Religión en Libertad

Según el censo chileno, los católicos pasan del 77% al 54% en 3 décadas: habla el arzobispo Rebolledo

¿De verdad en Chile hay casi un tercio menos de católicos? Depende

Niños en Santiago de Chile en septiembre de 2024 celebran a la Virgen del Carmen, con su estampa, y otra de la joven beata Laura Vicuña

Niños en Santiago de Chile en septiembre de 2024 celebran a la Virgen del Carmen, con su estampa, y otra de la joven beata Laura Vicuñaobispado de santiago de chile

Pablo J. Ginés
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Se han difundido datos del Censo de Chile de 2024, incluyendo los datos sobre religión. No se trata de un sondeo a partir de una muestra, sino de un censo, por lo que son datos robustos con lo que declaran todos los mayores de 15 años.

Según los datos del censo, los chilenos que declaran ser católicos eran un 77% en 1992, un 70% en 2002 y sólo un 54% en 2024.

El arzobispo de La Serena, René Rebolledo, presidente de los obispos de Chile, ha difundido un comentario a raíz de los nuevos datos del censo.

Lo que no ha cambiado mucho: el número de católicos

Muchos católicos chilenos se asombrarán con esos porcentajes. "Yo no veo que mi parroquia haya perdido casi un tercio de feligresía desde 1992, desde la época de los Juegos Olímpicos de Barcelona", puede decir un parroquiano veterano.

Y tienen razón: en realidad el número de católicos en el país es un poco menor, pero casi el mismo: eran 10,3 millones en 1992 y 9,7 millones en 2024.

Lo que pasa es que en estos años Chile ha ganado mucha población, hay casi un 50% más de población. Pasó de 13 millones en 1992 a 18 millones de habitantes (incluyendo 700.000 venezolanos y casi 200.000 haitianos llegados en los últimos diez años).

Otro dato a tener en cuenta: hay 3 millones de habitantes más que en 2002 (el año que los europeos pasaron a usar euros), pero solo hay 65 curas más que en 2002. La mies crece mucho en número, los obreros de la mies escasean.

Tabla con los cambios en la religión de los chilenos de 1992 a 2024 a partir del censo

Tabla con los cambios en la religión de los chilenos de 1992 a 2024 a partir del censoreligionenlibertad

Años complejos para la Iglesia en Chile

La Iglesia chilena en los últimos años se ha enfrentado a 8 años de gobierno socialista bastante anticatólico de Michelle Bachelet (2006-2010 y 2014-2018), que implantó el aborto y la ideología de género, y un estallido revolucionario anticlerical, con quema de iglesias, en 2019 y en 2020. Hay además ataques frecuentes a iglesias rurales por parte de activistas mapuches anticatólicos (también atacan en Argentina). 

Además, se difundieron una y otra vez en prensa casos de abusos sexuales de clérigos y de ineficacia e inoperancia de los obispos frente a los abusos. Los 34 obispos de Conferencia Episcopal presentaron su dimisión en bloque al Papa Francisco en mayo de 2018, que aceptó 3 muy rápido, y en meses siguientes relevó de sus cargos a otros 7 obispos. 

Religión en Chile hoy

En este contexto, en el Chile actual, se declaran católicos un 54% de los censados, evangélicos o protestantes un 16% y declaran no tener religión un 25,8%, porcentaje que triplica el de 2002.

Hay que tener en cuenta que muchos de los que declaran no tener credo o religión pueden perfectamente creer en Dios, la vida tras la muerte, ángeles, demonios, espíritus e incluso en la Virgen María, pero no acuden a servicios religiosos ni se consideran vinculados a ninguna iglesia o comunidad religiosa concreta.

Las regiones con más personas que declaran un credo son el Maule (81,7%), Ñuble (80,1%) y O’Higgins (79,4%).

Entre las personas que declaran tener un credo, el 54,5% son mujeres, y en 45,5% son hombres.

La edad media de las personas con religión es de 46 años. La de las personas sin religión es de casi 39 años.

La propuesta del presidente de los obispos

El arzobispo de La Serena, René Rebolledo, presidente de los obispos de Chile, ha querido comentar estos datos del censo y recomendar unas líneas de acción a la Iglesia chilena.

"Se vuelve cada vez más claro que la fe cristiana hoy no se vive por herencia u ósmosis, sino por convicción. No basta haber crecido en una familia creyente, tampoco con el bautismo recibido en la infancia", constata el obispo.

Obispos de Chile en la fiesta de la Virgen del Carmen de 2024 en Santiago de Chile

Obispos de Chile en la fiesta de la Virgen del Carmen de 2024 en Santiago de Chileobispado de santiago de chile

"Creer es un don de Dios que exige una opción personal, reflexionada, razonada y libre. ¡Es adhesión a Cristo el Señor, a su Evangelio de vida, que abre a un presente y porvenir de esperanza!", añade.

"En una época marcada por el individualismo, la primacía del beneficio personal sobre el colectivo, además del temor y la desesperanza, la fe cristiana se presenta como un don que madura en el silencio, pero que se vive en fraternidad, en comunidades tal vez más pequeñas, pero vivas y creativas", propone.

(Pero, como hemos visto, las comunidades no son necesariamente más pequeñas: los católicos en Chile siguen siendo unos 10 millones, como en 1992, aunque habría que medir su nivel de práctica y servicio en las parroquias y comunidades).

El arzobispo Rebolledo recuerda una cita de "Joseph Ratzinger (futuro papa Benedicto XVI) que anticipó a fines de la década de 1960" que decía que la Iglesia "no será nunca más la fuerza dominante en la sociedad en la medida en que lo era hasta hace poco tiempo. Pero florecerá de nuevo y se hará visible a los seres humanos como la patria que les da vida y esperanza más allá de la muerte".

Rebolledo anima a la Iglesia a ser "hospital de campaña, llamada a atender las heridas del mundo actual, incluidas aquellas provocadas por algunos de sus propios miembros". Pide promover "la unidad de los cristianos" y "el diálogo interreligioso".

Y propone:

  •  "Minorías creativas desde la fe";
  • "Una pastoral de iniciación y acompañamiento personal, centrado en Jesucristo y su Evangelio", con sacramentos, vida comunitaria, comunión, sentido, sanación y fraternidad;
  • "Comunidades pequeñas pero significativas, donde la fe se viva como experiencia vital compartida y no como mera identidad cultural”.

También pide:

  •  acoger a migrantes valorando su cultura; cuidar y fortalecer la familia, cultivando en ella los valores evangélicos; evangelizar a los jóvenes; apreciar y promover la piedad popular y dialogar con las nuevas espiritualidades.
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