La singular trayectoria de Luigi Portarulo, sacerdote que bendijo a Carlos Alcaraz ante el US Open
[0:24] Al empezar la primera ronda del US Open, el tenista Carlos Alcaraz (quien inauguró en 2022 con ese trofeo su palmarés actual de cinco Grand Slam) fue bendecido por Luigi Portarulo, sacerdote adscrito a la catedral de San Patricio.
Un vídeo difundido el pasado domingo muestra las imágenes.
El español llega al torneo con la moral por las nubes tras conquistar el Master de Cincinnati, aunque fuese por retirada en el primer set de su gran rival, Janik Sinner. Si gana el abierto de Estados Unidos, Alcaraz desbancará al italiano y se convertirá de nuevo en número 1 del mundo (ya lo fue en 2023).
Curiosamente, Portarulo es compatriota de Jannik y toda una celebridad en la ciudad como encargado de relanzar la comunidad católica italiana de Nueva York. Tiene 37 años y es natural de la región italiana de Apulia [Puglia], aunque creció en la Basilicata, donde ayudaba a misa desde muy niño.
Monaguillo de tres Papas
“Nadie me explicó el Evangelio tan bien como mi abuela Cosima, a pesar de mis amplios estudios de teología y de que ella no sabía leer ni escribir”, ha afirmado Don Luigi en alguna ocasión.
Cuando tenía 12 años, en 1999, leyó un anuncio en el periódico donde pedían monaguillos para las celebraciones del Jubileo del año 2000. Tras convencer a su madre, Enza, de emprender esa aventura, lo consiguió y se quedó en Roma para recibir la formación adecuada.
Todos los domingos ayudaba a misa a Juan Pablo II y recibía la comunión directamente de él. El impacto de esta relación definió su vocación al sacerdocio. Con el tiempo, ya como seminarista y sacerdote, prestaría el mismo servicio a otros dos Papas, Benedicto XVI y Francisco.
Porque Don Luigi había decidido quedarse en Roma. Entró en el seminario francés y estudió Filosofía en la Pontificia Universidad Lateranense y Teología y Derecho Canónico en la Gregoriana. Se ordenó sacerdote en 2012, incardinándose en la diócesis de Como. Pronto asumió responsabilidades formativas.
Durante su estancia en el Vaticano conoció a numerosas personalidades de la Iglesia: “Tenía un cuaderno especial para las dedicatorias hechas por obispos y cardenales”, dijo. Se hizo muy conocido: sirvió en el funeral de Juan Pablo II oficiado por el cardenal Joseph Ratzinger, entró en la Capilla Sixtina llevando el cierio durante el cónclave que eligió a Benedicto XVI y participó en el Jubileo de la Misericordia de 2015 leyendo en la apertura y cierre de la Puerta Santa de la basílica de San Pedro, en ceremonias presididas por Francisco.
Luigi Portarulo, cuando fue invitado en 2022 al Meeting de Rímini.
“Viví la historia sin comprender plenamente su magnitud”, afirma. Ha casado a futbolistas y cantantes y bautizado a los hijos de famosos actores italianos, lo que ha multiplicado su celebridad.
Destino Manhattan
En noviembre de 2022 recibió la propuesta del superior general de los Scalabrinianos (Misioneros de San Carlos, especialmente entregados a la asistencia de los inmigrantes) para trasladarse a la Gran Manzana e incorporarse a la parroquia de Nuestra Señora de Pompeya, en Greenwich Village (Manhattan), una iglesia histórica para la comunidad italiana neoyorquina.
No hablaba inglés, pero aprendió enseguida y en apenas tres años ha contribuido a dinamizar la parroquia. “Es una persona muy vivaz que ha revitalizado enormemente la comunidad”, explica un parroquiano, Matteo Avigni, a Columbia News Service: “Propone muchas actividades para que la gente se reúna: noches de juegos, ver deportes juntos, catequesis. Ha logrado reunir a mucha gente en torno a la parroquia, quizás incluso a través de medios no tradicionales como el deporte”.