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El cardenal camarlengo, Kevin Farrell, comunica que falleció a la 7.35 de este Lunes de Pascua

El Papa Francisco ha muerto

Elegido Papa en 2013, Francisco ha puesto su sello personal a un pontificado decisivo.Vatican Media.

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El cardenal camarlengo Kevin Farrell, ha comunicado el fallecimiento del Papa Francisco, que se ha producido a las 7:35 de la mañana de este Lunes de Pascua: "Ha retornado a la Casa del Padre. Toda su vida estuvo dedicada al servicio del Señor y de su Iglesia", afirmó Farrell: "Nos enseñó a vivir los valores del Evangelio con fidelidad, valentía y amor universal, especialmente por los pobres y los más marginados".

El Camarlengo hizo su declaración a las 9: 47 de la mañana, y fue enseguida difundida por los medios vaticanos. "Con inmensa gratitud por su ejemplo de verdadero discípulo del Señor Jesús, encomendamos el alma del Papa Francisco al infinito amor misericordioso del Dios Trino", finalizaba la declaración de Farrell.

Termina así un pontificado de 12 años que comenzó en 2013, lleno de frases y gestos peculiares que impregnaron con su estilo su servicio petrino. Francisco tenía 88 años.

Francisco estuvo ingresado en el Policlínico Gemelli de Roma desde el pasado 14 de febrero, cuando le fue diagnosticada una neumonía bilateral, hasta el domingo 23 de marzo. Después pasó a descansar a sus estancias en la Residencia Santa Marta, donde ha vivido durante todo su pontificado. A lo largo de marzo y abril sus apariciones fueron escasas y muy breves, se notaba su dificultad al hablar y delegó todas las ceremonias de Semana Santa.

En cuanto el Papa fallece, se retira el sello, se clausuran los apartamentos papales y comienza propiamente la llamada Sede Vacante: el Cardenal Camarlengo (Kevin Farrell) y el Colegio de Cardenales se encargarán del gobierno de la Santa Sede y de la propia Iglesia, hasta que salga elegido un nuevo Papa en un cónclave.

¿Una Semana Santa con gestos sutiles de despedida?

El Papa este Domingo de Pascua se había asomado al balcón de la fachada de San Pedro para impartir brevemente, con una única frase de bendición en latín, la bendición Urbi et Orbi ("a la ciudad y al mundo").  Su voz era frágil y su aspecto fatigado. Unos 30.000 peregrinos y asistentes en la Plaza de San Pedro le aplaudieron. También, con voz débil, deseó a todos, brevemente, una "Feliz Pascua"

Pero después sorprendió a todos recorriendo en Papamóvil descubierto la Plaza, algo que no hacía desde su hospitalización en marzo. Era la primera vez en dos meses que subía al Papamóvil. 

El vehículo blanco se detenía a menudo para permitir al Pontífice bendecir y acariciar a algunos niños: esas imágenes de cariño, del anciano con los pequeños y con el pueblo, en el Domingo de Pascua, son las que quedan como últimas imágenes en público del Pontífice argentino.

El Papa Francisco, muy debilitado este Domingo de Pascua, en la bendición Urbi et Orbivatican Media

Además, saludó en esa salida a una señora que conoce porque durante semanas ha estado con flores amarillas en el Hospital Gemelli deseando su recuperación, la señora Carmela Mancuso, de 78 años, conocida por todos como «Carmelina», una antigua maestra.  ¿Quizá el Papa sintió que le debía una despedida? Pero también tuvo fuerzas, un poco antes de la bendición Urbi et Orbi, de reunirse unos minutos con JD Vance, el presidente de EEUU.

Una de las últimas fotos del Papa Francisco, saluda un niño el Domingo de Pascua en su último recorrido en PapamóvilVaticanMedia

También en esta Semana Santa hizo varias apariciones en su silla de ruedas en la Basílica de San Pedro, saludando peregrinos. La Oficina de Prensa vaticana decía que formaba parte de su recuperación y que buscaba hacer momentos de oración privada, pero ahora podríamos entenderlo como gestos de cercanía al pueblo (y a los lugares santos de la basílica, del oficio petrino) que podían tener mucho de despedida

La "mala salud" de hierro de Francisco

Jorge Mario Bergoglio siempre tuvo problemas de salud, y hay quien considera que eso lo ayudó a ser elegido Papa entre quienes querían un pontificado no muy largo, aunque al final su mandato superó los doce años.

A los 21 años, en 1957, sufrió una infección respiratoria que obligó a los médicos a extirpar parte de un pulmón, y, según contó alguna vez, una enfermera lo salvó al duplicar la cantidad de medicamentos que le habían administrado. En 2004 tuvo un problema cardíaco “temporal” debido a un ligero estrechamiento de una arteria.

En 2021, ya como Papa, sufrió un fuerte dolor de espalda por el nervio ciático, por lo que recurrió a la fisioterapia y a una dieta. En mayo de 2022 un problema en la rodilla derecha lo obligó a utilizar por primera vez una silla de ruedas, además de usar andador y bastón.

El pasado 14 de febrero de 2025 Francisco fue ingresado en el Hospital Gemelli: empezaban los problemas de salud que, acumulados, llevarían a su fallecimiento, problemas bronquiales y pulmonares que se agravarían con infecciones.

Según detalla Avvenire, en el hospital estuvo en dos ocasiones muy cerca de la muerte. Los partes médicos primero hablaban de “condiciones estacionarias”, luego mencionaron una "leve insuficiencia renal". El primer Rosario vespertino en la Plaza de San Pedro por la salud del Papa se celebró el 24 de febrero, presidido por el Secretario de Estado, Pietro Parolin, el "número dos" del Vaticano.

Luego se difundió la noticia de su infección polimicrobiana y de su neumonía bilateral. El 22 de febrero se supo que el Papa había tenido un ataque de asma prolongado que requirió oxígeno. Le faltaban plaquetas, tenía anemia y se le hizo una gran transfusión de sangre. Los médicos empezaron a hablar de "pronóstico reservado" y los fieles dejaban velas y flores junto a la estatua de San Juan Pablo II. Los ejercicios espirituales a la Curia del 9 al 14 de marzo los siguió el Papa por Internet desde su habitación de hospital.

El 28 de febrero se produjo la emergencia más grave, que –como se dirá explícitamente sólo después de regresar a casa– llevó efectivamente al Papa Francisco al borde de la muerte: "un ataque aislado de broncoespasmo", con "un episodio de vómitos con inhalación y empeoramiento repentino del cuadro respiratorio". Reaccionaron los médicos con una broncosucción y aportando oxígeno con una mascarilla nasal y bucal.

El 3 de marzo también hubo un susto grande: "dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda, provocados por importante acumulación de moco endobronquial y consecuente broncoespasmo". En este caso “se realizan dos broncoscopias con necesidad de aspiración de abundantes secreciones”. Desde entonces, poco a poco el Papa fue mejorando.

El 5 de marzo, Francisco recibió la Ceniza, durante el rito en la capilla de su apartamento en Gemelli, y el 6 de marzo, transmitió un breve audio de 27 segundos en español dando gracias, con voz débil, a los que rezaban por su salud. El 16 de marzo por la tarde se difundió la única fotografía del Papa hospitalizado, en silla de ruedas, en la capilla de su apartamento en el Gemelli, ante el sagrario, con alba blanca y una estola morada de Cuaresma.

El 22 de marzo se anuncia que el Papa vuelve a Santa Marta: hacía un mes que no se daba parte médico. Se especifica que se recuperó de su neumonía bilateral, que nunca tuvo Covid, que nunca fue intubado y que siempre estuvo lúcido. Se le prescriben 2 meses de convalecencia y descanso, evitando audiencias y celebraciones con multitudes, para no contraer nuevos gérmenes. Salió del hospital en su habitual Fiat blanco y fue a rezar a Santa María la Mayor, al icono de la Virgen al que se encomienda en sus viajes, en el templo donde quiere que descansen sus restos.

Tras dos semanas en Casa Santa Marta sin contacto con el exterior, el 6 de abril sale a saludar a los fieles en la Plaza de San Pedro que celebran el Jubileo del mundo sanitario. Después se sabrá que él mismo cruzó la Puerta Santa con los enfermos y se confesó como un peregrino enfermo más. 

El 9 de abril recibió a los Reyes de Inglaterra, Carlos y Camila. El 10 de abril se dejó ver en silla de ruedas en la basílica, sin ropajes blancos, vistiendo sólo un poncho y un pantalón negro

Las meditaciones de Semana Santa del Via Crucis, de la Vigilia Pascual, de la Misa de Pascua y de la bendición Urbi et Orbi llevan su firma y las leyeron distintos cardenales y curiales.

Su paseo en Papamóvil entre los fieles en Domingo de Pascua fue su último acto público, y hoy se puede leer como una despedida.

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