De la asimetría en el discurso imperante en España y en el mundo
Uno de los fenómenos que acompaña a la época, desde luego en España, pero no sólo en España, es lo que doy en llamar y así titulo el presente artículo, la “asimetría imperante en el discurso”. ¿Que en qué consiste? Pues ni más ni menos que en que lo que pueden decir unos colectivos sobre otros no guarda ninguna correspondencia con lo que estos otros colectivos, -obligados por el “medio ambiente” a autocensurar su discurso-, pueden responder a los primeros. El punto de partida de este comportamiento es el de que los seres humanos, contrariamente a lo que proclaman pomposamente todas las declaraciones y textos legales nacionales e internacionales, hemos dejado de ser iguales, o en términos orwellianos, unos han pasado a ser “más iguales” que los otros, los cuales deben pagar el “pecado” de ser tan poco “iguales” mediante la penitencia de la autocensura (de momento, porque vamos camino de ver la implementación directa de la más flagrante y evidente “heterocensura”). La herramienta, uno de los más perniciosos instrumentos inventados para acabar con democracia, la igualdad y la libertad, notablemente la de pensamiento, la de cátedra y la de expresión: la llamada “discriminación positiva”, oxímoron que en nada desmerece al que habla de “hielo caliente” o de “agua seca”.
![]()
Esto también ocurre, y esto también es violencia de género Descendiendo al ámbito de la casuística y para que nos entendamos mejor, lo que las mujeres pueden decir de los hombres es intolerable que lo digan los hombres sobre las mujeres. Lo que los negros pueden decir sobre los blancos es intolerable que lo digan los blancos sobre los negros. Lo que los jóvenes pueden decir sobre los adultos, no lo pueden decir los adultos sobre los jóvenes. Lo que los catalanes pueden decir sobre España, no lo pueden decir los españoles sobre Cataluña. Lo que las personas de izquierda pueden decir sobre la derecha, no lo pueden decir las personas de derechas sobre la izquierda. Lo que los homosexuales pueden decir sobre la Iglesia, no lo puedan decir sus componentes sobre la homosexualidad.
|

