León XIV expone al mundo ante la tumba de San Charbel seis poderosas razones para ser sus devotos
El Papa visitó el monasterio de San Marón en Anaya, el lugar donde resposan sus restos.
Unos niños saludan a León XIV ante el monasterio donde reposan los restos de San Charbel.
A primera hora de la mañana de este lunes, León XIV llegó al monasterio de San Marón en Annaya, en las afueras de Beirut. Allí fue recibido por el superior del convento de la Orden Maronita Libanesa y por el superior general de la congregación, el padre Mahfouz Hady. Ambos le acompañaron a la capilla donde se encuentra la tumba de San Charbel.
En el acto de veneración a sus restos participaron también el presidente de la república, Joseph Aoun, católico maronita, y su esposa. Al término de la ceremonia litúrgica, y antes de visitar el museo del Monasterio, el Papa dirigió en francés un saludo en el que expuso las razones por las que es idónea la devoción a este santo ermitaño del siglo XIX.
"Doy gracias a Dios por haberme concedido venir como peregrino a la tumba de San Charbel. Mis predecesores -especialmente San Pablo VI, que lo beatificó y canonizó- lo habrían deseado mucho", dijo al principio de su intervención.
San Charbel "no escribió nada" y "vivió oculto y silente", y sin embargo su fama "se extendió por todo el mundo". ¿Cómo? ¿Por qué? León XIV sintetizó en algunos puntos "qué nos enseña hoy" esta figura tan querida en el Líbano y fuera del país, sobre todo gracias a la diáspora de los libaneses.
"Me gustaría resumirlo así", señaló el Papa: "El Espíritu Santo lo moldeó". ¿Para qué?
- "Para que enseñara la oración a quienes viven sin Dios",
- "el silencio a quienes habitan en medio del bullicio",
- "la modestia a quienes viven para aparentar" y
- "la pobreza a quienes buscan las riquezas".
León XIV reza ante la tumba de San Charbel, antes de exponer las razones de una devoción que se está extendiendo por todo el mundo.
Son todos ellos "comportamientos a contracorriente, pero precisamente por eso nos atraen, como el agua fresca y pura atrae a quien camina por el desierto".
Pero hay además un mensaje "a nosotros, obispos y ministros ordenados":
- "San Chárbel nos recuerda las exigencias evangélicas de nuestra vocación", una "coherencia tan radical como humilde" que es también "un mensaje para todos los cristianos".
Por último, el Papa señaló otro aspecto "decisivo" de San Charbel:
- "Nunca dejó de interceder por nosotros ante el Padre celestial, fuente de todo bien y de toda gracia. Ya desde su vida terrena, muchos acudían a él para recibir del Señor consuelo, perdón y consejo. Tras su muerte, todo esto se multiplicó y se ha convertido en un río de misericordia".
- León XIV recorrió en papamóvil el camino hasta el monasterio. Vemos aquí resumido el acto en un minuto.
León XIV concluyó confiando a la intercesión de San Charbel "comunión y unidad" para la Iglesia y "paz" para el mundo: "Pero sabemos bien -y los santos nos lo recuerdan- que no hay paz sin conversión de los corazones. Por eso, que San Chárbel nos ayude a orientarnos hacia Dios y a pedir el don de la conversión para todos nosotros".
Espiritualidad
La devoción a San Charbel se dispara en los últimos años, favorecida por la abundancia de milagros
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