Desde mayo de 2025, Jesús Fernández es obispo de Córdoba, donde llegó tras su paso como obispo de Astorga, en Castilla y León. Lo entrevistan en Canal Sur, la TV pública de Andalucía, en un diálogo de 7 minutos.
"Como obispo, lo principal ha de ser acercar a la gente a Dios. Encontrarse con Él es la mejor noticia y dejar el pecado, que es la mayor pobreza, como decía el Papa Francisco, pues es también es un objetivo fundamental", explica. Pero, añade, "también es mi obligación, mi deber y el deber de todo cristiano atender a esas personas que tienen pobrezas de mucho tipo, social, económico, laboral, por adiciones, etcétera, por soledad..."
"A veces pensamos en la solemnidad de las celebraciones solo, o de las procesiones, pero también ahí detrás hay unas obras sociales impresionantes, de atención a personas necesitadas", añade.
Admite que antes de llegar a Córdoba no había tenido relación con hermandades, y ahora las va conociendo, "con su dimensión enorme; la verdad es que estoy admirado de de la fuerza, la pujanza que tienen en las parroquias".
Comenta algo de su día a día: "Me levanto tempranito, hago un poco de ejercicio físico, porque me parece bueno. Por supuesto, rezo un rato. Ya después de desayunar, a las 9 o antes, empiezo el trabajo con despacho de entrevistas o preparación de una homilía, etcétera... Descanso un momento a mediodía, con la comida. ¿Hobby? Pues no tengo. Me gusta el ciclismo. Algo de ejercicio. Y por la noche trato de estar un poco con mi madre, que me acompaña, que vive ahora conmigo desde que ha quedado viuda".
Le preguntan por su época jugando al fútbol, pero él, que era portero, dice que colgó los guantes a los 28 años.
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