contexto de cierre del espacio cívico y democrático", con casos de "detención arbitraria, encarcelamiento y expulsión del país de sacerdotes y religiosas, sin garantizar el debido proceso, así como la expropiación de sus bienes".

La CIDH recuerda que que la Convención Americana sobre Derechos Humanos reconoce el derecho de todas las personas a la libertad de conciencia y religión, incluyendo "la libertad de profesar y divulgar su religión y sus creencias, individual o colectivamente, tanto en público como en privado".

La CIDH además reconoce que el tema "tiene particular importancia en un país con una mayoría de población que profesa la religión católica como Nicaragua, donde la política estatal para la supresión del espacio cívico ha resultado también en la afectación de la libertad religiosa de su población", agregó.

La CIDH es un órgano de la OEA con autonomía de funcionamiento, nacida de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en el continente americano y actúa como órgano consultivo de la OEA.