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San Bartolomé en la Isla Tiberina y los nuevos mártires (1)

La basílica es custodiada por la Comunidad de San Egidio de Roma

La fachada de la basílica de San Bartolomé en la Isla Tiberina de Roma.JLT

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Las reliquias del apóstol San Bartolomé, según el Martirologio Romano, se encuentran en Roma desde el final del siglo X . Las habría conseguido el emperador Otón III de Sajonia de la ciudad de Benevento, y las llevó a la iglesia de San Bartolomé de la Isla Tiberina, iglesia que él mismo mandó construir en el 998 sobre un templo dedicado a Esculapio, que en su día era visitado por muchos peregrinos en busca de curación, para custodiar las reliquias de San Adalberto, obispo de Praga, martirizado en 997.

Se pueden venerar bajo el altar mayor, en una bañera romana de pórfido rojo del siglo I-II, donde un rótulo recita “CORPUS SANCTI BARTHOLOMAEI APOSTOLI”.

En el altar mayor se encuentra "la bañera romana" que recoge los restos del Apóstol de CanáJLT

En la basílica de San Bartolomé en la Isla Tiberina, las comunidades de San Egidio han levantado un santuario ecuménico en memoria de los mártires del siglo XX. Después del Gran Jubileo de 2000, San Juan Pablo II quiso que esta basílica se convirtiera en el lugar de memoria de los Nuevos Mártires. Desde entonces se ha recibido un centenar de reliquias y es destino de peregrinos y fieles de todas las confesiones cristianas. En el recinto del Memorial se exhiben reliquias y testimonios de todos los continentes, de los mártires del comunismo, del nazismo, de los fallecidos por su servicio a los pobres, a la paz y el diálogo, de los mártires de la justicia y de la lucha contra la mafia, de misioneros mártires, de cristianos perseguidos en Oriente Medio, empezando por los armenios y siríacos asesinados en las masacres durante la Primera Guerra Mundial.

La Comunidad de San Egidio fue fundada por Andrea Riccardi en Roma en 1968, a la luz del Concilio Vaticano II. Es una asociación pública de laicos que se caracteriza por promover encuentros internacionales de oración por la paz con carácter ecuménico. La Comunidad fue reconocida por su lucha contra el VIH/sida, y a favor de la abolición de la pena de muerte.

En el altar mayor se venera el Icono de los Nuevos Mártires de Renata Sciachì

En el altar mayor se venera el Icono de los Mártires y Testimonios de la Fe -sobre estas líneas- que narra la historia del martirio que se vivió en el siglo XX. El icono representa la asamblea descrita por el libro del Apocalipsis de San Juan: "Después miré y había una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos". Es la historia del siglo XX, no se trata de la algún cristiano valiente, sino la de un martirio de masa, como escribe Andrea Riccardi en su libro El siglo de los mártires. Una multitud de mártires, se dirige alegremente hacia el Cristo, llevando palmas en sus manos con María, Juan evangelista y Juan Bautista, con los apóstoles Pedro, Pablo y Andrés, con los santos mártires Bartolomé y Adalberto a los que está dedicada la Basílica que hoy es lugar de memoria de los "nuevos mártires" del siglo XX. Debajo, según la visión del libro del Apocalipsis, los ángeles extienden la tienda de Dios encima de la tierra.