Retrato sociológico de la derecha en España
Eso que en España, y en el mundo entero, se da en llamar la derecha(1), es como su correspondiente en el otro lado del espectro político que no por casualidad se llama la izquierda, un conglomerado en el que conviven tipos antropológicos muy diferentes que no voy a clasificar en democristianos, liberales o conservadores, sino de una manera muy diferente. Para empezar, a la derecha en España ya no le define, como le definió indiscutiblemente en otra época, una determinada situación económica o un determinado status en el proceso productivo. Hoy podemos acudir perfectamente, iba a decir que atónitos, pero diré finalmente que con toda naturalidad, a espectáculos tan inentendibles hace tres cuartos de siglo como el de la pequeña empresa donde el empresario es de izquierdas y sus obreros, sin embargo, de derechas. En la derecha antropológica conviven por lo menos tres tipologías diferentes, y no sólo diferentes sino muy diferentes. Tenemos en primer lugar la derecha ideológica o de los principios, una derecha muy concienciada de su fe en una ideología que cultiva, y de unos valores en los que vive y cree: son indudablemente pro-vida, pro-familia, pro-España (patriotas), creen en lo que se da en llamar los valores de toda la vida, esfuerzo, sacrificio, mérito, premio, castigo, trabajo, pecado... Desde el punto de vista religioso, acostumbran a ser practicantes y los que no practican, suelen creer, aunque también milite entre ellos una minoría agnóstica que se cuida muy mucho de marcar fronteras con el ateísmo militante. De parecida manera a como mujeres muy pujantes de este grupo y hasta homosexuales que también militan en él, se cuidan muy mucho de marcar su territorio frente al activismo feminista o gay, a los que deploran sin ambages. Desde la izquierda gustan de confundirlos con la extrema derecha, a la que dedicaremos capítulo aparte, aunque en realidad tenga poco que ver con ella salvo por lo que de propagandísticamente interesante tiene transmitir ese mensaje desde la izquierda. De hecho, la derecha ideológica es firme y leal partidaria de la libertad y se halla muy cómoda en democracia, lo que no necesariamente les lleva al análisis simplista de la historia en el que, por resumirlo en pocas palabras, "los nacionales eran malos y los rojos eran buenos". Y cree, mucho más de lo que a la izquierda quiere reconocer, en un valor cuya práctica se le niega aunque lo ejercite con asiduidad: la igualdad, ora en el plano sexual, ora en el plano social.
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En tiempos, hallaron bastante su espacio natural en aquel partido que se llamó Alianza Popular, que al unirse (aunque el proceso no esté históricamente identificado) con la UCD y con los otros grupos de lo que llamaremos “la derecha”, dio lugar a lo que hoy conocemos como Partido Popular. Constituyen en la derecha una minoría muy activa ideológicamente hablando, aunque ese activismo no venga necesariamente acompañado por una participación en los cuadros que es más evidente en otros lugares del mundo, como por ejemplo en su equivalente norteamericano, el Partido Republicano. Tienen un escaso peso en el cómputo total del voto de la derecha, pero se trata, eso sí, de un voto muy fiel. Podríamos hablar a bote pronto, de un 20% de su electorado. Algunos pueden pensar que se reclutan y son mayoritarios entre la aristocracia y la alta burguesía, pero no es el caso: se nutren básicamente de la clase media, y tienen en capas muy bajas de la pirámide social más presencia de la que acostumbra a creerse.
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